Varios virólogos alemanes han advertido del peligro de que haya una "segunda ola" de la pandemia del coronavirus, con consecuencias probablemente más graves, y han llamado a no bajar la guardia.
"Todavía estamos al comienzo de la pandemia, eso es algo que olvidan muchos", ha dicho en declaraciones a la revista Der Spiegel Melanie Brinkmann, del Centro Helmholtz para el Estudio de Enfermedades Infecciosas.
"El Gobierno ha enviado una señal equivocada con el relajamiento de las medidas y me temo que muchos ya no se tomen el virus en serio e intensifiquen otra vez sus contactos", agregó.
Christian Drosten, director del Departamento de Virología del Hospital Universitario de La Charité en Berlín, dice que una segunda ola de la pandemia puede ser más peligrosa que la primera porque ahora el virus está en todas partes y podría reproducirse con mayor velocidad.
Drosten expresa además su preocupación por que los éxitos de las medidas tomadas hasta ahora y el levantamiento de algunas restricciones lleven a que se pierda la consciencia del riesgo que sigue existiendo.
A diferencia de Brinkmann, Drosten no critica el levantamiento de restricciones pero si la tendencia a considerar que éstas no eran necesarias y que la epidemia se hubiera ralentizado por sí sola.
"Existe la tesis de que la reducción de contactos no hubiera sido necesaria", dijo Drosten en declaraciones que publica hoy el diario "Süddeutsche Zeitung" de Múnich.
Esa tesis se basa en que el factor de reproducción R -que señala cuantas personas contagia en promedio un infectado- había empezado a bajar ya antes de las restricciones.
Los test distorsionaron la curva
A ello, Drosten responde que el gran número de test que se realizaron a partir de marzo distorsionan la curva de la evolución de R y además alude a un vídeo, realizado con datos de movilidad de Apple.
"Los datos muestran que las informaciones y las advertencias sobre la epidemia llevaron a que la población se impusiera restricciones antes de que el Gobierno tomara medidas. Me acuerdo que a mediados de marzo en Berlín las calles estaban casi vacías", explica el virólogo.
Las medidas de restricción de contactos se decidieron el 23 de marzo y el que la población se anticipara y mostrara disciplina en el cumplimiento de las medidas es ahora utilizado para cuestionarlas.
"El éxito se instrumentaliza como argumento de que nada de lo que se hizo era necesario", dijo.
"Eso ayuda a determinadas fuerzas políticas que dicen que ahora hay que darle una oportunidad a la economía. Aunque una relajación puede llevar a perjudicar a la economía pues probablemente al final habría que tomar medidas más restrictivas", agregó.
En Alemania se han registrado 155.966 casos de coronavirus, 99.928 pacientes han superado la enfermedad y 5.837 han muerto, según datos del Instituto Robert Koch. Y un total de 2.701 pacientes de COVID-19 están siendo tratados en unidades de cuidados intensivos.