El Ministerio de Sanidad ha decidido cambiar el criterio a la hora de hacer las pruebas PCR para detectar el coronavirus en pacientes. Si hasta ahora se venían realizando sólo a los sospechosos que tenían que ser atendidos en los hospitales, ahora se empezarán a hacer a todos aquellos que tengan síntomas en las primeras 24 horas.
Las pruebas las llevarán a cabo los equipos de atención primaria. El objetivo es localizar, aislar y rastrear a los nuevos contagiados, con el objetivo de que los territorios puedan avanzar o no en las distintas fases de desescalada.
Esta sera la nueva línea a seguir por el departamento que dirige Salvador Illa, según se desprende del documento de la Estrategia de diagnóstico, vigilancia y control de la fase de transición de la pandemia que el ministro ha trasladado a los consejeros de salud de las comunidades autónomas.
Detección rápida
La detección rápida será una de las claves para dibujar la situación real de las provincias frente a la pandemia. Cuando se localice un positivo, las administraciones regionales tienen que garantizar el seguimiento de los contactos que el infectado haya podido tener antes de desarrollar los síntomas.
Las autoridades consideran que deben realizar un tracking a las personas que hayan prestado cuidados al paciente (como un médico o enfermero) o los familiares con los que haya tenido contacto. También a todo aquel que haya estado con el enfermo a menos de dos metros y durante más de 15 minutos, como los convivientes o los compañeros de trabajo.
Los sistemas de vigilancia epidemiológica deberán suministrar información diaria sobre la evolución de la pandemia para la toma de decisiones, con nuevos indicadores y con un nivel de desagregación detallado que permita adoptar reacciones rápidas en caso de nuevos brotes.