En los últimos años la inmunoterapia está logrando grandes avances en el tratamiento del cáncer. Sin embargo, en los tumores de páncreas este enfoque hasta ahora no había conseguido demostrar eficacia. El estudio COMBAT ha demostrado resultados prometedores tratando a pacientes con cáncer de páncreas con la combinación de dos estrategias: inmunoterapia y quimioterapia. Estos resultados invitan a creer que la barrera de la inmunoterapia en cáncer de páncreas puede ser superada en un futuro a medio plazo.
La Dra. Teresa Macarulla, oncóloga Médica del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigadora principal del Grupo de Tumores Gastrointestinales y Endocrinos del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), que dirige el Dr. Josep Tabernero, ha participado de forma muy activa en este estudio, cuyos resultados se publican hoy en la revista Nature Medicine.
El Dr. Manuel Hidalgo, del Hospital Cornell de Nueva York (Estados Unidos), es quien lo ha dirigido; en España además del Campus Vall d’Hebron también han participado la Clínica Universitaria de Navarra, el Hospital Gregorio Marañón, el Hospital La Paz, el Hospital de Fuenlabrada estos tres últimos de Madrid.
"Aunque hay que ser cautos porque el estudio incluía un número modesto de pacientes, este es un resultado prometedor que nos permite por fin desarrollar la inmunoterapia para el tratamiento del cáncer de páncreas. Los resultados demuestran que se ha conseguido tanto una tasa de respuesta importante como una duración de esta respuesta mayor de la esperada", explica la Dra. Macarulla.
Promover la infiltración en el tumor
En este ensayo multicéntrico en Fase II -COMBAT- se han reclutado pacientes con cáncer de páncreas que ya habían recibido como mínimo un primer tratamiento de quimioterapia y se mostraban refractarios al mismo.
"Otros ensayos de inmunoterapia habían demostrado ser ineficaces en el tratamiento de estos tumores, así que se buscó cambiar la biología del tumor para tener un ambiente más favorable para responder a la inmunoterapia; para ello se combinaron dos estrategias de inmunoterapia con la quimioterapia", continúa la Dra. Macarulla.
Para lograr este ambiente más favorable para la acción del sistema inmune, en el ensayo se combinó pembrolizumab –un fármaco que se une a la proteína PD-1, que se encuentra en las células T y cuyo bloqueo ayuda al sistema inmunitario a destruir las células cancerosas– con BL-8040, un antagonista de CXCR4 que promueve la infiltración de las células T en el tumor. Estos dos fármacos combinados ya demostraron cierta actividad, la cual se potenció al añadir el tratamiento de quimioterapia, logrando aumentar la supervivencia general de 3,3 meses a 7,8 meses.
"Los datos obtenidos sugieren que el bloqueo de CXCR4 y PD1 puede ampliar el beneficio de la quimioterapia en cáncer de páncreas y justificar la confirmación en un ensayo randomizado posterior", comenta la Dra. Macarulla, quien añade que el fármaco BL-8040 logró en enero del 2020 la designación como medicamento huérfano por parte de la Agencia Europea del Medicamento, demostrando la necesidad de nuevas terapias eficaces en esta patología.
Un cáncer con cada vez más incidencia
El cáncer de páncreas es un tumor que en la actualidad sigue teniendo un pronóstico pobre, con una tasa de supervivencia a los cinco años menor del 10%. La falta de mejoría en la supervivencia y el aumento en su incidencia en los últimos años han hecho que las predicciones sitúen el cáncer de páncreas como responsable de la segunda causa de muerte por cáncer en Estados Unidos en el año 2030.
En España en el 2018 ya hubo más muertes por cáncer de páncreas que por cáncer de mama, siendo la tercera causa de muerte por tumor más frecuente. A pesar de los esfuerzos dedicados a la investigación en el cáncer de páncreas, existen pocos tratamientos activos para tratar a los enfermos, y hasta el momento ninguno basado en la inmunoterapia había logrado obtener resultados.
"Resulta muy importante seguir desarrollando nuevas alternativas de tratamiento, sobre todo si tenemos en cuenta que la incidencia de este tipo de tumor no ha dejado de crecer en los últimos años mientras que no se han logrado desarrollar nuevos tratamientos eficaces. Este estudio abre una puerta que puede resultar muy prometedora en el futuro y que justifica la realización de un ensayo randomizado confirmatorio", concluye la Dra. Macarulla.