Madrid fue en los meses de febrero hasta abril una comunidad desbordada y golpeada salvajemente por el coronavirus. En aquellas fechas, los hospitales madrileños llegaron a tener 15.227 pacientes ingresados por Covid-19 en su pico máximo y alrededor de 1.500 personas en las UCI. Desde el comienzo de la pandemia, la Comunidad de Madrid acumula alrededor de 89.000 casos y 15.200 fallecidos, unas cifras tan espeluznantes como difícilmente imaginables hace sólo un año, cuando el virus no había aparecido en nuestras vidas. Ahora, vive de nuevo momentos de incertidumbre.
El levantamiento del estado de alarma y la desescalada tras meses de duras restricciones en la movilidad ha traído consigo la relajación en las medidas de distanciamiento social y la aparición de los rebrotes en todo el país. Sin embargo, pocos esperaban que se dieran de la forma que se están dando. España es, desgraciadamente, el país de Europa en el que más rápido han crecido los contagios, según el último informe del Centro de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), con 28.267 casos en los últimos 14 días, seguido de Rumanía, con 15.420.
Aragón y Cataluña han sido las comunidades más castigadas. Según el último informe Situación de Covid-19 en España, del Instituto de Salud Carlos III, desde el pasado 10 de mayo, la comunidad aragonesa ha notificado 13.370 casos; y Cataluña, 28.647. Madrid, que parecía encontrarse en una mejor situación, aparece ya en tercer lugar, con 10.919 infectados. La situación en esta última región, a diferencia de Cataluña, que parece estar controlando los brotes, se está complicando por momentos. Los sanitarios viven una calma tensa, temiéndose que vuelvan a repetirse los dramáticos episodios de hace sólo unos meses.
Se multiplican los contagios
"Actualmente vivimos en una enorme incertidumbre". Son palabras de Agustín Utrilla a EL ESPAÑOL. El director médico del Hospital Ramón y Cajal de Madrid aseguraba a este periódico hace sólo unos días que aunque la situación es "muy diferente" a la de marzo, "se ve un ascenso de la curva, una subida que evoluciona lentamente y de manera no exagerada, pero sí llamativa". De hecho, su hospital ya está desalojando zonas para poder controlar el incremento de casos que se está dando en la capital de una forma más efectiva.
Así lo reflejan los datos de los informes epidemiológicos que publica la Comunidad de Madrid, donde se aprecia cómo los casos se están duplicando casi semanalmente. Hace dos semanas, el pasado 29 de julio, Madrid notificaba 181 casos nuevos de Covid en las últimas 24 horas, tenía 141 pacientes hospitalizados y 30 en UCI. En total, 78.807 contagios desde el comienzo de la pandemia. Pues bien, este mismo jueves, Madrid sumaba 720 casos nuevos notificados en las últimas 24 horas, 618 pacientes hospitalizados y 82 en UCI. El número de contagios acumulados suma ahora 87.761 desde el inicio. La estadística del Ministerio de Sanidad también dibuja un panorama inquietante. Según los últimos datos, Madrid suma 10.818 diagnósticos de Covid-19 en los últimos 14 días, solo por detrás de Cataluña, y tiene una incidencia acumulada de 162,35 por cada 100.000 habitantes, similar a la de País Vasco y Navarra.
"La situación es preocupante y engañosa si se miran los hospitales", lamenta Saúl Ares, investigador en el departamento de Biología de Sistemas del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, que alertaba este miércoles a través de su cuenta de Twitter que, si no cambian las cosas, "faltan tres semanas para que se líe parda".
"Es cierto que la ocupación en los hospitales no es muy alta y en las UCIs hay una de cada 10 camas ocupadas, pero el número de contagios lleva creciendo de forma muy regular desde hace un mes, sin pinta de frenar. Y si miramos la ocupación de UCIs y hospitales, cada semana se dobla", explica desde el otro lado del teléfono a EL ESPAÑOL. "La ocupación de UCI ahora mismo es aproximadamente 1 paciente por 100.000 habitantes. 10 es más o menos el tope, 20 a lo que llegamos en abril. La cuenta es fácil: si no cambia la tendencia, en una semana la ocupación de UCI será 2, en dos semanas de 4, en 3 semanas 8…".
Aumento de la tasa de positividad
La positividad (el porcentaje de test PCR que dan positivo) es otro de los chivatos que utilizan los epidemiólogos para saber si la situación se está yendo de madre y hay que implementar medidas. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recoge en su documento Consideraciones de salud pública para ajustar las medidas de salud pública y sociales en el contexto de la Covid-19 que esta tasa debe estar por debajo del 5% para que la epidemia esté controlada.
En el último mes, esta tasa ha pasado del 2% al 6% en España, según reconoció el propio Fernando Simón hace una semana en rueda de prensa, donde aseguró que el cambio estaba directamente influido por la mayor realización de test. El director del Centro Coordinación de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad señalaba que el índice variaba según la zona y que en Madrid, concretamente, la positividad había pasado del 1-2% al 9-10%.
Así lo atestiguan los últimos datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad, que apuntan que esta comunidad estaría, efectivamente, alrededor del 9%, según cálculos de El Confidencial. En Aragón, la comunidad que peor se encuentra en una peor situación con diferencia, esta tasa alcanza casi el 19% en la semana del 31 al 6 de agosto. "Si tuviéramos un mayor número de rastreadores, que pudiera detectar un mayor número de contactos, esta tasa de positividad sería mucho menor", apunta Ares.
Los problemas empiezan a llegar a los hospitales
La Comunidad de Madrid es, según explicó ayer Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, una de las tres comunidades con mayor número de hospitalizaciones. El Hospital 12 de Octubre ha sido el primero en dar la voz de alarma ante los primeros síntomas de saturación. "La sensación de mis compañeros y compañeras es que estamos al ritmo de febrero, con una plantilla de verano. Sin refuerzos y con 300 camas menos en el hospital. Vamos muy mal", lamentaba este mismo miércoles un sanitario en declaraciones a este periódico.
El 12 de Octubre es el centro que tiene un mayor número de ingresos en planta (71 según las últimas cifras), con cinco pacientes en la UCI. La situación ha provocado que los responsables del hospital se hayan visto obligados a activar el plan de elasticidad, retrasando algunas operaciones quirúrgicas y habilitando nuevos espacios para los pacientes.
Pero no es el único que se encuentra en una situación preocupante. El Hospital Universitario de Móstoles también está sufriendo las consecuencias del aumento casi exponencial de los contagios en Madrid desde hace un par de semanas. El centro es el segundo de la comunidad con mayor número de pacientes infectados, alrededor de 40, con cuatro más en cuidados intensivos. Además, fue el primero en reorganizar sus espacios ante el incremento de los contagios en la localidad, la más afectada con una incidencia de 193,6 casos por cada 100.000 habitantes.
Y en septiembre, ¿qué?
Los problemas de Madrid con la escalada de casos vienen desde distintos frentes. Por un lado, la Comunidad ha denunciado en distintas ocasiones que los protocolos y controles establecidos por el Gobierno en el Aeropuerto de Barajas no funcionan. Que es un "coladero" y que se han detectado alrededor de 80 casos importados. Para los sanitarios y especialistas en Medicina Preventiva y Salud Pública, los problemas son otros: el bajo número de rastreadores contratados y el colapso que sufre la atención primaria ante el repunte de casos.
"El programa de rastreo no funciona. Ha fracasado", explicaba a EL ESPAÑOL Vicente Baos, médico de Atención Primaria en el Centro de Salud Collado Villalba-Pueblo que enfermó de Covid y llegó a estar muy grave por esta enfermedad. "Haría falta triplicar el número de rastreadores para llegar al ratio de uno por cada 5.000 habitantes en un lugar como Madrid, con la movilidad de gente que existe y la densidad de población", apunta por su parte Saúl Ares.
A ello hay que unir que los médicos de familia se han visto obligados a cogerse vacaciones en julio y agosto ante el más que previsible repunte de casos de septiembre, y las plantillas no se han reforzado. "La atención primaria es la primera muralla contra el virus. Es donde antes se detectan los casos, donde debería hacerse un rastreo integrado, y si se da salida rápido, donde se puede luchar de forma más efectiva contra el virus". Sin embargo, la situación es complicada en los centros.
El gran temor ahora es lo que pueda ocurrir en septiembre, con el regreso de miles de personas de vacaciones, las aglomeraciones en el transporte público y la reapertura de los colegios. "Yo quiero ser optimista y pensar que vamos a reaccionar a tiempo y a conseguir poner un colchón ante lo que se nos viene", dice Ares. "Pero hay una parte que ya no se puede frenar: el aumento ingresos hospitalarios, de pacientes en UCIs y fallecimientos es lo que sigue al aumento de contagios. Los positivos nuevos ya no podemos evitarlos y en las próximas semanas serán pacientes a tratar, pero habrá que poner toda la carne en el asador para que la situación no se vaya de madre".
Por último, el investigador señala además que sería bueno que la app de rastreo Radar Covid comenzase a funcionar cuanto antes en todas las comunidades. "Hay mucha discusión de cómo de efectiva va a ser, pero cualquier contribución es buena. Es algo que ya está hecho. Debería estar funcionando ya, y cuanto más gente se la instale, mejor", finaliza.