El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha augurado este miércoles que, "si todo va bien", las primeras dosis de la vacuna de la farmacéutica británica AstraZeneca, que están desarrollando investigadores de la Universidad de Oxford, llegarán a España a finales de año.
"Pero tenemos que hacer las cosas bien por sus tiempos: los expertos europeos, entre los que se encuentran expertos españoles que participan de forma activa, han de ver que las fases finales de verificación de esta vacuna dan un resultado satisfactorio", ha precisado el ministro de Sanidad en una entrevista con La Sexta.
De esta forma, si esto sucede y esta vacuna, que es de doble dosis, supera estas fases -actualmente, está entre la 2 y 3 de desarrollo-, "a finales de diciembre, a finales de este año, podríamos empezar a tener las primeras dosis".
Además, España está negociando con otras compañías. "Hay acuerdos muy avanzados con otras cuatro y se está negociando con 2 ó 3 más, y creo que a lo largo de los próximos días podremos ir dando a conocer distintos acuerdos que se hayan cerrado a nivel europeo", ha avanzado.
El que ya lo está, de momento, es el que afecta a la que elabora AstraZeneca y que, ha recordado Illa, es fruto de los memorandos suscritos por parte de la Comisión Europea (CE) para realizar una compra centralizada que permite "una mayor masa crítica de compra" y un mayor "poder de negociación con las compañías", a la par que garantiza un acceso equitativo entre los países.
Y también asegura el cumplimiento de criterios de seguridad sanitaria, puesto que será la Agencia Europea del Medicamento la que acabe validando estas vacunas, bien en régimen de autorización definitiva o condicional.
Con todo, Illa ha querido dejar claro que ni España ni ningún país europeo va a poner en marcha "ningún plan de vacunación que no cuente con las garantías suficientes de las agencias del medicamento que tienen que hacer una evaluación independiente".
El caso de la vacuna de AstraZeneca es paradigmático porque tuvieron tanta confianza en su producto desde el primer momento, que empezaron a fabricarla aún sin tener los resultados de la fase I.
En julio, la vacuna contra el coronavirus que desarrolla la universidad británica de Oxford demostró ser "segura" y "entrenar" el sistema inmunológico, según revelaron los hallazgos de las primeras fases del estudio, divulgados este lunes.
Durante los ensayos clínicos realizados por expertos del prestigioso centro académico, 1.077 voluntarios mostraron que una inyección les llevaba a producir anticuerpos y células blancas de la sangre que pueden combatir el virus.
En el estudio, publicado en la revista científica The Lancet, la vacuna provocó una respuesta de las células T en los 14 días siguientes a la vacunación (glóbulos blancos que pueden atacar a las células infectadas con el virus del SARS-CoV-2), y una respuesta de los anticuerpos en los 28 días siguientes (los anticuerpos son capaces de neutralizar el virus para que no pueda infectar a las células cuando se contraiga inicialmente).