El mundo miró con escepticismo el anuncio del presidente ruso Vladimir Putin de que su país había registrado la primera vacuna eficaz frente a la infección por el nuevo coronavirus Sars CoV-2 y había razones para hacerlo: la supuesta eficacia que el mandatario aseguraba el 11 de agosto no estaba validada por nadie más: ni una mísera publicación, ni un mínimo preprint -los estudios que se suben a repositorios antes de ser revisados por pares-.
Pero este viernes Rusia ha decidido callar bocas a lo grande: publicando los resultados de dos estudios con Sputnik V en una de las revistas médicas más prestigiosas, The Lancet. La misma en la que se salieron los resultados -similares- de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca de la que España ya ha adquirido algunas dosis.
Así, la vacuna con nombre de satélite se probó en dos ensayos clínicos con 38 participantes cada uno. En realidad, se podría decir que fueron cuatro, dos de fase 1 y dos de fase 2. En los primeros se demostró que la inmunización era segura, ya que no se registraron eventos adversos graves en ninguno de los participantes.
En los segundos, que generaba anticuerpos a los 21 días. Pero, además, que también despertaba a las células T a los 28 días. Este tipo de células del sistema inmunológico son las responsables de la inmunidad celular, que se cree que cada vez tiene un papel más importante en la protección frente a la Covid.
Otros datos interesantes sobre la vacuna que se pueden leer en The Lancet se refieren a su presentación, ya que Sputnik V tiene dos formulaciones: una congelada y otra liofilizada. La primera es la que se usaría en países que cuentan con instalaciones para llevar a cabo la fase final de la vacuna, el "llenado". Es por ejemplo el caso de España -si se llegara a un acuerdo-, que cuenta con empresas que hacen este tipo de labores. De hecho, Laboratorios Rovi va a hacer esta fase del proceso con la vacuna de Moderna.
Pero la segunda formulación, la congelada, es muy interesante para alcanzar países lejanos y con pocas infraestructuras. Sólo requerirían de un frigorífico para poder almacenar el producto, que tendría que ser transportado en frío.
Sputnik V es una vacuna basada en adenovirus; En concreto, es una combinación de dos adenovirus, Ad5 y Ad26, ambos diseñados con un gen del coronavirus inactivado para que no sea capaz de replicarse en células humanas y causar enfermedad.
Este tipo de vacuna es bastante común y es del mismo tipo que la inmunización que se va a empezar a probar en breve en España, en el primer ensayo clínico para testar una vacuna frente a la Covid en nuestro país. El producto escogido es la vacuna de Janssen, que también utiliza adenovirus para insertar un virus atenuado.