Los casos notificados de Covid-19 bajaban este miércoles en España. Sí, aunque la cifra asignada al día anterior (4.410) sea mayor que la que se dio el día anterior (3.168 para el lunes), lo cierto es que los demás indicadores, los más fiables, son positivos en la variación diaria: bajan tanto el número de casos totales introducidos en el acumulado (8.866 por 8.964) como el número de casos detectados en el total de los últimos 7 y los últimos 14 días, es decir, la famosa Incidencia Acumulada de la que tanto habrán oído hablar y que queda ahora en 108,35 y 233,37 casos por 100.000 habitantes respectivamente.
Ahora bien, lo que necesitamos no es un buen día. La pasada semana tuvimos un par de días así y acabamos creciendo en el total. Lo que necesitamos es una tendencia y aunque la tendencia es a seguir frenando el crecimiento hasta casi pararlo del todo, lo cierto es que los números semanales siguen mostrando un incremento que roza el 10%... y un 10% me parece una barbaridad después de dos meses y medio viendo crecer y crecer los contagios sin medidas dignas de ese nombre para detenerlos.
Incluso Aragón, que había conseguido salir de la zona de alerta roja en la que convivió la segunda quincena de julio y la primera de agosto parece haber entrado en una meseta de ese decrecimiento. Con Madrid, sigo teniendo dudas. Hay algo en los datos de estos últimos días que no me gusta, pero necesitamos tiempo para consolidar casos y tendencias.
El problema no es ya que la gente se muera en los pasillos -eso es inconcebible que vuelva a pasar, inconcebible- sino que se aplacen cirugías, se colapsen urgencias para otras enfermedades y se tenga que buscar camas donde sea para atender otras patologías. Ni los hospitales ni la atención primaria son chicles que se puedan estirar hasta donde uno quiera y eso habría que tenerlo siempre en cuenta.
En total, tenemos un 7,3% de camas ocupadas por pacientes de Covid-19 en España, con picos por encima del 10% en La Rioja (10%), País Vasco (11%), Aragón (12%), Baleares (13%) y Madrid (17%). El caso de la comunidad gobernada por Isabel Díaz-Ayuso es un buen ejemplo de lo que está pasando en todo el país: aproximadamente el 10% de los casos requieren hospitalización… pero son hospitalizaciones rápidas en su mayoría, de pocos días, lo que permite que la prevalencia no salte por los aires.
Pese a que roza los 300 ingresos diarios (España ya supera hoy los 1.000), la prevalencia en planta lleva dos días bajando levemente. No así la de camas UCI, que llega a 294, cifras de mediados de mayo.
Lo que también se está acercando a mayo es el número de fallecidos, en medio de nuevo de fuertes discrepancias entre los datos oficiales del ministerio de Sanidad y los datos -también oficiales- de las consejerías autonómicas. Madrid anuncia hoy 27 nuevas muertes, aunque, lógicamente, no pertenecen todas a las últimas 24 horas sino que se van repartiendo entre los días anteriores.
Desgraciadamente, el informe de la consejería no incluye el desglose por días, que sería más que interesante. Hablando de toda España, Sanidad ha metido hoy 34 nuevos muertos en todo el país, cifra que obviamente no está actualizada porque es casi idéntica a la que Madrid notifica por sí sola.
En los últimos siete días, en España habrían muerto según el ministerio dirigido por Salvador Illa, un total de 246 personas. Si contamos las últimas dos semanas, tendríamos 529 fallecidos.
Ahora bien, un análisis minucioso de los óbitos notificados públicamente por las distintas CCAA nos ofrece un resultado más preocupante: 478 fallecidos en la semana del 31 de agosto al 6 de septiembre, la última que más o menos podemos considerar consolidada… y a duras penas. Probablemente, estas cifras irán creciendo por encima de los 500, y teniendo en cuenta que la cifra de fallecidos va con un cierto retraso con respecto a detección de contagios y hospitalizaciones, no es disparatado pensar que incluso deteniendo la hemorragia de casos, pronto estemos en torno a los 80-85 muertos diarios, lo que nos daría un septiembre con 2.000 o 2.500 fallecidos en el escenario más optimista.
Un 1% aproximadamente de los casos detectados en agosto. El problema es que esa hemorragia aún sangra. Necesitamos un torniquete cuanto antes.