Hay quien habla ya del milagro de Hanukkah, la festividad judía que dura ocho días y que concluye el próximo viernes. Ésta rememora un evento en el que pudo encenderse el candelabro del templo durante ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite, que alcanzaba solo para uno.
Algo parecido está ocurriendo con las escasas vacunas que la farmacéutica Pfizer -que desarrolló el producto junto con BioNTech- ha distribuido en EEUU, tras la autorización para su uso de emergencia por la FDA, el organismo que regula los medicamentos en el país.
Como cuenta The New York Times, para sorpresa de algunos hospitales de EEUU, algunos viales de la vacuna incluían principio activo suficiente para una o incluso dos dosis extra.
Es decir, en lugar de las cinco dosis que supuestamente incluye, había material suficiente para seis o siete, lo que se ha traducido en que algunos hospitales como el Northwell Health de Nueva York, por ejemplo, tengan hasta 20 dosis más de la vacuna, según los viales asignados por las autoridades.
El supuesto milagro generó alguna inquietud al principio. ¿Se podrían utilizar esas dosis extra? ¿Estarían en malas condiciones los viales de la vacuna si había más líquido del esperado? El miércoles, la FDA dio una respuesta y permitió a los hospitales dar uso a esa dosis inesperada, mientras que consultaban con Pfizer qué estaba pasando.
En un comunicado, la empresa ha explicado que se supone que hay una cantidad uniforme de vacuna en cada vial, pero que el remanente que queda en el mismo después de las cinco dosis puede variar según el tipo de jeringas y agujas utilizadas, así como según la solución de disolución que se use.
La compañía ha dicho que va a consultar con la FDA sobre qué hacer y que, por el momento, no puede ofrecer una recomendación de uso sobre las cantidades sobrantes, lo que cada hospital tendrá que consultar con las autoridades sanitarias locales.