La periodista Julia Otero ha anunciado en directo este lunes que padece cáncer, pero no ha querido decir a qué tipo de tumor se enfrenta-aunque la medicina personalizada hace que este extremo cada sea menos determinante-.
Sin embargo, sí ha aprovechado para lanzar un mensaje que casi podría valer de campaña de salud pública, ya que ha indicado cómo tuvo lugar su diagnóstico. "El martes pasado en un control rutinario, de esos que todos tenemos que hacernos, llegó la sorpresa. En un rinconcito aparecieron células egoístas, como las llama el doctor López Otín".
Sin entrar a especular sobre el diagnóstico concreto de la periodista, la realidad es que, tal y como ella misma ha dicho, algunos tipos de cáncer se detectan en "controles rutinarios". Desgraciadamente, no son todos.
La buena noticia para los fans y seguidores de la periodista es que un cáncer detectado en una revisión suele diagnosticarse más precozmente que uno que se localiza por presentar síntomas.
Pero, ¿qué tipos de cáncer son los más proclives a detectarse en revisiones rutinarias o chequeos? En mujeres, hay tres programas de cribado bastante habituales: el de detección de cáncer de cuello de útero, el de cáncer de mama y el de cáncer colorrectal. En hombres, los dos más comunes serían el de colon y el de próstata.
Aunque más opcionales, los chequeos dermatológicos también son bastante habituales para intentar localizar el cáncer de piel y, sobre todo, su versión más agresiva, el melanoma.
El cáncer de cuello de útero se localiza precozmente con las citologías o con las pruebas de detección del virus del papiloma humano (VPH) y están recomendadas sobre todo para mujeres de entre 25 y 64 años que, según los distintos programas, se harían una u otra prueba.
De los 25 a los 34 años, el Ministerio de Sanidad recomienda hacerse una citología cada tres años y, de los 35 a los 65, una determinación del VPH de alto riesgo.
El cáncer de mama es uno de los tumores con un programa de cribado o detección precoz más establecido en España. Aunque la edad de inicio varía entre comunidades autónomas, lo que recomienda el Ministerio es realizar mamografías cada dos años de los 50 a los 69 años.
El cáncer colorrectal también tiene un importante programa de cribado por parte de la sanidad pública, que también variar ligeramente entre regiones. El Ministerio recomienda hacer un test de sangre oculta en heces a hombres y mujeres entre 50 y 69 años de forma bienal.
A los hombres se les sumaría el controvertido cribado de cáncer de próstata, cuya eficacia para detectar precozmente y reducir la mortalidad de este tipo de tumores está bastante cuestionada, aunque es muy habitual sobre todo en la medicina privada. Las pruebas consisten en la realización de un tacto rectal y un análisis de sangre de determinación del PSA.
Por último, las personas con piel muy blanca o con abundancia de lunares en su cuerpo suelen someterse a revisiones para detección precoz del cáncer de piel, pero no son programas establecidos porque no existe evidencia de que el cribado sea una herramienta eficaz para reducir la mortalidad.
Como se explica en este artículo de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), sólo está justificado el cribado poblacional para la detección de tumores de cérvix uterino, mama y colon, lo que no es obstáculo para que algunas personas opten por chequeos u otras pruebas específicas que no han demostrado ser efectivas ni costeeficaces.