Nuevo retraso en la campaña de vacunación. La cuarta vacuna aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) fabricada por Janssen, la filial estadounidense de Johnson & Johnson, ha visto retrasada su entrega en Europa después de que EEUU anunciara una investigación después de registrarse seis casos de un tipo de coágulo sanguíneo raro y grave en personas que habían recibido esta vacuna. 6,8 millones de estadounidenses ya han recibido esta vacuna, y una persona afectada por este tipo de reacción inusual ha fallecido.
España tenía previsto recibir hasta 5,5 millones de viales del fármaco hasta junio, con una primera tanda reservada para la franja entre los 79 y los 70 años, pero pudiendo ser administrada a todos los pacientes "por debajo de los 80 años". Esta vacuna presenta dos ventajas con respecto a las tres anteriores. Por un lado, se conserva a una temperatura de entre dos y ocho grados centígrados, la propia de una nevera normal, lo que facilita su distribución y manejo. Por el otro, es monodosis: con un único 'pinchazo' basta.
Janssen se basa en una tecnología diferente a las de Pfizer y Moderna, que son vacunas de ARN mensajero, una codificación de una forma de la proteína S del coronavirus que permite desencadenar la respuesta inmunológica. Como la de AstraZeneca, emplea un adenovirus modificado genéticamente para "enseñar" al sistema inmune a protegerse del coronavirus SARS-CoV-2 si se produce la infección. Las tres primeras vacunas, sin embargo, han optado por la doble dosis incluso cuando la inmunidad desarrollada tras la primera ya era notable. Reino Unido, de hecho, tomó la arriesgada decisión de retrasar la segunda para permitir una cobertura más amplia de partida.
"El diseño de los ensayos se basa en cómo funciona el sistema inmunitario. Por ejemplo, la mayoría de las vacunas que se administran en el calendario vacunal a los niños son de al menos tres dosis, aunque hay dos (la triple vírica y la de la varicela) para las que se requieren dos dosis y una, la de la gripe, que es dosis única, para incluir las nuevas cepas que circulan cada año, entendiéndose que hay inmunidad previa frente al virus de la gripe de años anteriores", explicaba la catedrática de Inmunología de la Universidad de Vigo y expresidenta de la Sociedad Española de Inmunología, África González, a EL ESPAÑOL.
El enfoque de la doble dosis, por tanto, sería el 'ortodoxo', mientras que la monodosis sería el de 'batalla': en el contexto de la pandemia, ofrecer un umbral aceptable de inmunización con una única aplicación reduciría con mayor rapidez las nuevas infecciones. Esto, sin embargo, parece conllevar una reducción en la eficacia: la del fármaco de Janssen en fase 3 se estableció en un 66% a los 28 días de la vacunación, por debajo del espectacular éxito de un 95% de Pfizer o Moderna. Esto, sumado a que también puede aparecer riesgo de tromboembolismo, puede llevar a un rechazo social a esta vacuna, como ocurrió con la de AstraZeneca, al considerarla "la mala".
El dato, sin embargo, debe matizarse. En primer lugar, los ensayos de Janssen han sido posteriores a los de las vacunas de ARN mensajero , en un contexto en el que las variantes del coronavirus han proliferado por todo el planeta, con distintas capacidades para burlar al antígeno. Así, la eficacia en Brasil fue de un 66% y en Sudáfrica del 64%, dos países que han identificado variantes locales más contagiosas, pero en EEUU, el éxito aumentó al 72%. Del mismo modo, un reciente estudio en Israel apuntaba a que la vacuna de Pfizer protegería peor contra la variante sudafricana.
Por otro lado, la función de la vacuna no es únicamente la de prevenir la infección, sino la de reforzar el sistema inmune para evitar un cuadro grave de la enfermedad que ponga en peligro la vida del paciente y agrave el colapso hospitalario. En ese sentido, la eficacia de Janssen en la fase III para prevenir los casos graves fue del 86% , aumentando a un 90% transcurrido mes y medio, y ninguno de los participantes en el ensayo requirió de hospitalización. Tampoco se produjeron muertes. Por tanto, aún con "un tercio" de probabilidades de contraer Covid-19, la vacuna garantiza que sea la variante más leve, que se puede pasar en casa.
"Hay muchas cosas que nos faltan por saber de las vacunas. Entre otras, su efectividad comparativa, la duración de la inmunidad, la efectividad real frente a nuevas variantes y sus efectos secundarios. Lo que si sabemos es que todas consiguen reducir los casos graves de Covid-19. Todos los ensayos han mostrado un perfil de efectividad excelente frente a la hospitalización", escribe el investigador de FISABIO en The Conversation. Dicho de otro modo, toda indemnización es buena, y acerca el final de la crisis sanitaria. Ya habrá más pinchazos en el futuro, cuando las vacunas se adapten para afinar el tiro contra las variantes.