Su exotismo y la complejidad de su dibujo ha seducido durante décadas a miles de jóvenes que viajaban a Marruecos, Egipto o la India. Desde hace unos años, sin embargo, su presencia se ha hecho cada vez más popular en mercadillos, ferias y, principalmente, las playas de España. Son tatuajes temporales que, sin embargo, tienen un gran riesgo si no se hacen de la manera tradicional.
"Los padres no entienden el alcance o la importancia que puede generar un tatuaje de estas características", advierte el dermatólogo Donís Muñoz. Y es que son populares sobre todo entre niños y adolescentes. En apariencia, los tatuajes de henna negra son como los de henna natural (que se obtiene a partir de hojas y flores del arbusto Lawsonia inermis) pero con un color oscuro más brillante en lugar del rojizo del producto natural, se secan antes y permanecen más tiempo en la piel.
Pero la henna negra está prohibida porque contiene colorantes como la p-fenilendiamina, abreviada como PPD, cuya aplicación directa sobre la piel no está permitida. Por eso la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha emitido un comunicado alertando del uso de esta sustancia con la llegada del buen tiempo y los eventos al aire libre.
"La PPD forma parte de la mayoría de los tintes capilares", explica Muñoz, "en concentraciones muy bajas, del 2%, y los tintes no se aplican directamente sobre la piel sino en el pelo". La henna negra se aplica en la piel "y puede contener una concentración de PPD de entre el 1% y el 60%. Si te hacen un dibujo con ella en la mano, su capacidad para generar una reacción es altísima".
Si la persona no ha tenido un contacto previo con la henna negra, la reacción puede tardar entre cinco días y dos semanas en aparecer, con un picor y una inflamación molestas, manchas en la piel o dermatitis. "Ha habido casos en que la concentración es tan alta que han acabado en un hospital", comenta el doctor, matizando que estos casos tan extremos no son comunes.
Alérgico a los tintes para el pelo
Si no es la primera vez que se la aplica y se ha sensibilizado frente al PPD, las consecuencias son peores. La irritación aparece a las pocas horas, la reacción es mucho más fuerte y, con tratamiento, "tarda entre 10 y 15 días en desaparecer, dejando una manchita blanca. Eso, en el mejor de los casos".
La persona que se ha hecho el tatuaje "es alérgica para toda su vida para todo tipo de tintes de cabello y un buen número de colorantes textiles o cremas con hidroquinonas por sustancias que están emparentadas con la PPD", explica el dermatólogo, y avisa: “No podría trabajar en ciertas profesiones como la peluquería”.
Al ser una pasta que se utiliza principalmente en negocios ambulantes, es difícil controlar su uso. "No es raro irse a Formentera, a un mercadillo, y ver un puesto de henna negra", señala Muñoz, que se queja de que hay mucha permisividad con su uso y se vigila poco. "No hay mecanismos de denuncia cuando se trata de puestos callejeros".
Con todo, hay una alternativa a la henna negra más allá de la natural y parece que se está poniendo de moda: la jagua, que se obtiene de a planta Genipa americana, procedente de México, el Caribe y el norte de Sudamérica y la utilizan las tribus nativas de dicha zona para decorar su piel. Su color es algo más azulado que la henna negra y suele permanecer unas dos semanas en la dermis.
"Su uso es más razonable. Ha habido casos de reaccioners alérgicas, pero suelen ser como las que sufren algunas personas al ponerse unos pendientes o llevar a algún reloj". La próxima vez que busque darle un punto de exotismo a su piel compruebe que quien le hace el dibujo usa una pasta amarillenta-rojiza o, en todo caso, azulada.