En España se han inoculado, hasta el 30 de mayo, un total de 26.227.825 vacunas contra la covid-19 sobre las que se han notificado 24.491 acontecimientos adversos, de los que 4.659 fueron considerados graves, es decir, el 0,01%, once centésimas menos que en el último informe.
Según el sexto Informe de farmacovigilancia sobre vacunas Covid-19 publicado este martes por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), se entienden como grave "cualquier acontecimiento adverso que requiera hospitalización, dé lugar a una discapacidad significativa o persistente, ponga en peligro la vida o resulte mortal". No obstante, la AEMPS precisa que los acontecimientos adversos que se notifican "no significa que estén relacionados con la vacunación".
Los 24.491 acontecimientos adversos informados suponen 93 notificaciones por 100.000 dosis administradas. El 77% han sido comunicadas por profesionales sanitarios y el 23% por los propios ciudadanos.
De las vacunas administradas, el 70% corresponde a Pfizer, el 19% a AstraZeneca, el 9% a Moderna y el 2% a Janssen. Del total de personas vacunadas, el 56% son mujeres y por edades, el 52% tiene entre 18 y 65 años, y un 48% es mayor de 65 años.
Sobre la vacuna Pfizer y casos notificados de miocarditis (inflamación del músculo del corazón) y pericarditis (inflamación de la membrana que rodea el corazón) en Israel, la AEMPS entiende que "no se puede establecer una relación causal entre la aparición de miocarditis o pericarditis y la vacunación".
En España y en relación a Pfizer, las notificaciones de efectos adversos graves fueron 2.432 que representan el 0,01% de las dosis administradas. Los más frecuentes fueron estado febril, en un 38%; cefalea, 28% y mialgia, 21%.
Respecto a Moderna, la AEMPS informa de que se ha identificado la diarrea como una nueva reacción adversa, por lo que se incluye en la ficha técnica. Entre las 2.403.231 dosis administradas de esta farmacéutica hubo 2.850 notificaciones de efectos adversos graves, el 0,11%.
La mayoría se dieron en mujeres (82%) y personas entre 18 y 65 años (89%). Al igual que en Pfizer, las reacciones más comunes son estado febril, cefalea y mialgia, además de dolor en la zona de vacunación, malestar, escalofríos y náuseas.
En relación con AstraZeneca, la ficha técnica ya incluye la aparición de forma rara del síndrome de trombosis con trombocitopenia (STT), que se caracteriza por la formación de coágulos de sangre en los vasos sanguíneos con niveles bajos de plaquetas.
Por ello se contraindica la segunda dosis en personas que hayan experimentado STT tras la primera con AstraZeneca. La ficha técnica incluye dolor de piernas, convulsiones y cambios en el estado mental como posibles signos de STT.
De esta vacuna se administraron hasta el 30 de mayo un total de 5.021.810 dosis, sobre las que 8.082 notificaron efectos adversos graves, el 0,16%. De la cuarta vacuna autorizada, Janssen, se administraron hasta el 30 de mayo 387.802 dosis, con 89 notificaciones de efectos adversos, que representan el 0,02 por ciento.
La mayoría de las personas que recibieron esta vacuna fueron hombres (52 por ciento). Por edades, el 53% correspondió a personas mayores de 65 años y el 47 por ciento a la franja de 18 a 65 años. La pirexia o estado febril y la cefalea se llevan más de la mitad de las reacciones, seguido en menor medida por mialgia, malestar y mareo.