Las personas mayores de 65 años que han pasado la Covid tienen niveles de anticuerpos protectores altos a los tres meses de recibir la vacuna, a diferencia de los que no pasaron la enfermedad, según un estudio de IrsiCaixa y la Atención Primaria Metropolitana Norte del Institut Català de la Salut (ICS).
El estudio, difundido este martes, apunta que los niveles de anticuerpos neutralizantes -con efecto protector– de ese grupo de mayores son altos, en comparación con los vacunados que no han pasado la enfermedad.
El equipo investigador ha observado que las personas mayores vacunadas y que previamente habían pasado la infección, aunque tengan una respuesta inmunitaria menos eficaz, alcanzan unos niveles de anticuerpos similares a los de la gente más joven.
Los investigadores entienden que, con estos datos, podría ser necesario un replanteamiento de la estrategia de vacunación de las personas mayores que no han pasado la Covid-19 para conseguir reforzar su respuesta protectora.
Los mayores que han sido vacunados pero que no han pasado la covid muestran niveles muy bajos de anticuerpos protectores tres meses después de recibir la pauta completa de la vacuna.
Los resultados del estudio, que se está llevando a cabo con el apoyo de la iniciativa solidaria YoMeCorono y la Fundación Glòria Soler, ponen de manifiesto la necesidad de hacer un seguimiento constante de la respuesta inmunitaria de este colectivo y, si es necesario, adaptar el calendario de vacunación para conseguir un mayor nivel de anticuerpos que les proteja de la infección.
Hasta ahora, la mayoría de estudios apuntan que esta respuesta protectora de la vacunación se mantiene, como mínimo, un año después de la infección, pero gran parte de ellos se han llevado a cabo en personas menores de 65 años.
"La respuesta de las personas mayores a las vacunas o a las infecciones es diferente, ya que sus sistema inmunitario está envejecido y las células que deberían protegerlas son menos eficientes", explica Marta Massanella, investigadora principal del grupo de Investigación Traslacional en Inmunología y Envejecimiento (TRIA) de IrsiCaixa y cocoordinadora del proyecto junto a Núria Prat, directora de la Atención Primaria Metropolitana Norte del ICS.
"Queremos averiguar cuánto dura la protección de las personas que viven en residencias para poder ayudar a este colectivo más vulnerable", añade Prat. Para poder evaluar la respuesta inmunitaria de las personas mayores, el equipo investigador hizo un seguimiento de 98 personas residentes en 3 centros geriátricos del área Metropolitana Norte.
Se obtuvo una muestra de pacientes mayores de 65 años, aunque la media de edad era de 87. Entre estos, más de un 80 % se infectó durante la primera ola de la pandemia y, más tarde, todos recibieron la pauta completa de la vacuna de Pfizer.
Se extrajeron muestras de sangre de todo este grupo antes de la vacunación y tres meses después, y de este modo se pudieron comparar los niveles de anticuerpos neutralizantes que habían generado las personas infectadas y vacunadas con los de las que únicamente se habían vacunado.
"Los resultados muestran que las personas que no habían pasado la infección tienen niveles muy bajos de anticuerpos neutralizantes tres meses después de vacunarse y, además, estos niveles disminuyen a medida que la edad incrementa", detalla Macedonia Trigueros, investigadora predoctoral en IrsiCaixa.
Estos datos contrastan con los resultados de las personas mayores que habían pasado la COVID-19 antes de recibir la vacuna, que muestran una respuesta inmunitaria mucho más potente. De hecho, su número total de anticuerpos llega a ser mucho más elevado que el de un grupo de individuos más jóvenes.
Se demuestra así que la calidad de la respuesta inmunitaria de las personas mayores es limitada y destaca el proceso de envejecimiento que sufre el sistema inmunitario con el paso del tiempo. Este proceso se conoce como inmunosenescencia y refleja la pérdida de eficacia de las células inmunitarias a lo largo de los años.
Los resultados de este estudio son un primer paso para entender hasta qué punto están protegidas las personas mayores y remarcan la importancia de continuar haciendo un seguimiento de su respuesta inmunitaria.
"Los datos nos hacen plantear la necesidad de adaptar la pauta de vacunación que recibe este grupo de edad, sobre todo los que no han pasado la infección. Ahora hay que estudiar cuál es el mejor calendario de vacunación y seguir investigando para entender la evolución de la respuesta inmunitaria más allá de los primeros tres meses”, concluye Bonaventura Clotet, director de IrsiCaixa y Jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol.
Los mayores forman uno de los colectivos más afectados por la pandemia de la COVID-19, que ya ha causado la muerte de casi 30.000 personas que vivían en residencias en España.