Bruselas

El Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), ha publicado este miércoles su esperado dictamen sobre la necesidad o no de administrar una tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19. Su conclusión es que la inyección de refuerzo no es urgente para la población general sino únicamente para los grupos de riesgo, en particular personas con sistemas inmunitarios débiles y personas mayores frágiles, sobre todo las que viven en residencias. Este dictamen ha sido respaldado este mismo jueves por la EMA como "medida de precaución" para personas mayores e inmunodeprimidas. 

El dictamen del ECDC -la agencia independiente de la UE responsable de combatir las enfermedades infecciosas- llega cuando algunos Estados miembros como Francia o Alemania ya han anunciado que inyectarán una tercera dosis. También Estados Unidos se dispone a iniciar la inoculación de dosis de refuerzo. Por su parte, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, había anunciado que esperaría a las recomendaciones de Bruselas antes de adoptar cualquier decisión.

"La evidencia disponible en este momento sobre la eficacia de la vacuna en el 'mundo real' y la duración de la protección muestra que todas las vacunas autorizadas en la UE son actualmente altamente protectoras contra la hospitalización, enfermedades graves y muerte relacionadas con la Covid-19, lo que sugiere que no hay una necesidad urgente de administrar una dosis de refuerzo a las personas vacunadas con pauta completa en la población en general", sostiene el ECDC. 

"Sí debe considerarse ahora la opción de administrar una tercera dosis a las personas que hayan experimentado una respuesta limitada a las dosis iniciales de vacuna contra la Covid-19, como algunas categorías de individuos inmunodeprimidos (por ejemplo, receptores de trasplantes de órganos", prosigue el dictamen. Para este grupo, la inyección adicional no debe considerarse como un refuerzo sino para completar la vacunación.

"También se podría considerar la posibilidad de proporcionar una dosis adicional como medida de precaución a las personas mayores y frágiles, en particular las que viven en entornos cerrados (por ejemplo, los residentes de centros de atención a largo plazo)", sostiene el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades.

En lugar de planificar una tercera dosis, los Gobiernos europeos deberían fijarse como prioridad en sus programas de vacunación "proporcionar a todas las personas elegibles el régimen de dosis recomendado". Es decir, dos dosis en el caso de Pfizer-BioNTech, Moderna y AstraZeneca y una dosis para Janssen. Completar la pauta de vacunación es particularmente importante para los familiares y profesionales que atienden a personas inmonodeprimidas y mayores, insiste el dictamen.

A juicio del ECDC, todavía faltan "datos sólidos" para llegar a una conclusión definitiva sobre la necesidad de inyecciones de refuerzo, en particular sobre la duración de la inmunidad o el intervalo entre las dosis. "Para responder a estas preguntas, se necesitan estudios prospectivos sobre la eficacia de la vacuna, así como la vigilancia de infecciones de vacunados en la población general y en grupos específicos", asegura el estudio.

La necesidad de una tercera dosis deberá reconsiderarse "en caso de que se observe una disminución sustancial en la efectividad en uno o más grupos de población".

Mientras tanto, el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades resalta que todavía hay muchas regiones del mundo que no tienen vacunas suficientes contra la Covid-19. Una situación que podría empeorar si los países de la UE deciden administrar una dosis de refuerzo a la población en general. 

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