El 'efecto rebote' de la gripe en España: vuelve el fantasma del colapso hospitalario
Dos estudios advierten de un posible aumento de casos como producto de la ausencia de inmunidad frente a las cepas que están por venir.
8 septiembre, 2021 03:26Noticias relacionadas
No hay que bajar la guardia. Esta es la frase que quizá han repetido más veces los profesionales sanitarios en los últimos tiempos, y no les ha faltado razón: cuatro olas de Covid-19 dan cuenta de ello. Y dos nuevos estudios parecen reafirmar este aviso para cuando, previsiblemente, la vacunación frente al coronavirus esté completada en los países más avanzados.
Los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) encargaron dos estudios a la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh para estimar qué se puede prever de la próxima temporada de gripe dada la excepcionalidad del último invierno.
Los resultados de estos estudios, que todavía están pendientes de revisión por parte de expertos independientes, han llevado a este organismo a advertir de la dureza de la próxima temporada. "La reducida inmunidad entre la población debida a la escasez de actividad del virus de la gripe desde marzo de 2020 podría resultar en un temporada de gripe más temprana y posiblemente grave", señalan.
El éxito de las medidas de prevención frente a la Covid-19 (mascarilla y distancia social, principalmente) y un posible efecto de desplazamiento del SARS-CoV-2 convirtió la temporada de gripe 2020-2021 en una especie de temporada 'fantasma', donde apenas se vieron contagios.
Inmunidad inexistente
La otra cara de la moneda de esta buena noticia es que la inmunidad que podría haber adquirido parte de la población, especialmente los niños, y que le serviría para combatir el virus de la gripe este año, no existe. Es decir, o la inmunidad frente a la gripe dura más tiempo o este invierno habrá más personas desprotegidas frente al virus.
Así, estimando que esta inmunidad adquirida por infección dura dos años, el primero de los estudios evalúa el efecto que puede tener la inexistencia de esta barrera a través de un modelo matemático de predicción. Los resultados: si no se aumenta la cobertura de la vacuna contra la gripe o su efectividad en un 50%, las hospitalizaciones pueden aumentar hasta en un 20%. En el caso estadounidense, esto implicará unos 100.000 ingresos más este año.
El modelo estima que, si la transmisión de la gripe se redujo un 10% este invierno, el pico de contagios se producirá el próximo 19 de enero (cinco días antes de lo que sería normal) y será un 10% mayor que en una temporada normal. Este porcentaje aumenta hasta el 19,7% y el 37,7% si la tasa de transmisión hubiera disminuido un 15% o un 20% este invierno.
El segundo estudio realiza una predicción basada en que la cepa de la gripe del año pasado y la de este sea distinta o no. Aunque el escenario más probable es un "incremento moderado" respecto a temporadas normales, este artículo advierte de que los niños están especialmente en riesgo dado que es improbable que hayan tenido exposición a infecciones y "la inmunidad de este grupo proviene de la vacunación, que se desvanece rápido".
En España, solo se vacunan los niños con factores de riesgo frente a la gripe, como enfermedades cardiovasculares o respiratorias crónicas, celiaquía y otras condiciones. Pero, como apunta la pediatra Belén Aguirrezabalaga, "la gripe en los niños causa hospitalizaciones, también en aquellos previamente sanos".
La última temporada 'normal' de gripe en España, la del invierno entre 2019 y 2020, dejó más de 600.000 casos confirmados, casi 28.000 hospitalizaciones y 1.800 ingresos en UCI. Unas 3.900 muertes se atribuyeron a la infección, mientras que la vacuna evitó el 37% de fallecimientos atribuibles a la enfermedad.
Colapso en los hospitales
Con todo, la incertidumbre sobre la gripe viene con cada temporada. Las vacunas se basan en las cepas circulantes tanto en la temporada anterior como en el hemisferio sur durante el verano, pero "hay temporadas en las que no coinciden y, por tanto, las vacunas nos protegen menos".
A esto se añade el hecho de que los niños son transmisores del virus hacia los adultos, tanto de la gripe como del SARS-CoV-2, y la vacuna contra la Covid-19, de llegar a los menores de 12 años, lo hará en plena temporada gripal.
"Si tenemos una temporada de gripe moderada, la combinación con la Covid puede ser difícil y un motivo de consumo importante de recursos sanitarios". Aunque muestra cierto escepticismo con los estudios encargados por los CDC, la pediatra, responsable del grupo de vacunas de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (Sepeap), recuerda que antes de la llegada de la Covid-19, la gripe era causa frecuente de colapso de los hospitales en invierno, por lo que recalca la importancia de no relajar las medidas de prevención que han sido la mejor forma de contención del virus: mascarilla, distancia y ventilación.
Coincide con ella, tanto en escepticismo como en la precaución, el especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública Juan Antonio Sanz Salanova. "Mi impresión es que es posible que, si no cambia la situación, pase lo del año pasado". Es decir, baja circulación del virus de la gripe por el éxito de la mascarilla.
Lo acontecido en el hemisferio sur en esta temporada de invierno de la que ya van a salir (coincidente con nuestro verano) apoya esta idea: "Este año ha habido poca transmisión, Australia está teniendo muy poca gripe; y en Sudamérica el número de contagios recuerda a los periodos interepidémicos, con un aumento ligero de los casos".
Gripe y Covid-19
Sin embargo, reconoce que "la gripe es un virus que nos sorprende año tras año en sus diferentes maneras de transmitirse". A principios de 2020, cuando todavía no esperábamos que la Covid arrasara como lo ha hecho, el peligro que veían los preventivistas era que el coronavirus podía empeorar la delicada situación de unos hospitales tensionados por la gripe.
Luego se vio que no hacía falta combinar el SARS-CoV-2 con la gripe para provocar el caos: el nuevo virus se valía por sí solo. Con todo, Sanz Salanova señala que este año "habrá que independizar la vacuna de la Covid y de la gripe: todavía no hay un protocolo de la combinación de ambas, a esperas de lo que ocurre con la tercera dosis de la vacuna Covid".
Las recomendaciones sobre la administración conjunta de ambas vacunas todavía están pendientes de especificarse. El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, formado por los representantes de sanidad del Gobierno central y las autonomías, acordó en junio, cuando se aprobaron las cepas de la gripe para este invierno, especificar más adelante esas recomendaciones. Casi tres meses después, todavía no se ha hecho.
Para ambos virus, la mejor garantía es la vacunación, y España puede presumir de altas coberturas en los dos casos. El acuerdo del Interterritorial señalaba la importancia de incrementar las coberturas vacunales en población objetivo hasta el 75% en personas mayores de 65 años y personal sanitario y sociosanitario, así como superior al 60% en embarazadas y otras personas con condiciones de riesgo. En 2019 se llegó al 53% en mayores.
A pesar de la confianza de Sanz Salanova en que sea una temporada suave, el preventivista recoge el mantra que los sanitarios repiten una y otra vez: no hay que bajar la guardia. "La circulación de estos dos virus puede ser muy complicada para el sistema sanitario de cualquier país". No hay más que decir.