A escasas semanas de que comiencen las Navidades, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha vuelto a alertar sobre el peligro de esta nueva variante que considera "preocupante". De momento, su mayor transmisibilidad está provocando un aumento en la velocidad de notificación de los casos.
El servicio de microbiología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid informó este lunes del primer caso de la variante ómicron en España. El hombre, de 58 años, era un viajero procedente de Sudáfrica que presentaba síntomas leves y no es descartable que sigan apareciendo en los próximos días.
La OMS recomienda intensificar las medidas de protección e higiene personal como el lavado de manos y las mascarillas y, en un informe técnico, pide a los países que restrinjan los vuelos de conexión a Sudáfrica, el país donde se detectó el primer caso de ómicron. Al menos, mientras las incógnitas sobre la eficacia real de las vacunas o la incidencia sobre personas mayores encuentren una respuesta.
¿Qué es ómicron y de dónde surge?
El 9 de noviembre se confirmó en una muestra la primera infección de B.1.1.529, la quinta variante detectada desde que comenzó la pandemia del Sars-Cov-2. Los primeros casos se detectaron en la provincia sudafricana de Gauteng y desde entonces, los casos se multiplican no sólo en este país sino en otros como Bélgica, Japón, Reino Unido y, hasta hace un día, en España.
En Sudáfrica, los casos han aumentado considerablemente desde que se comunicaron los primeros casos de la variante que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denominado como ómicron. Su nombre responde únicamente a una decisión que tomó el organismo de adjudicar a cada nueva variante una letra del alfabeto griego y evitar así discriminaciones hacia los países donde se detectan los primeros casos de nuevas variantes. La siguiente letra disponible era nu, pero la OMS decidió saltarse esta letra y la siguiente (xi), por posibles confusiones, en el primer caso por su parecido fonético a la palabra new en inglés, y en el segundo caso, por su identificación con un nombre muy común en china. Mismamente, el del propio presidente del país, Xi Jinping.
La preocupación sobre esta nueva cepa del virus preocupa a los expertos y de momento plantea varias incógnitas. En los últimos días, la OMS ha informado de que esta nueva variante presenta hasta 32 mutaciones en la proteína S, que puede entenderse como la puerta de entrada del virus en las células. Como ha informado la organización, estas mutaciones son preocupantes y las pruebas iniciales parecen indicar que el riesgo de reinfectarse es mayor que con otras variantes, lo que ha motivado la decisión de calificarla como "preocupante".
¿Cuáles son sus síntomas?
Cuando las vacunas comenzaban a aliviar la presión de la Covid-19 sobre la salud de la población, la variante ómicron ha vuelto a hacer saltar las alarmas. Los expertos insisten en que esta nueva forma del virus es mucho más transmisible que las anteriores, pero hasta ahora los pacientes contagiados han presentado síntomas leves.
Angelique Coetzee, presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica, fue quien primero alertó sobre la aparición de esta nueva variante. Los síntomas encontrados en sus pacientes, asegura, son muy leves y, hasta ahora, no se ha llegado a hospitalizar a nadie. Los infectados por ómicron tenían, en general, un dolor de cabeza leve, picor en la garganta y cansancio, pero no han mostrado falta de gusto y olfato o tos, como sí ocurría con otras variantes.
La OMS informó en un comunicado que, al menos por ahora, las pruebas PCR que se utilizan para detectar el SARS-CoV-2 continúan detectando esta variante. Y lo han hecho a un ritmo mayor que las que han causado brotes anteriores, lo que indica, según la organización, que crece con mayor rapidez. No obstante, el Grupo Consultivo Técnico continuará evaluándola para conocer más sobre su desarrollo.
¿Puede ser más letal o virulenta?
Los análisis iniciales indican que esta variante es mucho más transmisible y sobre todo en la población no vacunada. De lo que aún no se tienen suficientes datos es sobre la virulencia de la enfermedad, pero las primeras informaciones apuntan, por el momento, a que los infectados por ómicron presentan síntomas leves. Sin embargo, la comunidad científica está atenta para ver cómo evoluciona en países en los que la media de edad es superior a la del país sudafricano, donde la vida promedio se sitúa en unos 58 años.
En una entrevista con Efe, la investigadora del CSIC Isabel Sola, líder junto a Luis Enjuanes de uno de los grupos que busca una vacuna contra el SARS-CoV-2, asegura que "el virus ha tenido más libertad para cambiar" y "puede dar lugar a un cambio de comportamientos, pero no tiene por qué ser más virulento". De hecho, añade que "sería posible que el virus se atenuara y perdiera virulencia", lo que considera una posibilidad bastante lógica en este tipo de microorganismos.
Las mutaciones en la proteína S preocupan sobre todo porque es precisamente ahí donde actúan las vacunas de ARN mensajero. Según apunta Sola, esto se está comprobando ya en los laboratorios y explica que las mutaciones que ya tiene el virus podrían hacer que disminuyera algo la efectividad de las vacunas, aunque no se pierda del todo y sea similar a la que tenemos ahora. En este sentido, farmacéuticas como Pfizer o Moderna ya trabajan en vacunas adaptadas a esta nueva variante. Desde la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) han anunciado que podrían estar listas en unos tres o cuatro meses.
¿Por qué ha surgido esta nueva variante?
Los expertos coinciden en que cuantas más personas haya vacunadas a nivel mundial, más difícil lo va a tener el virus para propagarse y para conseguir desarrollar nuevas variantes más transmisibles y letales.
El hecho de que los primeros casos se hayan notificado en un país donde la población vacunada apenas alcanza el 24%, y que además limita con otros países en los que el acceso a las vacunas brilla por su ausencia, puede explicar por qué el virus ha podido encontrar allí un lugar en el que hacerse más fuerte. Como también puede hacerlo en otras zonas de Europa o Estados Unidos donde se han observado cifras importantes de negacionistas.