Entre las muchas características que separan a ómicron del resto de variantes, hay una que ejemplifica la complejidad para evaluar su efecto: ha irrumpido en el momento de mayor diversidad inmunitaria de la población. Vacunados con unos y otros sueros, personas que han pasado la infección sin vacunar, que lo han hecho y se han vacunado, o que han recibido ya su dosis de refuerzo. También los hay que ni han pasado la Covid ni se han vacunado, pero ya son los menos.
Desde la semana pasada han comenzado a proliferar estudios que evalúan los efectos de ómicron en distintas circunstancias, y que complementan los análisis sobre el terreno de las distintas agencias sanitarias: estas analizan las consecuencias prácticas de la variante pero no puede separarlas de otras variables que influyen en el resultado, mientras que los análisis en laboratorio dan pistas sobre cómo se enfrentan nuestras defensas a la nueva cepa.
Al pasar tan poco tiempo desde la aparición de la nueva variante, todos los estudios son pre-print, es decir, no ha habido tiempo a que expertos independientes evalúen la calidad del mismo. Pero nos sirven como guía para tomar decisiones que minimicen el riesgo de exposición, contagio y transmisión del virus.
Así, investigadores del Instituto de Virología de la Universidad de Innsbruck, en Austria, comandados por Janine Kimpel, han enfrentado el virus a distintas muestras de suero procedentes de personas de diferentes características inmunológicas: vacunados con pautas homólogas de distintas vacunas (la primera y la segunda dosis son del mismo fabricante), vacunados con pautas heterólogas (de distintos fabricantes), individuos que han pasado la enfermedad y después se vacunaron, personas que se vacunaron y luego pasaron la enfermedad y sujetos que han pasado la enfermedad pero no se han vacunado.
Sometieron las muestras recogidas de estos últimos contagiados con las variantes alta, beta y delta, así como a ómicron, para poder realizar comparaciones directas. Los resultados son esclarecedores: la eficacia frente a la nueva cepa de las vacunas administradas en pauta homóloga es menor que la combinación de distintos sueros, haber pasado una infección previa no te protege frente a ómicron y aquellos que combinan vacunación e infección son los que más resistencia ofrecen contra la nueva variante.
Hay que tener en cuenta que este es un análisis de unas pocas muestras, sin potencial estadístico. Además, evalúa la capacidad de los anticuerpos actuales para neutralizar el virus, no la respuesta inmunitaria completa, de la que los anticuerpos son solo una parte. Con todo, los autores consideran que "los datos aquí presentados apoyan fuertemente el desarrollo de nuevas vacunas adaptadas a las variantes", algo que va en consonancia con los informes de las instituciones públicas que han comprobado un incremento de las infecciones en vacunados y de las reinfecciones (eso sí, leves y moderadas en su mayoría).
Vacuna de Pfizer-BioNTech
La vacunación homóloga con Comirnaty, el suero desarrollado por Pfizer y BioNTech, muestra una alta capacidad de neutralización frente a las variantes alfa, beta y delta, solo superadas por la combinación de AstraZeneca en primera dosis y Comirnaty en la segunda. Su capacidad frente a beta y delta es ligeramente menor que frente a alfa.
Con muestras de 20 personas que recibieron la segunda dosis de la vacuna hace un mes, el análisis muestra que su capacidad frente a ómicron se reduce notablemente, si bien es ligeramente mayor que las de aquellos vacunados con AstraZeneca y Moderna. Solo 9 de las 20 muestras arrojaron resultados detectables de anticuerpos neutralizantes.
Vacuna de AstraZeneca
Kimpel y su equipo sometieron a la variante muestras de 20 personas vacunadas con dos dosis de Vaxzevria, el preparado de AstraZeneca contra la Covid (la segunda dosis fue administrada un mes antes de la recogida de la muestra).
Su capacidad de neutralización frente alfa, beta y delta fue menor que la de las vacunas de Pfizer y de Moderna. La sorpresa fue que ninguna de las muestras generó neutralización alguna mediante anticuerpos frente a ómicron.
Vacuna de Moderna
Los resultados obtenidos por los investigadores austríacos recogieron una alta capacidad neutralizante frente a las variantes 'clásicas', si bien fue algo menor que la de Pfizer-BioNTech. Frente a ómicron solo una muestra de las 10 recogidas dio resultado positivo, pero su capacidad de neutralización fue mínima.
Los autores del estudio puntualizan, no obstante, que las muestras de suero recogidas procedían de individuos (de entre 20 y 59 años) que se vacunaron hace entre cinco o seis meses. Según Janine Kimpel, esto puede explicar las diferencias con la otra vacuna de ARN mensajero del estudio, la de Pfizer.
Combinación AstraZeneca-Pfizer
La mayor de las eficacies entre personas vacunadas (y que no han sido infectadas por el virus) es la que corresponde a la pauta heteróloga con una primera dosis de Vaxzevria y una segunda de Comirnaty. Su eficacia es máxima en las variantes alfa, beta y delta y su capacidad neutralizante frente a ómicron supera con creces a la generada por las dos dosis de Pfizer-BioNTech, si bien sigue muy lejos de la mostrada frente al resto de cepas.
Fueron 20 las muestras analizadas de pesonas con pauta heteróloga. De ellas, 13 mostraron actividad neutralizante y en un caso esta fue alta, a niveles comparables con las variantes anteriores.
Personas no vacunadas que pasaron la Covid
Como se ha ido previendo al ver al constatar el número creciente de reinfecciones, el suero de personas que han pasado la Covid infectadas con variantes anteriores es poco eficaz frente a la nueva cepa de ómicron.
De las muestras de individuos contagiados con alfa (10 personas), beta (8 personas) y delta (7 personas), solo dos tuvieron niveles de anticuerpos detectables, uno de beta y otro de delta. Como es lógico, mostraron su nivel más alto de neutralización frente a la variante que infectó al individuo. Frente a ómicron apenas generó actividad.
Súper inmunes (infectados y vacunados)
Las buenas noticias llegan de la mano de aquellos individuos calificados en este trabajo de 'súper inmunes', es decir, que han pasado la enfermedad y han recibido la vacuna, no importa en qué orden: su superioridad frente al resto de situaciones es notoria.
Sí que hay cierta diferencia entre aquellos que primero se contagiaron y luego recibieron la vacuna y los que la recibieron y luego se contagiaron. La actividad neutralizante es algo superior en el primer grupo, que fue inmunizado con Pfizer-BioNTech: solo una de las cinco muestras no mostró unos títulos de anticuerpos especialmente altos.
En el caso de los cinco vacunados y luego contagiados hay mayor variabilidad: uno de ellos, vacunado con Moderna, no mostró actividad neutralizante. El otro vacunado con Moderna y otro inmunizado con Pfizer, tuvieron títulos altos, mientras que dos individuos que habían recibido dos dosis de AstraZeneca tuvieron unos niveles de anticuerpos inferiores, pero detectables.
Tercera dosis de la vacuna Covid
El trabajo de los investigadores austríacos no analiza la actividad neutralizante de personas que han recibido tres dosis de la vacuna. Sin embargo, ya hay algún dato en esa dirección: Pfizer afirmó la semana pasada disponer de datos que concluirían que la vacunación de refuerzo protege lo mismo que una pauta completa 'normal' frente a las variantes precedentes.