La alarma provocada por las disparadas cifras de la variante ómicron en España no parece estar pronta a acabarse. Este lunes por la noche, tras cuatro días sin datos oficiales, el Ministerio de Sanidad ha comunicado 214.619 nuevos casos, unos 53.654 al día. Con los retrasos en la notificación de los fines de semana, que serán mayores debido a las navidades, se espera que la cifra se incremente a lo largo de estos días, llegando a nuevos récords.
Y es que en las últimas dos semanas se han contabilizado 572.355 contagios, más que los notificados en los seis primeros meses de pandemia. La incidencia acumulada ya es de 1.206,21 casos por 100.000 habitantes en 14 días, el número de hospitalizados ha crecido en 1.600 pacientes (solo el domingo ingresaron más de 1.300 por 500 altas) y hay 120 nuevas muertes registradas.
Las estimaciones apuntan a que la incidencia en apenas siete días podría más que doblarse, superando los 4.000 puntos.
Sanidad ofrece estas cifras después de un apagón informativo que ha durado cuatro días. En julio de 2020, el único momento de la pandemia con una incidencia de 'nueva normalidad', el ministerio dejó de ofrecer las cifras del Covid los fines de semana. Cinco olas después y pese a los incrementos de contagios, hospitalizaciones y muertes, no ha recuperado esta labor.
Mientras, el resto de países de nuestro entorno siguen comunicando a diario las cifras de la Covid, sin diferenciar entre laborables y festivos, y procurando ofrecerlos tan pronto como sea posible. En España, las cifras récord de los últimos días han sido publicadas a última hora de la tarde. Sanidad se escuda en retrasos de las comunidades autónomas, si bien las que manejan mayor cantidad de datos y que podrían tener más dificultades para comunicarlos, como Madrid y Cataluña, suelen ofrecerlos en las primeras horas de la mañana.
El ministerio de Carolina Darias tampoco ha planteado recuperar las comparecencias de Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, para dar cuenta de la evolución de la pandemia, en un momento en que la incertidumbre alcanza el nivel más alto en el año: con casi el 80% de la población mayor de 12 años vacunada y enfilando el final de la pesadilla, la llegada de ómicron ha dibujado un escenario difícilmente imaginable a principios de otoño.
Pese a todo, Pedro Sánchez se ha mostrado confiado en que las hospitalizaciones y los ingresos en UCI no llegarán a los niveles de las olas previas. Su comparecencia desde la isla de La Palma, que ha visitado por primera vez tras la oficialización del fin de la erupción, ha tenido la misma flema que su declaración institucional de hace 10 días y la Conferencia de Presidentes posterior, cuando lo confió todo a la vacunación y solo anunció medidas 'estéticas', como la obligación de mascarilla en exteriores, eso sí, con numerosas excepciones.
El pico de la sexta ola, en dos semanas
Ha pasado casi un mes desde que se notificara el primer caso de la variante ómicron en nuestro país, el 29 de noviembre. En la última semana completa analizada, la que va del 6 al 12 de diciembre, ómicron ya suponía el 27,4% de las muestras analizadas por secuenciación genética, según los datos que el Ministerio de Sanidad ha publicado este lunes.
En Sudáfrica, el país con capacidad de secuenciación más adelantado en esta nueva oleada, el ritmo de contagios ha comenzado a descender: llegó a su pico el pasado 18 de diciembre, mes y medio después de las primeras pesquisas sobre la nueva cepa.
Esto ha dado pie a algunas interpretaciones sobre el alcance de ómicron, que acusaría cierta 'fatiga' contagiadora tras el inusitado crecimiento de casos. El viceconsejero de Asistencia Sanitaria y Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, lo advirtió apuntando en Twitter que, de ser así, nos quedaría poco para alcanzar el pico y vivir un descenso de contagios tan espectacular como el ascenso.
Si ómicron llegó a España a finales de noviembre, de seguir la misma evolución que en Sudáfrica se alcanzaría el pico poco después del Día de Reyes. Aunque son preliminares, los datos de Reino Unido de este fin de semana también parecen indicar que se ha llegado hasta el límite de incremento de casos y que se adivina un descenso en los próximos días, cosa que le ha valido al Gobierno de Boris Johnson para anunciar que no habrá medidas restrictivas adicionales a las ya implantadas.
Se desconoce por completo cómo será el pico de la sexta ola en España. Hasta el momento, la última onda epidémica ha alcanzado niveles de contagios diarios e incidencia acumulada no vistos en los casi dos años previos de pandemia.
La incógnita está en saber cómo afectará a la enfermedad grave, es decir, la que provoca ingresos en el hospital y en las UCI. Y es que los esfuerzos de los departamentos de Salud Pública van encaminados a evitar un colapso del sistema sanitario. Ómicron ha puesto al límite la atención primaria, queda por saber si hará lo mismo con la especializada, como lo han hecho las anteriores oleadas del virus.
Por el momento, y después de un mes con ómicron expandiéndose dentro de nuestras fronteras, las hospitalizaciones no han crecido de forma tan espectacular. El 7,69% de las camas hospitalarias están ocupadas por pacientes Covid, un punto más que a finales de la semana pasada, y el 18,26% de las UCI. Ambas cifras están dentro del riesgo medio, lejos del máximo nivel de alerta en que se encuentra la incidencia.
Las hospitalizaciones, más lentas
Si la media de tiempo hasta la hospitalización es de seis días (y de ingreso en UCI, nueve), esta semana deberían verse las consecuencias de las cifras récord de contagios que hemos vivido en los últimos diez días. Hasta el momento, y a pesar de que el incremento de contagios cogió ritmo tras el puente de diciembre, no se traducido en un crecimiento similar de la enfermedad grave.
En el último informe epidemiológico del Instituto de Salud Carlos III, las gráficas de incidencia y las de hospitalización muestran esta diferencia. Aunque recoge datos hasta el día 22 de diciembre (son informes semanales), las gráficas que representan los niveles de riesgo por comunidades son muy significativas: las que se refieren a la incidencia acumulada están teñidas del rojo borgoña indicativo del riesgo muy alto. Las que se refieren a las tasas de hospitalización y mortalidad en los últimos siete días se debate entre el verde y el amarillo pálido de la nueva normalidad y el riesgo bajo.
Incluso comunidades como Andalucía, Cataluña, Madrid o País Vasco, con incidencias espectaculares y niveles de hospitalización sensiblemente altos, no han abandonado (en la fecha del informe) el riesgo bajo por hospitalización acumulada a los siete días. Con todo, esto es previsible que cambie en el próximo informe.
Lo mismo se observa en otros países donde ómicron ha ocupado casi todo el espectro, como Reino Unido o Dinamarca. Ningún territorio ha experimentado picos de hospitalización, algo que debería haberse empezado a notar a mediados de diciembre. De hecho, dos de los protagonistas de ómicron en Europa, Reino Unido y Dinamarca, han visto crecer sus hospitalizaciones diarias un 21% y un 43%, respectivamente, mientras que las cifras de contagio se han duplicado y, en el caso de Dinamarca, casi triplicado.
Con estas tendencias, parece que las sospechas sobre la menor gravedad de esta variante se confirman: están aumentando las hospitalizaciones, sí, pero a un ritmo que se puede considerar asumible y, en buena parte, lo hacen por la presencia de delta, de la que parece que nos hemos olvidado cuando en noviembre países como Alemania, Bélgica o Países Bajos estaban con el agua al cuello en cuanto a contagios y hospitalizaciones.
Los datos que maneja la Comunidad de Madrid es que el porcentaje de ingreso hospitalario es un 80% menor que con las variantes previas. Todavía quedar por determinar, eso sí, qué parte de este 'éxito' se debe a las vacunas y cuál a la menor virulencia intrínseca de ómicron. La nueva cepa puede ocasionar una enfermedad más leve, pero no hay duda de que, si la situación está controlada a nivel hospitalario, es porque el 79,8% de la población española (el 89,9% de las personas mayores de 12 años) tiene la pauta completa de vacunación, y un 46,8% de los mayores de 40 ya tienen su dosis de recuerdo.
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