Ante la explosión de contagios que vive España y la sensación extendida de levedad de la Covid-19 por la variante ómicron, el alarmismo ha encontrado estos días un hueco por el que colarse. Este fin de semana, desde Israel, llegaban noticias de un caso anunciado como inédito. Una embarazada no vacunada contra el Sars-CoV-2 había dado a luz en el hospital israelí de Beilinson. La mujer estaba infectada por dos virus a la vez: el coronavirus y la influenza, el de la gripe. Esta supuesta nueva forma del virus en España, también se ha detectado en Cataluña, donde al parecer este lunes se han detectado "los primeros casos" de esa coinfección.
Lo cierto es que lo único nuevo de esta convivencia entre virus distintos es el nombre que se le ha atribuido, flurona (flu, de gripe; y -rona, de corona). Esta coinfección ya se conocía desde hace tiempo en nuestro país. Al comienzo de la pandemia, un grupo de investigadores españoles publicaron un artículo de mayo de 2020 en The Lancet en el que aseguraban que esta situación era "factible" y presentaban cuatro casos diagnosticados con ambos virus en personas de entre 53 y 81 años.
El estudio informaba de que los cuatro pacientes acudieron al servicio de urgencias por tos no productiva, fiebre y disnea durante 3 días y aseguraba que los cursos clínicos y analíticos en estos pacientes no difirieron de los informados previamente para la Covid-19. En este sentido, los autores señalaban que hacían falta más estudios y llamaban a la comunidad médica a estar alerta y tener en cuenta al coronavirus en pacientes con otras causas virales, especialmente en áreas epidémicas.
Ese mismo año, el Complejo Hospitalario de Navarra, informaba en el mes de marzo del ingreso de una mujer de 38 años con una coinfección. Las autoridades sanitarias aseguraron en aquel momento que se encontraba infectada por coronavirus así como por gripe y por otros cuatro patógenos más (agentes infecciosos). Lo mismo que en China, donde un paciente con neumonía ingresado en enero de 2020 en el China-Japan Friendship Hospital presentaba lo que ahora se ha bautizado como flurona.
Rafael Cantón, jefe del Servicio de Microbiología en el Hospital Universitario Ramón y Cajal, cuenta que "las coinfecciones por virus respiratorios no son infrecuentes" ni en nuestro país ni en cualquier otro país del mundo. Sobre todo, sucede entre virus que tienen un tropismo mayor -una atracción altamente específica del virus hacia el tejido del huésped- en las vías respiratorias.
Un caso "excepcional"
Lo que ha ocurrido con la Covid-19 y la gripe es, cuanto menos, "excepcional". Cantón puntualiza que, en parte, puede deberse a que "la detección de gripe ha disminuido radicalmente". Los casos de contagios por gripe se mantuvieron en unos niveles inusualmente bajos en la temporada de 2020-2021: a mediados de enero se habían detectado en España seis casos de gripe común. Unos datos muy inferiores a los que se detectaron antes de la llegada del coronavirus.
El Centro Nacional de Epidemiología muestra que en la temporada 2019-2020, la gripe común afectó en España a un total de 652.400 personas, de las cuales 1.800 pasaron por la UCI y 3.900 murieron a causa de la enfermedad. El año anterior, en la temporada de 2018-2019, esta enfermedad causó unas 6.300 muertes.
Esa bajada en los casos durante la pandemia de la Covid-19 no es casual. Aunque ha habido mucho debate sobre las razones de este descenso, expertos como Cantón subrayan que las medidas de protección contra el coronavirus -mascarillas, geles de desinfección y distanciamiento social- han podido influir en una bajada notoria de los casos de gripe. Y ni qué decir de una infección compartida con el coronavirus.
No obstante, esta doble infección, al no ser nueva tampoco comienza a preocupar más ahora. En diciembre del año 2020, el Sistema de Vigilancia de la Gripe en España publicaba que el objetivo era vigilar "conjuntamente" gripe y Covid-19. Cantón explica en este sentido que, en los laboratorios, llevan un tiempo tratando de detectar gripe en pacientes con covid, a la vez que se ha tratado de detectar otro tipo de virus de tipo respiratorio sincitial (un patógeno que causa síntomas leves parecidos al resfriado).
El doctor asegura que no se ha dado un alto número de casos de flurona en España, pero sí se tiene en cuenta a la hora del manejo clínico del paciente. Entre otras cosas, en caso de requerir hospitalización, se le ingresa en una planta covid.
Los síntomas de 'flurona'
Como ocurre con cada nueva variante, la flurona no se escapa a la incógnita sobre la gravedad que comportará la enfermedad. El eco mediático y la alarma social nublan, por momentos, la realidad. Pareciera que una mezcla de dos virus es algo así como la bomba nuclear de los patógenos. Pero la realidad es otra. Por el momento, la convivencia de coronavirus e influenza no denota, de por sí, una mayor gravedad.
Según Cantón, aparte de las complicaciones que puedan surgir a nivel respiratorio por otras comorbilidades, lo que ocurre cuando se da una coinfección como flurona es que "predomina la agresividad de uno de ellos". Ahora, con la expansión de la variante ómicron, mucho más leve que otras anteriores, el doctor asegura que es "una situación particular" que hay que estudiar.
Gemma Craywinckel, directora del Servei Català de la Salut, afirmaba este mismo lunes en rueda de prensa que se estaban confirmando "los primeros casos" de pacientes con flurona en la comunidad autónoma. Sin embargo, puntualizaba que, lejos de crear alarma, se trata de "casos esporádicos" y con una sintomatología que no comporta gravedad por el momento. De igual modo, la paciente israelí que hizo saltar las alarmas en el país tampoco presentaba síntomas graves.
Una revisión de 11 estudios con un total de 79 pacientes con Covid-19 y gripe publicada en junio de 2021 (antes de la expansión de ómicron) subrayaba que la fiebre, la tos y la dificultad para respirar fueron los síntomas más frecuentes de flurona. Además, se señalaba que el oseltamivir y la hidroxicloroquina fueron los fármacos más utilizados en aquellos que requirieron hospitalización. Los autores señalan que aunque la coinfección parece no comportar mayor gravedad en los pacientes, "no se puede ignorar su importancia, especialmente en personas de alto riesgo y en ancianos".
Cantón recuerda que si bien preocupa esta convivencia de dos virus, hay otra cuestión -en su opinión- que comporta mayor preocupación. Y es que igual que se puede dar una convivencia entre dos virus, también ocurre entre virus y bacterias. De hecho, asegura que, desde el principio de la pandemia, ha habido pacientes que ingresan con coronavirus y tienen una coinfección por una bacteria. "No es infrecuente encontrar un caso de covid con neumonía por neumococo, por ejemplo", asegura el doctor.
Así las cosas, como también se señala en los estudios publicados hasta el momento, la convivencia del coronavirus y la influenza en los pacientes es un campo amplio por estudiar. Sobre todo, porque la aparición de nuevas variantes de covid con sintomatología variable pueden cambiar las reglas del juego.