Así ha cambiado el perfil de las UCI en la sexta ola: más jóvenes con mejor pronóstico
En los hospitales se están viendo principalmente tres tipos de ingresados. Uno de ellos, el no vacunado, es el más habitual en cuidados intensivos.
5 enero, 2022 06:09Noticias relacionadas
La gran incógnita que está dejando ómicron es dónde termina el efecto de las vacunas y dónde empieza su presunta menor virulencia. A pesar de los récords de contagios que estamos viviendo en las dos últimas semanas, el incremento de las hospitalizaciones ha sido moderado, pero todavía queda por ver el impacto completo de las navidades en los ingresos.
También está por ver qué parte de esas hospitalizaciones corresponden a cada variante. Ómicron, presuntamente, es dominante desde la semana de Nochebuena (en la anterior, la última con datos publicados, suponía el 42,9% de las muestras secuenciadas) "nos resulta muy difícil diferenciar los casos de ómicron de otras variantes en las UCI, ya que no se están realizando análisis que permitan identificar la cepa causante del contagio", indican desde la Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias, Semicyuc.
La razón de que no se esté haciendo es "tanto por limitaciones técnicas como por no tener relevancia clínica", aclaran. En España se secuencia genéticamente alrededor del 7% de las PCR realizadas cada semana, pero son datos que no se cruzan con pacientes concretos de hospitales.
Se están realizando algunos estudios para determinar la presencia en el hospital de ómicron, pero los resultados son todavía muy preliminares. José Manuel Domínguez, subdirector asistencial del Vall d'Hebron de Barcelona, afirmaba en La Vanguardia que esta variante está presente en el 90% de las muestras detectadas en la calle, pero solo en el 25% de los ingresados y no aparece en las UCI. Estos datos, no obstante, son solo una foto fija de la evolución de ómicron.
Los especialistas consultados por EL ESPAÑOL coinciden en señalar que hay tres tipos de perfiles entre los pacientes ingresados en los hospitales, y que uno de ellos es el que suele acabar en UCI con más frecuencia.
"Son los no vacunados, jóvenes de unos 40-50 años, fundamentalmente los que acaban ingresando en UCI", comenta Antonio Lalueza, médico internista del Hospital Universitario 12 de Octubre, en Madrid, que avisa sobre los que quieren ver en ómicron el final de la pandemia: "Desde hace 10 días estamos viendo que aumentan los ingresos".
Los otros ingresados, los vacunados, se dividen entre pacientes menores de 60 años "que ingresan en hospitalización convencional y tienen un curso bastante corto de ingreso hospitalario", y aquellos mayores de 80 "que no están especialmente graves de Covid pero la enfermedad descompensa otras previa que ya tenían, como la insuficiencia cardiaca o la EPOC, un perfil similar al que hemos ido viendo entre los ancianos".
Afirman desde la Semicyuc que los ingresos que están observando en la sexta ola son con neumonías bilaterales e insuficiencia respiratoria derivada de la misma, con una hipoxemia (falta de oxígeno en sangre) muy marcada.
No obstante, y a pesar de que no hay suficientes datos actualmente para comprobarlo, los intensivistas tienen "la sensación de que, aunque la gravedad inicial es muy parecida [a las de las otras oleadas del coronavirus], se recuperan más rápido".
"Muchos no vacunados van directamente a UCI"
Los últimos datos recogidos por el Instituto de Salud Carlos III, hace una semana, pasan unos 6 días desde el inicio de los síntomas hasta la hospitalización, y unos 16 hasta el ingreso en la UCI. El número de hospitalizados y de admitidos en las UCI de todas las franjas de edad han disminuido respecto a las anteriores olas, si bien la diferencia no es tan marcada a partir de los 80 años.
José Manuel Ramos, del Hospital General Universitario de Alicante, observa que el perfil de los no vacunados muchas veces "van directamente a UCI, no pasan a planta". Y advierte, irónicamente, que muchos de ellos, al darles el alta, "preguntan: doctor, ¿cuándo me tengo que vacunar?"
En cuanto a los vacunados más jóvenes, señala que muchas veces son ingresados por sus datos analíticos y radiológicos, sin que el paciente se encuentre especialmente mal. "Necesitan mucho oxígeno, pueden tener la saturación al 24%, pero con el tratamiento mejoran rápidamente".
Sobre los de más edad, indica que suelen tener una serie de comorbilidades habituales en la Covid grave: hipertensión, obesidad o diabetes, así personas inmunosuprimidas. Carlos Lumbreras, jefe de Medicina Interna del 12 de Octubre, apunta, además, que ven bastantes casos con terceras dosis, "pero la impresión es que tienen cuadros más leves".
Por regla general, lo que están viendo es que "la evolución de los pacientes parece algo mejor que lo que veíamos en las anteriores olas". Aunque no niega que ómicron pueda ser más leve, y de hecho los estudios apuntan a que así es, achaca este mejor pronóstico sobre todo a la acción de las vacunas. Aunque no evitan al 100% los contagios, "sí da la impresión de que son eficaces contra la enfermedad grave".
Lumbreras hace una observación adicional. Hasta ahora se veían pocos casos con Covid, es decir, que ingresaran por otra patología y dieran positivo en la PCR (todo paciente hospitalizado tiene que realizarse el test y es derivado a un circuito u otro dependiendo del resultado).
"Por ejemplo, ayer ingresó una mujer joven con colangitis [infección de los conductos biliares] a la que se hizo una PCR y dio positivo". Aproximadamente un tercio de los ingresados contaban con PCR positiva "pero no neumonía Covid".
Otro apunte, puede que anecdótico, es que no están viendo tanto predominio masculino en los hospitalizados. "Quizá hay menos de lo que había en otras olas, sobre todo en la primera, pero habría que comprobarlo con datos".
Lo que no es anecdótico es el previsible aumento de la presión hospitalaria en la semana que viene, cuando se compruebe el efecto de las celebraciones de Año Nuevo. Todos los médicos consultados por EL ESPAÑOL afirman que sus centros han elaborado planes de actuación para las próximas semanas.
De hecho, en muchos sitios los intensivistas han tomado vacaciones en estos días con la idea de haber más fuerza de trabajo disponible en la cuesta de enero. Este será el segundo año en que esa expresión no se refiera a lo económico.