El sinsentido de dispensar Paxlovid solo en hospital: "Vamos a llegar tarde a los pacientes Covid"

El fármaco queda restringido a la dispensación hospitalaria a pesar de que su indicación y características lo hacen ideal para el sistema de atención primaria: son cápsulas que se tienen que tomar lo antes posible tras la aparición de síntomas para que su efecto beneficioso se aproveche al máximo.

El próximo lunes tendremos los primeros tratamientos. Será la misma fecha en que entre en vigor la nueva estrategia de prevención de la Covid en la que se eliminan los aislamientos y los tests generalizados y se pone la atención en las personas vulnerables.

Paxlovid está indicado para cualquier adulto que no requiera aporte de oxígeno suplementario y que tenga riesgo alto de progresar a Covid-19 grave. Por tanto, las personas que se realizarán el test y las candidatas al fármaco serán las mismas. Sin embargo, Sanidad no ha dado ninguna razón especial para restringir el fármaco a los hospitales.

"Las limitaciones y trabas administrativas y burocráticas a los fármacos suelen ser por una cuestión economicista, como norma general", sostiene José Polo, médico de familia en el Casar de Cáceres y presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).

"Para este tipo de fármacos va a pasar como ocurrió en los primeros momentos de la pandemia, que se ponían los antivirales cuando era tarde", sostiene. "Si se tiene que dar e las fases iniciales [de la enfermedad] y para evitar complicaciones, vamos a llegar tarde" si tiene que darse desde el hospital.

Temor a la sobreprescripción

La estrategia de prevención y control de la Covid se basaba en 'test, test y más test'. Cualquier persona con síntomas debe ser diagnosticada con una prueba de detección de la infección. Así, existía el temor de sobreprescripción de este medicamento. De hecho, en Estados Unidos, su presidente, Joe Biden, anunció que se daría gratis a cualquier persona que dé positivo en un test Covid.

Este 'temor' de que los médicos de primaria receten un fármaco por encima de sus posibilidades (económicas para el sistema) no es nuevo. "Cuando ponen un visado [sistema por el que un inspector sanitario debe dar el visto bueno a una receta] a la mayoría de fármacos de prescripción es porque se trata de un problema económico", comenta Polo.

Ahora, con la nueva estrategia, el destinatario potencial de Paxlovid se reduce a las personas que sí se beneficiarían del fármaco, así que, ¿por qué se sigue dejando para el hospital cuando el centro de salud está más cerca de cualquier ciudadano que lo pueda necesitar?

"Lo importante es la inmediatez", corrobora Lorenzo Armenteros, médico de familia en el centro de salud Illas Canarias, en Lugo, y portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia. De dispensarse en hospitales "perderíamos toda la oportunidad que ofrece el fármaco, que es el diagnóstico precoz y en las fases más incipientes de la enfermedad. Debemos tener un protocolo para que se pueda utilizar de las formas más rápida y eso es en atención primaria, en el momento del diagnóstico".

Segú los datos del Instituto de Salud Carlos III, en la semana del 7 de marzo se diagnosticaron 22.425 casos de Covid en mayores de 60 años, casi el doble de los tratamientos que llegarán el próximo lunes (en Europa se fabricarán 120 millones de dosis a lo largo de todo 2022). Los nuevos ingresos por Covid en la última semana, sin embargo, han sido poco más de 3.000. De tener el fármaco, se habrían evitado (idealmente) más de 2.500.

Precio por determinar

Aunque no ha trascendido el precio, se calculaba unos 700 dólares por tratamiento en Estados Unidos. Probablemente en España sea menor. No obstante, cuando el pasado 8 de febrero el Consejo de Ministros aprobó un crédito extraordinario de 253,4 millones para adquirir Paxlovid y otro material sanitario, al dividir esa cantidad entre los 344.000 tratamientos prometidos por Sánchez el resultante son 736 euros.

Para Armenteros, primaria es el lugar adecuado para prescribir el fármaco y hacer seguimiento del paciente, que debe tomar tres comprimidos cada 12 horas –dos del fármaco PF-07321332 y uno de ritonavir, que actúa potenciando el anterior– durante cinco días. Su perfil de seguridad es bueno y, dadas las posibilidades de interacción con otros medicamentos, cree que es el médico de cabecera del paciente el adecuado para hacer una correcta adecuación.

Para él, lo ideal sería un protocolo en el que, una vez hecho el test e indicado el tratamiento por el médico de familia, el paciente pudiera obtenerlo en el centro de salud u otro cercano donde haya un farmacéutico encargado de su conservación.

"Por la composición de los fármacos, nunca va a ser una dispensación en oficina de farmacia y receta clásica, aunque es posible: se trata de un fármaco oral, de fácil conservación y su administración no requiere ninguna técnica", apunta.

José Polo sí cree que es posible su dispensación en oficina de farmacia, ya que las farmacias de los centros de salud "suelen entregar medicamentos en monodosis y urgencias. Se facilita medicación crónica puntualmente, pero no es habitual".

Ambos reconocen que los antivirales son medicamentos dispensados desde el hospital, pero no ven problema en que este se distribuya desde primaria. "Hasta ahora el ritonavir se ha utilizado en patologías de especial control, como el VIH y la hepatitis; en ese sentido, la Covid se trata de una patología menor", explica Armenteros, puntualizando que no es que sea menos grave sino más sencilla de manejar. Al menos, antes de que evolucione a formas graves, y para evitarlo hay que actuar cuanto antes.