La empresa de alimentación Ferrero Internacional notificaba a comienzos de abril la retirada de varios huevos de chocolate de la marca Kinder por una posible relación con un brote de salmonelosis. Desde entonces, la situación no ha hecho más que empeorar y, según los últimos datos disponibles, se han identificado 187 casos, de los cuales 158 están confirmados y 29 catalogados como posibles. ¿La responsable? La bacteria Salmonella enterica, concretamente de serotipo Typhimurium, uno de los más extendidos.
La salmonelosises una enfermedad provocada por la bacteria homónima, la cual es una de las principales responsables de enfermedades diarreicas en el ser humano. En la mayoría de los casos, las infecciones son leves, aunque hay en ocasiones que pueden derivar en complicaciones e, incluso, en la muerte.
Eso dependerá de las condiciones de la persona infectada, como la edad o padecer otras dolencias de salud, y del serotipo de Salmonella que le haya invadido. Dentro de las dos especies identificadas, Salmonella bongori y Salmonella enterica, se han llegado a registrar varias subespecies y más de 2.500 serotipos.
La mayoría causan gastroenteritis, pero normalmente no requerirán de tratamiento y ésta pasará por sí sola. No obstante, los dos serotipos de la especie enterica más frecuentes, Salmonella enterica serotipo Enteriditis y Salmonella enterica serotipo Typhimurium, sí que pueden causar graves consecuencias cuando se trata de niños, ancianos o personas inmunodeprimidas.
Por lo tanto, las autoridades sanitarias se enfrentan a un grave problema: teniendo en cuenta que casi todos los afectados son niños menores de diez años, muchos de los cuales han tenido que ser hospitalizados por presentar síntomas graves, como diarrea sanguinolenta.
Resistente a antibióticos
Antes de este brote, la tendencia general de la salmonelosis en humanos se había estabilizado en los últimos años. Según los últimos datos de la Red de Vigilancia Epidemiológica de las enfermedades transmisibles, en 2020, se notificaron 694 brotes, aunque la mayoría estuvieron causados por el serotipo S. Enteritidis. En España, se identificaron 3.526 casos, la mayoría por dicho serotipo.
El problema de que este brote esté causado por la Salmonella Typhimurium es su resistencia a los antibióticos, algo que una investigación del Instituto de Salud Global de Barcelona, publicada en la Journal of Antimicrobial Chemotherapy, relacionó con una mutación que conseguía expulsar el fármaco de la batería.
Aunque se ha evidenciado que varios serotipos de Salmonella están adquiriendo resistencia a los antibióticos, otra investigación halló en el serotipo Typhimurium la mayor resistencia, sobre todo a las sulfamidas, tetraciclina y estreptomicina. Si bien, sí que hay otros fármacos que pueden actuar contra el problema, ya que todos los serotipos analizados fueron sensibles a cefepima, ceftazidima, cefotaxima, cefoxitina, amikacina y ciprofloxacino.
De hecho, aunque los casos que se han notificado presentaban síntomas de gravedad, afortunadamente el problema no ha trascendido más allá del ingreso hospitalario.
A la lista de países perjudicados: Reino Unido Austria, Bélgica, Francia, Dinamarca, Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos y Noruega, se suma España, que ha confirmado ya un caso detectado y está estudiando otros dos como posibles. Se cree que el brote procede de los productos elaborados en la fábrica de chocolate Kinder que posee Ferrero en la ciudad de Arlon (Bélgica). Los primeros afectados se detectaron en Reino Unido.
Si bien, la Salmonella Typhimurium es una bacteria que está distribuida mundialmente. Además, es capaz de habitar en distintos huéspedes, desde aves, hasta ganado, pasando por perros, gatos, tortugas o roedores. Claro está, también en los humanos.
Alimentos contaminados
La salmonelosis, por lo general, se contrae a través del consumo de alimentos producidos por huéspedes infectados (los huevos son los más conocidos, aunque también a través de carne y leche). Si bien, la OMS alerta de que puede darse igualmente a través de contaminación por restos fecales y por el contacto directo con animales infectados, que, además, no suelen tener señales de la enfermedad.
En humanos, los síntomas que alertan sobre su infección se presentan entre seis y 72 horas de la exposición a esta bacteria y suelen incluir fiebre, dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos, cefalea, mialgias y otros síntomas sistémicos. Estos pueden prolongarse desde cuatro a siete días.
Además, de las complicaciones que puede causar en los grupos vulnerables, que provienen generalmente de la deshidratación, también puede producirse una septicemina, ocasionada cuando la bacteria es capaz de invadir la sangre.
Según datos de la Aesan, en un 5% de los casos, sobre todo en pacientes inmunodeprimidos, puede provocar meningitis, encefalopatía, endocarditis, neumonía, abcesos u osteomielitis.
También puede tener consecuencias a largo plazo, ya que, según el manual MSD, entre un 10% y un 30% de los adultos pueden desarrollar artritis reactiva semanas e incluso meses después de que desaparezcan los síntomas de la salmonelosis. Además, hay algunas personas que pueden seguir expulsando la bacteria a través de las heces durante meses, lo que les convierte en portadores.
Las recomendaciones para prevenir su contagio están especialmente dirigidas al consumidor. El protocolo de vigilancia de las autoridades españolas recomienda cocinar los alimentos a temperaturas que permitan alcanzar los 65ºC, especialmente si se trata de productos derivados de aves de corral y cerdos.
Inciden, asimismo, en la importancia de lavarse las manos durante al menos diez segundos con agua caliente y jabón antes de preparar cualquier comida, con especial cuidado si se ha padecido con anterioridad algún proceso diarreico, ya que, como se ha señalado con anterioridad, pueden seguir siendo portadores de la enfermedad.