Los primeros restaurantes de sushi llegaron a nuestro país a finales de los setenta, pero no fue hasta los noventa cuando su consumo se popularizó a todos los niveles. Ahora podemos encontrar el histórico plato japonés ―cuya primera referencia histórica documentada data del 718― hasta en la sección de refrigerados del supermercado y ya se ha vuelto casi un habitual en los menús españoles. No en vano, su presencia en nuestras mesas ha crecido un 48% en los últimos años y solo en 2020 se han tomado en España unas 2.715 toneladas de sushi preparado, según los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados (ASEFAPRE).
Además de tener un sabor intenso y variado según los elementos que se combinen, el sushi es fácil de consumir y suele gustar a todos los públicos. Todo ello, sumado a su aspecto saludable y nutritivo, le han ayudado a forjar su actual éxito. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y consumir habitualmente este plato no es, ni mucho menos, un buen respaldo para nuestra operación bikini. Pero, ¿el sushi engorda? Sentimos ser nosotros los que te demos esta noticia, pero sí, su aporte calórico es elevado aunque ―y esta es la parte buena― hay tipos que son más bajos en calorías que otros.
Cuando escogemos cenar algo de comida rápida y no sentirnos demasiado culpables, el sushi suele acabar ganando en detrimento de las hamburguesas o la pizza, que nos parecen mucho menos saludables; pero lo cierto es que cada pieza tiene un mínimo de 23 calorías y un máximo de 68 calorías. ¿Qué significa esto? Que si nos zampamos cinco rollos con salmón ahumado, por ejemplo, ya estaríamos tomando más calorías que si optásemos por una hamburguesa o unas porciones de pizza.
¿Por qué engorda el sushi?
No se trata de demonizar al sushi ni mucho menos, pero es necesario recordar que en su mayor parte está compuesto por arroz blanco, un carbohidrato refinado al que, además, se le añade una mezcla de vinagre, sal y azúcar. Eso sí, es posible escoger combinaciones de alimentos que nos aporten grandes beneficios y muchas menos calorías, como es el caso del pescado. El salmón o el atún, dos de los más empleados, son una fuente potente de omega-3 que contribuye a mantener a raya el colesterol.
Su aporte de proteínas es otra de sus virtudes, entre muchísimas más que podríamos detallar. Por su parte, el alga nori es otro de los ingredientes protagonistas en el sushi que nos aporta un montón de propiedades como vitaminas A y B o el yodo, un oligoelemento que favorece la regulación hormonal. Si además somos de los que añadimos un toque de jengibre o un poco de wasabi, también estaremos asegurando un aporte de antioxidantes y antibacteriano. Entonces, ¿solo nos engorda el arroz? No, otros toppings que se añaden al sushi también suben el número de calorías y, por supuesto, influye la cantidad que nos comamos.
¿Qué sushi engorda más?
Si nos movemos entre las cuatro y las seis porciones y escogemos las que apuestan por pescados blancos y pocos ingredientes extra, podremos presumir de haber tenido una comida equilibrada. Pero, por el contrario, si no podemos parar hasta acabarnos la bandeja con las 12 piezas y la mayoría son de salmón, el pescado más graso, con añadidos más occidentales como el queso en crema o la cebolla frita, estamos abusando de grasas e hidratos.
Los rolls suelen ser los más calóricos, sobre todo los que llevan queso y pueden llegar a las 430 calorías por ocho piezas. Tampoco los famosos California Roll, con salmón y aguacate, son los más aconsejables: 300 calorías por ocho piezas. Descartaremos también el sushi tempurizado porque el añadido del rebozado en harina y la fritura en aceite dispara la ingesta de calorías. Los uramakis pueden ser muy calóricos como el de salmón con hasta 60 calorías o ser más saludables, como el de atún, con solo 35 calorías.
¿Qué sushi engorda menos?
Los makis están entre el tipo de sushi que menos engorda y, de hecho, seis de pepino suman solo 140 calorías en total. El nigiri y el sashimi, donde el pescado crudo es protagonista y es menor la cantidad de arroz, también son opciones poco calóricas. El primero de ellos consiste en una bola de arroz con vinagre compacta sobre la que se coloca una loncha de la carne del pescado, que puede ser salmón, pero también otras opciones más ligeras como el atún o la anguila, entre otras variantes. No suele pasar de las 35 calorías.
El sashimi, por su parte, son tiras de pescado crudo sin más acompañamiento que un marinado a base de salsa de soja y un poco de wasabi, con lo que es pura proteína saludable y suman unas 20 calorías. El truco, en todo caso, es evitar las opciones de sushi que tengan más ingredientes extras, sobre todo cuando se trata de salsas o fritos, y si no lo podemos evitar y caemos en la tentación, debemos limitar el número de unidades que comemos si no queremos arrepentirnos.
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