El número de casos de viruela del mono registrados en todo el mundo se mantiene en ascenso, pero existe en ellos un aspecto que tranquiliza a los expertos. En España ya se han registrado 800 casos de la enfermedad y, de ellos, 792 se han producido en hombres. Desde el principio, se identificó a los hombres que tenían sexo con otros hombres como la principal población de riesgo y a día de hoy sigue siendo así. El hecho de que esta viruela no haya saltado de manera masiva a otros grupos es una buena señal porque permite contener el brote con más facilidad.
Ahora bien, el salto a otros grupos es posible: "No es una enfermedad de homosexuales, puede infectar a todo tipo de personas. Se puede contagiar de una manera más fácil a través del contacto sexual, pero no es una enfermedad de transmisión sexual", recuerda Raúl Rivas, catedrático de Microbiología en la Universidad de Salamanca. El experto insiste en la necesidad de no crear un nuevo estigma contra esta comunidad: en primer lugar, porque no se ajusta a la realidad, no es justo, y en segundo lugar, porque si existe estigma es más difícil localizar los casos porque se informan menos.
Además, la viruela del mono ya está presente en otros grupos de población, aunque en una proporción mucho más baja. En España existen ocho mujeres que son portadoras de este tipo de viruela y, por lo menos, un niño de tres años. Este último paciente se infiere del informe de la situación de la viruela del mono en España que publicó el Ministerio de Sanidad este pasado martes: "la edad [de los casos notificados] oscila entre los 3 y los 67 años, con una mediana de edad de 37 años".
Un fenómeno "esperable"
España no es el único país en el que ya se han registrado casos de niños contagiados por la viruela del mono. En este sentido, se han reportado dos contagios en niños en Reino Unido, uno en Francia y otro en Países Bajos, por el momento. Aunque todavía los casos son muy minoritarios, existe preocupación entre los científicos porque la enfermedad haya llegado a los niños ya que en los casos vistos en África —donde la enfermedad es endémica— se han observado cuadros más graves de la enfermedad en ellos.
¿Estos nuevos casos cambian la situación que teníamos hasta ahora? No, tanto Rivas como Quique Bassat, epidemiólogo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), coinciden en que la aparición de casos en niños era un episodio "esperable". En concreto, Bassat explica que puede pasar como con las mujeres infectadas, que sean un grupo minoritario y se mantenga así. "Mientras no cambie la gravedad de los casos, se trata de algo esperable. Si la transmisión en este grupo se agrava, cambia la jugada", explica.
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El experto se refiere a que hasta ahora la transmisión se ha centrado el contacto estrecho durante relaciones sexuales y si se multiplica en los niños, habría que observar cómo se estaría produciendo esa transmisión. Rivas hace hincapié en que, aunque las relaciones sexuales facilitan en gran parte el contagio, no es el único contacto estrecho que puede transmitir la viruela del mono: "El concepto de contacto estrecho es muy amplio, el contagio se produce por contacto con el líquido de las lesiones y puede ser a través de objetos, de ropa, de ropa de cama o, incluso, de un apretón de manos si alguno tiene llagas".
Cambio de transmisión
Algunos científicos también han apuntado a que la viruela del mono podría transmitirse por el aire, pero los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) lo descartan. "Los estudios que sugieren esta vía de transmisión se han realizado en animales y en situaciones muy controladas y forzadas. La vía de transmisión oficial sigue siendo el contacto estrecho", aclara Rivas. Los niños, y la población más joven en general, tienen más probabilidad de contagiarse porque son los mayores quienes con más frecuencia están vacunados contra la viruela, que también protege frente a esta enfermedad.
En cuanto a si los niños son más propensos a transmitir la enfermedad de manera explosiva, los científicos sostienen que no. De hecho, Bassat afirma que es más fácil cortar la cadena de transmisión de la enfermedad en estos casos. "La viruela del mono genera cadenas de transmisión muy cortas, pero en este último brote ha sido muy difícil localizar los contactos estrechos", advierte Bassat. En el caso de los niños se debe hacer lo mismo que en el resto de la población: notificar los casos y los contactos, aislar y guardar cuarentena.
Pero, ¿se pueden esperar casos más graves en niños que en adultos? Los expertos sostienen que es todavía pronto para saberlo. En África existen dos variantes de la viruela del mono: la de África occidental —que tiene un porcentaje de letalidad inferior al 1%— y la de África central —que preocupa más porque tiene un 10% de letalidad—. Por suerte, la que ha provocado un brote fuera de África es la primera y, por eso, los casos observados son más leves. Lo que sí que es cierto es que los casos observados en niños en el continente africano suelen ser más graves que los de los adultos.
Próximas semanas
De momento, el director general de la OMS, Tedros Adhanon, ha afirmado que los casos de niños infectados en Reino Unido han sido leves, aunque admite que este grupo produce preocupación. Aunque en África los casos en niños son más graves, en España no tiene por qué ser igual. Tal y como dice Rivas, debemos tener en cuenta que el contexto sanitario es diferente entre Europa y África, en nuestro continente hay más herramientas que, al final, contribuyen a reducir la gravedad y la mortalidad en los niños.
Además, la enfermedad ha llegado a los primeros niños en Europa justo cuando terminan las clases en el colegio, que podrían ser un foco de transmisión. De todas formas, el catedrático de Microbiología advierte de que debemos tener precaución: "aunque los casos parecen leves ya existe una muerte en el mundo a causa de la viruela del mono". En los casos más graves, Bassat explica que estos niños podrían presentar una afectación sistémica, una sepsis, aparte de las lesiones típicas de la enfermedad —que no son preocupantes por sí misma, sólo si se infectan—.
Por último, los expertos también coinciden en que en las próximas semanas se observará una tendencia a la baja en la transmisión del virus. Es más, este mismo martes España ha recibido las primeras 5.300 vacunas Jynneos contra la viruela del mono, una solución aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). El objetivo es inmunizar con ellas a los principales grupos de riesgo a los que afecta esta viruela del mono. Rivas explica, además, que esta vacuna se puede inocular incluso unos pocos días después de que se produzca el contacto estrecho, un aspecto muy positivo para atajar la transmisión.