Tras semanas de ambigüedad, comienza a asentarse el consenso sobre la séptima ola de la Covid que atraviesa en estos momentos España. El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, fecha su inicio en el 14 de marzo, lo que zanja el debate sobre si los repuntes de primavera y los de verano son tendencias diferenciadas. Y si a comienzos de año se habló de 'ola ómicron' por el protagonismo de la nueva variante, esta es sin duda la 'ola de las subvariantes': BA.2 fue la primera en encender las alarmas, y BA.4 y BA.5 crecen ahora a una velocidad inédita.
A 1 de julio, España rebasa el umbral de los 10.000 ingresados con clínica Covid, una tasa de ocupación hospitalaria desconocida desde mediados de febrero. Por aquel entonces, la variante supuestamente leve había causado más de 2.000 muertes en lo que iba de mes, y había más de 1.300 ingresados en Cuidados Intensivos. Ahora, sin embargo, la cifra de pacientes UCI es de 449. De este modo, parece repetirse la tendencia observada en Portugal, donde la 'ola de las subvariantes' no provocó casos sustancialmente graves ni mayor mortalidad.
La velocidad de penetración de BA.4 y BA.5 se observa en que entre abril y mediados de junio -la época marcada por la retirada de la mascarilla obligatoria en la mayoría de entornos y la predominancia de BA.2- se mantuvo una horquilla estable de entre 4.800 y 6.500 hospitalizados en toda España. En las dos últimas semanas, sin embargo, la ocupación hospitalaria se ha disparado desde el 5,5% hasta el 8,3% actual, y cierra el mes con 10.249 pacientes, un crecimiento de más del 50%.
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Incluso el moderado incremento en UCI, del 3,8% al 5%, enmascara la presión real en lugares como Madrid, denuncia la Sociedad Española de Medicina de Urgencias (SEMES), con el 13,1% de camas y el 8,7% de los Cuidados Intensivos comprometidos por casos de coronavirus. Por tercer verano desde que comenzó la pandemia en nuestro país, la Sanidad afronta una "situación insostenible" en un escenario "dinamitado" por la "escasez de médicos" y el "reajuste de recursos por las próximas vacaciones estivales".
El conseller de Salud de la Generalitat, Josep Maria Argimon, lo ilustraba en la mañana del viernes al cifrar en 2.000 los profesionales sanitarios de baja en estos momentos en Cataluña, "una situación que pone más presión al sistema debido al inicio de las vacaciones del personal y al cansancio acumulado tras dos años de pandemia", declaraba. Así, pedía a los ciudadanos que no acudieran a los centros de salud por "síntomas leves". Según datos de la Consellería, hasta un 75% de los casos estarían pasando desapercibidos al dejar de realizarse tests generalizados.
"No hemos pasado la pandemia: estamos teniendo nuevos sublinajes de la variante ómicron que, además de ser más contagiosos, se parecen más en su comportamiento de generar patología a las variantes originales, tanto alfa como delta, al generar más afectación pulmonar", explica a EL ESPAÑOL Daniel López-Acuña, exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la OMS, y profesor asociado de la Escuela Andaluza de Salud Publica.
Nuevas vacunas y mascarilla
Cataluña ha reclamado adelantar la cuarta dosis de la vacunación a los mayores de ochenta años y a la población de mayor riesgo, una medida recomendada Agencia Europea del Medicamento (EMA) y el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC). Sin embargo, Carolina Darias, ministra de Sanidad, se remite a la Ponencia de Vacunas para decidir el momento. Según apuntaba, la posibilidad de disponer de fórmulas específicamente adaptadas a ómicron, y fármacos de segunda generación como la española de Hipra, podría ser una realidad en otoño.
Sin embargo, las evidencias científicas plantean un escenario preocupante: si las vacunas de primera generación han sido menos efectivas contra ómicron porque se diseñaron en base a la primera variante del SARS-CoV-2, la historia podría repetirse con aquellas adaptadas a la ómicron original (BA.1) y sus variantes. Según un artículo publicado en la revista Nature, los nuevos fármacos que ensayan Pfizer, Moderna y Novavax sí habrían demostrado una mejora de la inmunidad frente a BA.1, pero serían hasta tres veces más ineficaces de cara a BA.4 y BA.5.
"Los informes sobre el escape vacunal de BA.4 y BA.5 deben preocuparnos. Vamos siempre tras el tren de las nuevas variantes", valora López-Acuña. "Está claro que necesitamos nuevas formulaciones de vacunas, pero corremos el riesgo de que no incluyan a las que más escapan. Esto puede llevarnos a un escenario de gravedad, de reinfecciones, de alta contagiosidad, de hospitalización incrementada y mortalidad elevada".
Según el especialista, ha faltado "claridad" por parte de las autoridades sanitarias y las farmacéuticas a la hora de plantear esta problemática. "Todo parece indicar que no va a tratar solo de ponernos una cuarta dosis de la vacuna. Estamos ante un problema estratégico: si no logramos desarrollar vacunas que incluyan información sobre los sublinajes BA.4 y BA.5, vamos a tener que volver a medidas de protección más severas, e incluso a las restricciones"
De nuevo, la reimposición de la mascarilla en espacios cerrados asoma en el horizonte, de momento como "sugerencia" según la ministra Darias. En Cataluña se amplía la recomendación para la población vulnerable a "supermercados, centros comerciales, cines y teatros". El sector privado también da señales de prealerta: la planta de Ford de Almussafes vuelve a imponer la mascarilla "donde no se pueda mantener la distancia con carácter general", debido "al aumento de contagios y el consecuente nivel actual de absentismo laboral".