A comienzos de junio, los casos de Covid-19 estaban en remisión en España. Tras descender a 6.481 pacientes ingresados, nos podíamos preguntar cómo declarar el punto y final de la pandemia. La situación ha cambiado radicalmente en un mes. Según el último informe de Sanidad, hay 11.586 personas hospitalizadas por infecciones de coronavirus, 502 de las cuales se encuentran en la UCI. Con un crecimiento superior al 78%, los ingresos han estado a punto de duplicarse, y en algunos casos igualan la ocupación de la 'ola ómicron' de invierno. Sin embargo, el impacto en Cuidados Intensivos está siendo menor que durante las otras olas.
Las responsables del repunte están siendo las subvariantes de ómicron BA.4 y BA.5, que han desplazado a BA.2, predominante en primavera, y son responsables de hasta el 85% de los nuevos casos en algunas CC.AA. según Sanidad. La ocupación hospitalaria ya se considera de riesgo alto, al destinar un 9,5% de las camas generales a casos Covid y un 5,7% de las plazas UCI. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha insistido no obstante en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en que se tratan de los indicadores en Cuidados Intensivos "más bajos de la pandemia".
Según la titular de Sanidad, esto indicaría que España sigue la tendencia ya observada en Portugal, en donde el incremento de contagios durante la 'ola de las subvariantes' no se tradujo en una mayor gravedad de los casos. Sin embargo, el país vecino ya rebasó hace semanas un pico de incidencia que todavía no se vislumbra aquí. La Comunidad de Madrid presenta los datos más graves con una ocupación hospitalaria del 14,4% la general y del 8,6 % en UCI, seguida de Cataluña, con un 11,5 % de ocupación general y un 11,7 % en UCI.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, veía sin embargo indicios de "ralentización del crecimiento e incluso de estabilización" de la séptima ola, cuyo arranque ha fechado en el 14 de marzo. Entrevistado por Onda Madrid, Escudero hacía mención a la Incidencia Acumulada en mayores de 60 años, equivalente a 1.683 casos por cada 100.000 habitantes, cuando hace una semana de 1.470,2. El aumento de los ingresos hospitalarios semana a semana se habría frenado del 17% al 11%, a lo que sumaba otros indicadores como el descenso en los vestigios de coronavirus en las aguas residuales.
Castilla y León es otro ejemplo de las particularidades de esta séptima ola. Con un aumento de 211 ingresos desde la última actualización, la cifra de 818 pacientes hospitalizados por Covid no se daba desde el pasado enero, coincidiendo con la 'ola ómicron' original. Pero la ocupación UCI sigue en niveles muy reducidos, con 26 pacientes ingresados cuando a comienzos de año eran 121. Por poner en contexto, el mínimo de ocupación de Cuidados Intensivos en lo que va de pandemia fue de 17 pacientes, algo que ocurrió en noviembre de 2021 en la Comunidad.
[Tengo 31 años, soy médico de Atención Primaria, y yo también pienso en dejarlo para siempre]
Rafael Bengoa, asesor internacional en políticas de salud y exconsejero vasco de Sanidad, destacaba en Radio Euskadi que tanto BA.4 como BA.5 son "muy, muy infecciosas, casi al nivel del sarampión", pero "no producen el mismo daño clínico que las anteriores". A ello ha contribuido el avance de la vacunación y el "aprendizaje en el ámbito médico y farmacéutico" adquirido durante la pandemia. Sin embargo, Bengoa incidía en la necesidad de tener para otoño o invierno una nueva "vacuna multivariante" que alivie una campaña de la gripe que se prevé "difícil".
Las mascarillas asoman de nuevo
No obstante, la recuperación de la mascarilla en la población general no está por el momento sobre la mesa, según Escudero, que reserva esta medida para las "personas vulnerables, los inmunodeprimidos y las personas mayores de 70 años". Según el consejero, imponer el cubrebocas en el lugar de trabajo para la población activa "tiene menos sentido" a la hora de contener los contagios si "luego en el resto de la actividad diaria no se utiliza la mascarilla".
Las asociaciones sanitarias, sin embargo, instan a recuperarlas con mayor profusión. El portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, Lorenzo Armenteros, pide seguir "utilizando mascarillas en interiores, en el transporte público y cuando se produzcan aglomeraciones". También "de forma solidaria" si se experimenta "cualquier sintomatología respiratoria". En la misma lína se pronuncia la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), partidaria de que las personas positivas en SARS-CoV-2 se aíslen aunque no tengan síntomas o sean leves.
El director general de Salud del Gobierno de Navarra, Carlos Artundo, ha instado a que "al menos las personas vulnerables utilicen mascarilla" en espacios interiores, salvo en hostelería donde "es imposible", durante las fiestas de San Fermín. Lugares como el transporte urbano, grandes centros comerciales o supermercados serían los principales contextos de intervención ante la tendencia "elocuente" e "inapelable" de incremento de casos. Darias ampliaba a toda España la recomendación, pidiendo usarla con "sentido común" en "interiores con mucha gente".
Las subvariantes esquivan la inmunidad
Si BA.4 y BA.5 demuestran una mayor evasión vacunal que sus parientes, no es menos cierto que también son resistentes al tratamiento con anticuerpos monoclonales. Un artículo publicado en The Lancet Infectious Diseases, a cargo de investigadores del Centro Alemán de Primates-Instituto Leibniz, la Facultad de Medicina de Hannover y la Universidad Friedrich-Alexander (Alemania), confirma que la neutralización con anticuerpos es menos eficiente para estas subvariantes, hayan sido generados mediante inmunización con vacunas o por una infección previa.
La única excepción, determinan los científicos, es el bebtelovimab, un anticuerpo capaz de bloquear "todas las variantes probadas" manteniendo una "alta eficiencia". "La vacunación seguirá protegiendo contra la enfermedad grave inducida por estas subvariantes, pero la protección tenderá a ser menos eficiente que la medida para las variantes que han circulado anteriormente", confirmaba Markus Hoffmann, autor principal del estudio.