En un contexto de crecimiento continuado de la séptima ola de la Covid en España, las subvariantes BA.4 y BA.5 de ómicron han ido desplazando a las versiones previas del coronavirus SARS-CoV-2 y ya representan hasta el 80% de todos los nuevos contagios en algunas comunidades autónomas. En los últimos días, no obstante, se habla de un linaje paralelo descendiente de la BA.2 que tuvo impacto epidémico en nuestro país en primavera: la denominada BA.2.75
Esta subvariante de 'segunda generación' estaría detrás del alza de la incidencia en India. Según explicaba Soumya Swaminathan, jefa científica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la subvariante BA.2.75 se secuenció por primera vez a partir de muestras de pacientes indios y ya se ha detectado en al menos diez países.
La información es "limitada" por el momento, pero se ha podido determinar que tiene más mutaciones en la espícula o proteína S, la "llave" con la que el coronavirus infecta a las células y sobre la que inciden las vacunas de ARN mensajero. En concreto, ocho más que BA.5, que solo habría necesitado tres variaciones para superar en infectividad a la ómicron original.
Según precisaba Swaminathan, 'BA.2.75' es un nombre provisional: 'Centaurus', la otra denominación que ha recibido la subvariante, es más informal todavía, un mote acuñado en Twitter por el experto en datos australiano Mike Honey para ilustrar su rápido ascenso. Los datos preliminares apuntan a que tiene un 16 por ciento más de capacidad de transmisión que la ómicron original, y que es comparable en infectividad a las subvariantes que circulan ahora en España.
"Desciende de BA.2, la 'ómicron silenciosa', y es prima hermana de BA.5", explica a EL ESPAÑOL Alfredo Corell, catedrático de inmunología en la Universidad de Valladolid. "En India, en pocos días, ha pasado de detectarse por primera vez a suponer el 18% de los casos positivos cinco días después. Eso puede significar que es muy transmisible".
[La OMS alerta de que los casos de Covid han aumentado un 30% en las últimas dos semanas]
Según explica el inmunólogo, "ómicron ya rompió el paradigma" en la pandemia al superar las defensas mejor que cualquier otra variante, y al introducir el fenómeno de las reinfecciones, que previamente eran "unos pocos miles entre millones de infectados en el planeta". Ahora, explica, "la reinfección es una constante".
Las subvariantes son más infectivas que la variante madre, pero no más virulentas. "Parece que es la evolución del virus, con mutaciones que son en realidad fallos a la hora de replicarse en las personas enfermas que les dan una ventaja competitiva. Y quizás se quede así de modo permanente".
Si ómicron puso sobre el tablero las reinfecciones, BA.4 y BA.5 están provocando nuevos positivos en personas que ya se contagiaron en enero y que todavía cuentan con inmunidad fruto de esa infección. ¿Podríamos contagiarnos una tercera vez si BA.2.75 llega a España en otoño?
"Si es lo bastante distinta de las otras variantes, pudiera ser", valora Corell, aunque todavía no se ha registrado ningún caso de este tipo en India. "Es segurísimo que se salta la inmunidad de variantes previas a ómicron como delta. Y quizás se salte la de la ómicron original. Pero es muy parecida a BA.4 y BA.5. ¿Serán las ocho mutaciones suficientes para que reinfecte? Yo espero que no".
Otra posibilidad es que, si bien "es cuestión de tiempo" que BA.2.75 llegue a España, no es inevitable que desplace a las subvariantes actuales dominantes. "Las variantes predominantes en cada país no siempre son las mismas. Puede que BA.5 no la deje entrar", explica el catedrático. "Nosotros apenas tuvimos a beta, la 'brasileña', pero fue delta la que se impuso, que venía de Reino Unido".
Por qué evaden mejor la inmunidad
Un estudio publicado en la revista Nature y realizado por investigadores del Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia (EEUU) termina de confirmar por qué la inmunidad adquirida por vacunación o por un contagio previo es menos eficaz frente a BA.4 y BA.5. El equipo de David D. Ho puso a prueba en laboratorio la reacción de anticuerpos de personas que habían recibido tres dosis de vacunas de ARN mensajero, o dos dosis antes de infectarse con ómicron.
Tanto BA.4 como BA.5 demostraron ser "al menos cuatro veces más resistentes" que BA.2 a la respuesta inmune. Además, de los 19 tratamientos de anticuerpos monoclonales que se utilizan para neutralizar las variantes, solo uno de ellos demostró que mantenía su eficacia contra las subvariantes. Esto confirma lo publicado por investigadores alemanes en The Lancet Infectious Diseases la semana pasada, y que identificaba al bebtelovimab como el único anticuerpo eficaz.
"Nuestro estudio apunta a que, mientras estas subvariantes altamente transmisibles sigan expandiéndose por todo el mundo, habrá más infecciones en personas vacunadas y con dosis de refuerzo de vacunas de ARNm", afirmaba Ho. No obstante, tranquilizaba, las vacunas siguen protegiendo contra la enfermedad grave. En ese sentido, otro estudio suizo publicado en Nature Communications confirma que ómicron evade con éxito la inmunidad, pero la inmunización híbrida (vacuna + infección) garantiza en gran medida evitar los casos graves.