La Organización Mundial de la Salud (OMS) tomó la decisión hace dos semanas de designar a la viruela del mono como una Emergencia de Salud Pública de Interés Internacional (ESPII) debido a su avance en todo el mundo. A día de hoy no ha llegado a considerarse una pandemia: si bien es cierto que en Europa y en Estados Unidos el número de casos es alto, en el resto del mundo el riesgo es moderado.
De todas formas, el verano puede ser una época preocupante para la transmisión de enfermedades debido a los traslados que se producen con motivo de las vacaciones. Esto puede generar preocupación por la posibilidad de contagiarnos durante nuestro período de descanso. Ahora bien, las vías de transmisión de esta enfermedad se conocen y, por lo tanto, podemos tomar medidas de precaución para evitar el contagio.
Desde el comienzo de este brote, la viruela del mono ha expandido especialmente entre el grupo de población de hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH). Sin embargo, no se trata de una Infección de Transmisión Sexual (ITS), sino que se transmite por el contacto estrecho. Es decir, que se ha producido en este colectivo por una razón circunstancial y, en realidad, todos los grupos de población son susceptibles de contagiarse.
A continuación, cinco preguntas y respuestas para viajar con seguridad este verano:
¿Cuáles son las zonas más afectadas?
Actualmente, el país líder de casos registrados en el mundo es Estados Unidos —con 7.084 casos— y, por detrás de él, España —con 4.577 casos, según los últimos datos disponibles—. Mientras que en el resto del mundo el riesgo para la salud pública de la viruela del mono es moderado, en Europa y en Estados Unidos se considera alto. Después de España, los países más afectados en Europa son Alemania (2.839), el Reino Unido (2.677) y Francia (2.241). De todas formas, la transmisión de la viruela del mono no es sencilla: requiere un contacto muy estrecho con un infectado.
¿En qué situaciones me puedo contagiar?
Para contagiarse de la viruela del mono hay que tener un contacto estrecho piel con piel con una persona infectada donde los fluidos de sus lesiones entren en contacto con alguna herida que tengamos, aunque pueden ser a veces imperceptibles. También es posible contagiarse a través del contacto con sus ropas o ropa de cama o, incluso, a través de gotitas de saliva si la distancia con el infectado es muy corta. Por esta razón, la transmisión se ha producido generalmente con más éxito en el contexto de las relaciones sexuales, donde se produce un contacto íntimo.
La viruela del mono no es una enfermedad de transmisión sexual, no se ha probado que el contagio se pueda producir por semen ni por fluidos vaginales y, por tanto, utilizar preservativos no protege frente a esta infección. Los infectados, en este sentido, deben hacer cuarentena hasta que las lesiones provocadas por la enfermedad se curen por completo y no puedan transmitir la enfermedad, lo que suele tardar en torno a tres semanas.
¿Puedo contraer la enfermedad tras tocar objetos o al sentarme en un asiento?
Si bien los expertos sostienen que es posible, también dicen que es poco probable. El virus de la viruela del mono puede vivir en los tejidos de las ropas porque son porosos, pero en el resto, no tanto. El vidrio, el plástico o el metal son materiales en los que el virus no sobrevive durante demasiado tiempo. No debemos preocuparnos por tocar cualquier superficie, a no ser que sepamos que ha estado en contacto con alguna persona infectada y, especialmente, tejidos. El contagio por sentarse en asientos o tocar objetos es muy complicado y si las superficies se lavan a menudo, menos.
La ropa que ha estado en contacto con el paciente de viruela del mono sí que supone un posible canal de transmisión. Por esta razón, se recomienda que si alguien de nuestro entorno padece la enfermedad, sea él quien manipule sus ropas y ropas de cama y que no se sacudan. Los platos, vasos y cubiertos utilizados para comer se deben limpiar en el lavavajillas a altas temperaturas.
¿Son efectivos los desinfectantes?
Sí, los productos de desinfección comunes pueden eliminar el virus de las superficies y, en el caso del gel hidroalcohólico, también de nuestras manos. Desde el comienzo de la pandemia de la covid-19 estos productos se encuentran disponibles en muchos lugares públicos y se emplean con más frecuencia en la rutina de limpieza de estos sitios y también de los transportes. Esto reduce el riesgo de contraer la enfermedad al sentarse en asientos de transportes o tocar objetos de lugares públicos.
¿Puede haber pacientes asintomáticos?
Existe un estudio realizado por el Instituto de Medicina Tropical de Amberes, en Bélgica, que encontró tres hombres infectados por la viruela del mono y no presentaban síntomas. De todas formas, los expertos consultados en EL ESPAÑOL explican en este artículo que todavía es pronto para saber en qué circunstancias se puede dar un caso asintomático. Los tres hombres padecían también el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y seguían un tratamiento antirretroviral que, según el artículo citado, podrían atenuar los síntomas de la enfermedad. En cualquier caso, también se explica que hasta ahora lo más frecuente es que la enfermedad se produzca con síntomas: fiebre, dolor muscular, inflamación de ganglios y, por supuesto, las pústulas y pápulas características.