La despreocupación propia del verano hace que si nos tropezamos en el lugar menos indicado o nos cortamos con algún utensilio de cocina, no le prestemos la atención debida. Incluso hay quien, no teniendo un botiquín a mano, recurre a alguna de las falsas creencias sobre la curación de las heridas.
En la mayoría de estos cortes superficiales, pequeñas heridas o quemaduras leves, se aplica agua oxigenada sobre éstas, pues es el agente antiséptico más utilizado desde que se le diera este uso hace aproximadamente cien años. A continación viene la povidona iodada, mucho más reconocible como el bote de betadine amarillo, entre los productos para tratar este tipo de situaciones.
Sin embargo, un reciente estudio publicado en la American Journal of Infection Control ha demostrado que la capacidad desinfectante de este antiséptico puede mejorarse. Para llegar hasta esta conclusión, los autores del estudio tuvieron en cuenta que para el tratamiento de heridas afectadas también se solía aplicar un antibiótico natural, característico por su efecto antibacteriano, como es el gel coloidal.
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Como aquella persona que teniendo huevos y patatas inventó la tortilla, estos investigadores decidieron comprobar la efectividad que tendría la aplicación de ambos a la vez, povidona iodada al 5% y un gel de plata coloidal. Esta combinación es más beneficiosa que cualquiera de las dos sustancias por separado para inhibir el crecimiento de bacterias gramnegativas y grampositivas, como han corroborado los resultados de este estudio.
Un trabajo sin precedentes
El tratamiento de las heridas, pese a los avances conseguidos en este campo, sigue siendo un problema para muchos médicos, sobre todo cuando se trata de quemaduras graves. De hecho, cada año en España fallecen 60 personas por esta causa, según este informe realizado por la Fundación MAPFRE y la Asociación Española de Quemaduras y Traumatismo Eléctrico (AEQUE).
Los resultados de la investigación ofrecieron una inhibición completa del 100% de todas las bacterias probadas. Aunque los propios autores confiesan que su trabajo partía con una limitación, pues los experimentos se realizaron con bacterias de biopelícula que se formaron a partir de una única especie bacteriana, por lo que aquellas que estén formadas por más de una especie de bacteria pueden ser más difíciles de terminar.
Aun así, uno de los autores del estudio y doctor en medicina del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica de Texas (TTU), Jonathan Kopel, ha reconocido el punto de inflexión que supone su trabajo: "Nuestro estudio es el primero que evalúa de forma sistemática el uso de povidona iodada sola en comparación con la combinación de ésta y gel coloidal de plata para eliminar las bacterias y el crecimiento de las biopelículas".
Además, como apuntan los investigadores en la introducción de su publicación, la piel es el órgano más grande del cuerpo y actúa como "primera línea de defensa" ante cualquier tipo de infección, por lo que si se daña su "función de barrera", la respuesta inmunitaria se ve perjudicada.
Y es que las heridas en la piel como las quemaduras son más vulnerables a la invasión microbiana y a la producción de biopelículas, que son difíciles de tratar con antibióticos. De esta manera, cualquier apósito que contenga plata coloidal ha demostrado ser más prometedor en la prevención y eliminación de infecciones.
Todo lo contrario sucede con los productos formados por una solución de povidona y yodo molecular. Así lo ha demostrado la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), que asegura que "debe evitarse el uso regular o prolongado de este medicamento, especialmente en pacientes con quemaduras que afecten a más del 20% de la superficie corporal, heridas grandes o abiertas, fallo renal, trastornos tiroideos y en pacientes que estén en tratamiento con litio".