Una novedosa estrategia de tratamiento basada en la terapia celular ha frenado el avance del melanoma de forma significativa en comparación con la inmunoterapia estándar, según los resultados de un ensayo presentado en el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica, ESMO, que se celebra en París.
Se trata del estudio M14TIL, en fase 3, que muestra "por primera vez, en un ensayo aleatorizado y controlado, que la terapia celular puede ser eficaz y beneficiosa para pacientes con cánceres sólidos", ha explicado el autor principal del mismo, John Haanen, del Instituto del Cáncer de Países Bajos.
Para los pacientes con melanoma, "hemos visto una reducción del 50% en la probabilidad de progresión de la enfermedad o muerte por la misma", lo que califica de un cambio absoluto en la práctica médica.
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"Esta es la primera vez que una aproximación basada en TIL [linfocitos infiltrantes de tumores] ha sido comparada directamente con el tratamiento estándar, en este caso ipilimumab. Así que ahora somos capaces de posicionar el tratamiento con TIL mucho mejor en la gestión del panorama para pacientes con melanoma metastásico".
El oncólogo del Instituto Ludwing para la Investigación del Cáncer, en Lausana (Suiza), que no ha participado en el estudio, califica los TIL como una "extraordinaria terapia". Se trata de un nuevo paradigma para el tratamiento del cáncer y, a la vista de estos resultados, es "eficaz y factible a gran escala. Estos hallazgos generan esperanzas para el manejo y la potencial cura de los tumores sólidos metastásicos".
Linfocitos T del tumor
El tratamiento se basa en la toma de muestras del tumor del paciente, que ha sido extraído quirúrgicamente, y cultivar linfocitos T del tumor en el laboratorio, que serán introducidos en el paciente una vez que ha finalizado la quimioterapia. Estos linfocitos reconocerán las células tumorales y las eliminarán.
Han sido 168 los pacientes que han participado en el ensayo M14TIL. Todos tenían un melanoma no resecable en estadio IIIC-IV, y la mayoría de ellos habían sido tratados previamente con inmunoterapias PD-1. Los pacientes se dividieron en dos grupos: unos recibieron la inmunoterapia con ipilimumab, y los otros con una terapia basada en TIL.
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La mitad de los pacientes tratados con terapia celular estuvo un mínimo de 7,2 meses sin que el tumor progresara, frente a los 3,1 meses del grupo tratado con ipilimumab. El 49% de los pacientes tratados con TIL respondió a la terapia, por el 21% de la inmunoterapia. La mitad de los pacientes sobrevivió, como mínimo, 25,8 meses desde la administración de la terapia experimental, frente a los 18,9 meses del tratamiento estándar. Todavía hay pacientes a los que se les están haciendo un seguimiento de supervivencia.
El tratamiento del melanoma metastásico vivió una revolución con la llegada de las inmunoterapias, que ahora es la primera opción para estos pacientes. Pero si el tumor progresaba ya no quedaban apenas opciones de tratamiento.
Haanen cree que el melanoma se vuelve resistente a las inmunoterapias anti PD-1 (que recibieron el 89% de los pacientes del ensayo antes de entrar en el mismo) debido al microambiente del tumor. "Así que, cuando sacamos estas células de su ambiente natural, las reactivamos en el laboratorio, las hacemos crecer en grandes cantidades y las devolvemos a los pacientes, podemos superar algunos de los mecanismos de escape. Y esto es lo que estamos viendo; de cualquier otra forma, las TIL no funcionarían en este entorno".
La nota no tan positiva es que todos los pacientes tratados con TIL experimentaron efectos adversos graves relacionados con la terapia, pero fueron "bien manejados y la mayoría se resolvieron al momento de salir del hospital tras la terapia". Además, estos efectos adversos se deberían a las terapias que se administran conjuntamente con las TIL, como la quimioterapia y la interleuquina 2.
Haanen considera que la terapia celular tiene potencial en multitud de tumores sólidos, ya que hasta ahora solo había mostrado beneficio en los hematológicos, como la leucemia o el linfoma.
La terapia administrada ha sido desarrollada de forma académica, sin la participación de la industria farmacéutica, y los investigadores están trabajando para obtener el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento para garantizar su acceso sin presiones comerciales de por medio.