Los chimpancés se caracterizan por ser manipuladores y tener una alta capacidad para engañar. Por su parte, los bonobos llevan una vida sexual muy activa. Ambos son los primates más cercanos al ser humano. Pero, ¿nos seguimos pareciendo a ellos? "Sólo nos separan seis millones de años. Social y emocionalmente somos básicamente simios. Aunque en la forma de querer y odiar no somos tan parecidos". Quien habla es el primatólogo, etólogo y psicólogo holandés Frans de Waal (Bolduque, 1948), una de las mayores eminencias en este campo tras haber estudiado a estos animales durante 40 años.
Aunque su prolongado estudio sobre esta especie no se ha limitado a conocer de qué forma se alimentan, reproducen y mueren. Su análisis ha llegado hasta conclusiones tan relevantes como que el matriarcado existe en los bonobos, que hay bastantes animales que son homosexuales y que los chimpancés machos prefieren los coches antes que las muñecas. De hecho, en su nuevo libro, Diferentes. Lo que los primates nos enseñan sobre el género (Tusquets, 2022) trata temas con tanta vigencia como el feminismo, la identidad de género y la transexualidad.
Con motivo de su reciente publicación, millones de personas han podido verle siendo entrevistado por autores de éxito internacional como Yuval Noah Harari o el polémico psicólogo Jordan B. Peterson. Aun así, antes de que finalice la videollamada, el científico hace una aclaración: "Estoy a favor de la igualdad".
¿Por qué los chimpancés machos prefieren jugar con coches antes que con muñecas?
Hay experimentos que así lo demuestran. Los primates machos prefieren los coches y las pelotas, mientras que las hembras van a por las muñecas y los osos de peluche. Para los machos es difícil de explicar puesto que en la naturaleza no encontramos estos objetos. Sin embargo, en las hembras creo que es bastante fácil de entender.
En los humanos sucede igual. Las niñas se sienten más atraídas por las muñecas que los niños. Se trata de una diferencia comprobada estadísticamente.
En su nuevo libro trata temas como la transexualidad, la bisexualidad y demás cuestiones ‘espinosas’. ¿Sintió en algún momento el peso de la autocensura a la hora de escribir este libro?
No, para nada. Intento ser objetivo. Es decir, explico lo que sé acerca de los primates y los humanos basándome en hechos. Y es por esto por lo que creo que la biología debe volver a los debates de hoy en día. La biología es mucho más flexible de lo que la gente se piensa. Me da la sensación de que la sociedad tiene miedo a la biología.
¿No cree entonces que la biología volverá a entrar en el debate sobre la identidad de género?
Sí, tiene que volver. De hecho, ya está presente en el debate sobre la homosexualidad y la transexualidad. Creo que ser transgénero también es biológico. Esto significa que nacemos con una identidad de género como hombre o mujer. Así que, sí, hay que volver a meter la biología en la discusión.
¿Por qué no estás de acuerdo con el uso que hacen del término género?
El sexo es biológico y el género es la expresión cultural de cómo te identificas y cómo te expresas. Estoy de acuerdo en que es un término útil para los humanos. Y también para otros primates, ya que son seres culturales. No se debe utilizar el término género sólo para el sexo. Por ejemplo, no estoy de acuerdo en decir que un perro tiene un género. En todo caso, tendrá sexo, pero nada más. Así que cuando se dice de un perro, no estoy de acuerdo con ese tipo de terminología.
¿Hay roles de género también en el mundo animal?
Sí, por supuesto. La gente piensa que en un primate solo vas a encontrar biología, mientras que en los humanos, cultura. Sin embargo, este proceso también puede repetirse a la inversa. Así, en los primates yo puedo estudiar su cultura, al igual que en las personas. Por ejemplo, aprenden a cómo actuar como un macho o como una hembra según lo que aprendan de los mayores.
¿Diría que existe el patriarcado en los chimpancés?
Sí. Los machos son siempre dominantes y las hembras no tienen nada que decir. Esta creencia se basa en un estudio muy antiguo. Y desde entonces, la gente piensa que todas las sociedades animales tienen sistemas patriarcales. Sin embargo, los bonobos son todo lo contrario a nosotros en este sentido. E incluso en todos los grupos de primates hay jerarquías femeninas con hembras alfa. El poder femenino es bastante común en los primates.
¿Y la homofobia?
Resulta que en los primates podemos encontrar la misma diversidad de género que en los humanos. Lo que sí, nunca he comprobado un comportamiento intolerante por su parte. Los aceptan como son.
Son más tolerantes que nosotros.
Claro. Y también porque ellos no son normativos. Nosotros sí, y mucho. Tenemos normas de comportamiento y etiquetas para todo. Eres homosexual. Eres heterosexual. Eres un hombre. Eres una mujer. Nos gusta etiquetar. Creo que por eso tenemos problemas con la tolerancia.
¿Se pueden considerar a los bonobos como los primeros bisexuales de la Tierra?
Los bonobos y quizás los delfines también lo sean. No parecen tener una preferencia clara por un sexo o el otro. Aunque la mayoría de las especies muestran comportamientos bisexuales, la mayoría de ellas son heterosexuales. Aun así, la homosexualidad es bastante común en los animales.
¿Tienen instinto maternal las hembras antes de tener a una cría?
No, las hembras necesitan aprenderlo. No nacen con este instinto maternal. Tienen que aprender de otras madres con experiencia cómo cuidar a sus futuras crías. De hecho, tienen que aprender muchas cosas hasta convertirse en ejemplos a seguir.
¿Es posible la amistad entre un macho y una hembra sin que exista ningún tipo de relación sexual?
Diría que es bastante común. Sí que es cierto que puede terminar en una relación sexual, pero no tiene por qué. Hay muchos períodos en la vida de las hembras donde no tienen sexo porque suelen tardar unos seis años desde que nace la cría hasta que se vuelve fértil. Y luego entonces sí que tiene mucho sexo con los machos. Pero durante esos seis años sí que mantienen una relación de amistad.
¿Cuál es la opinión de un primatólogo como usted acerca de teorías como la queer?
Pues pienso que en los estudios de género no tienen buenas teorías. Sí que tienen quejas, pero las teorías necesitan datos de apoyo. El patrón común cuando hablamos de personas transgéneros u homosexuales decimos que es una cuestión biológica. Y la usamos como una justificación. Solemos decir “esta persona ha nacido homosexual o transgénero, así que tú no la puedes cambiar”. Eliminamos la biología del debate. Decimos que todo se debe a la cultura.
No considero que el género sea una cuestión únicamente cultural. Pero tampoco hay nada biológico por completo. Por eso no se puede entender como una posibilidad real cuando la gente dice que el comportamiento masculino y femenino son puramente biológicos. Siempre existe una influencia por parte del entorno que le rodea. Aunque la sociedad prefiere elegir las respuestas fáciles.
¿Existen comportamientos feministas en el mundo de los bonobos?
Las hembras suelen necesitar de la solidaridad para tener poder. En el caso de los bonobos, se ayudan las unas a las otras y por eso son las dominantes. En los chimpancés podemos ver la misma solidaridad pero como viven más dispersos por la selva, resulta más complicado que las hembras tengan el poder. También porque los machos tienen más fuerza física.
Cualquier que le escuche hoy en día podría calificarlo de machista. Si no saben que está usted hablando de chimpancés y bonobos, claro.
Yo estoy a favor de la igualdad en la sociedad, por supuesto. Pero en el debate sobre la igualdad de género nos hemos centrado en la cuestión errónea, la del género. Creemos que el género es el problema. Y no es así. El problema está en la desigualdad.
Tal vez podamos reducir las diferencias de género educando a los niños y a las niñas de forma similar. Aunque en lo que tenemos que trabajar no es en el género, sino en la desigualdad.
En España está a punto de aprobarse la Ley Trans, por la que cualquier persona puede cambiar su sexo en el DNI solo con su voluntad. ¿Cuál es su opinión en este debate de la identidad de género?
La transexualidad empieza en los niños a una edad muy temprana, alrededor de los cuatro o cinco años. Sienten que son diferentes. Se resisten al cambio y es muy difícil hacerles cambiar. Se encuentra en lo más profundo de su ser. Es por eso por lo que nuestra sociedad tiene que respetar su decisión. Y antes que de que entre en juego la cirugía, que suele ser a los 18 años, tienes que asegurarte de que ellos lo tienen claro.
¿Cómo casa la existencia de Dios con la ciencia?
No creo que sea un gran conflicto. Yo no creo en Dios. No lo veo un problema a menos que alguien se tome la Biblia como algo literal. Porque entonces los científicos no estaríamos de acuerdo, por ejemplo, con que el mundo se creó hace 6.000 años. Así que creo que depende de lo fundamentalista que seas con tu religión.
Aunque parezca que un primatólogo pasaría desapercibido para la gran mayoría de la población, usted ha tenido momentos polémicos en su carrera. ¿Cuál es el que peor recuerda?
Pues no tuvo nada que ver con el género. Fue cuando propuse que los animales tenían emociones y eran empáticos. En aquel momento se pensaba que un animal solo podía ser agresivo y competitivo, por lo que estaba enfrentando al contrario en todo momento. Muchos me dijeron que no era una declaración aceptable. Ya sí que hay estudios que demuestran cuál de las dos partes estaba en lo cierto.