Con el envejecimiento, las probabilidades de sufrir gran parte de las enfermedades se disparan y, entre ellas, preocupan especialmente las demencias. Sobre todo porque la demencia más frecuente es el alzhéimer —hasta en el 80% de los casos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés)—, una patología que se sigue resistiendo a la investigación científica. Antes de los 65 años, tener alzhéimer es muy raro, pero entre los 85 y 89 años la padece el 20% de las personas.
Así está recogido en el Plan Integral de Alzheimer y otras Demencias (2019-2023) del Ministerio de Sanidad. A partir de los 90 años, hasta el 40% de las personas padecen esta enfermedad y, aunque esta edad parezca avanzada, cada vez vivimos más. Los mayores de 90 años en España componen ahora el 1,27% de la población, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), pero en el año 2010, constituían el 0,67%. Es decir, que la investigación de tratamientos para estas demencias es un gran reto del presente y el futuro.
Precisamente, un estudio publicado en la revista científica BMJ Open Diabetes Research & Care ha abierto una posible vía al tratamiento de las demencias con un medicamento ya conocido. En concreto, se trata de las glitazonas (TZD, por su abreviatura) que son unos medicamentos utilizados desde hace tiempo en el tratamiento de la diabetes tipo 2. Estos fármacos pueden prevenir de manera eficiente la demencia en pacientes que tienen un alto riesgo con una diabetes tipo 2 suave o moderada.
Un fármaco versátil
Concretamente, los autores del estudio explican que estos medicamentos se han asociado a una reducción del riesgo de demencia en un 22%. Estos buenos datos hacen pensar a los investigadores que en futuros estudios se podría investigar si es posible recetarlos para otro tipo de pacientes. La diabetes y las demencias comparten similitudes en sus patrones fisiológicos y, por esta razón, ya se había investigado que algunos medicamentos de la diabetes sirvieran para las demencias. Por desgracia, los resultados hasta la fecha han sido inconsistentes.
En el estudio, los investigadores compararon el riesgo de demencia en personas mayores con diabetes tipo 2 que eran tratadas o con una sulfonilurea o con una TZD, con el de aquellas que sólo eran tratadas con metformina. Los datos utilizados en el estudio fueron tomados del Veteran Affairs Health System de Estados Unidos y obtuvieron una muestra de un total de 559.106 personas diagnosticadas con diabetes tipo 2 en un período entre los años 2000 y 2019. Eso sí, sólo incluyeron a los pacientes mayores.
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Los autores del estudio tomaron información de personas a partir de los 60 años y que habían recibido una primera prescripción de metformina o una sulfonilurea —tolbutamida, glimepirida, glipizida o gliburida— o una TZD —rosiglitazona o pioglitazona— entre los meses de enero de 2001 y diciembre de 2017. Rastrearon la salud de estos casi 560.000 pacientes durante un promedio de 8 años. Después de al menos 1 año de tratamiento farmacológico, el uso de una TZD solo se asoció con un 22% menos de riesgo de demencia por cualquier causa, en comparación con el uso de metformina sola.
Menos riesgo
Concretamente, las TZD reducían un 11% el riesgo de padecer alzhéimer y un 57% el riesgo de demencia vascular. Los CDC calculan que "aproximadamente un 10% de los casos de demencia están vinculados a accidentes cerebrovasculares u otros problemas relacionados con el flujo de sangre al cerebro" y la diabetes es uno de los factores de riesgo de estos problemas de salud. En este sentido, las TZD tienen un efecto favorable sobre el sistema vascular y puede ser el origen de cierta reducción del riesgo de demencia.
Los científicos también observaron un hecho sorprendente: quienes tomaban metformina y TZD combinadas tenían un 11% menos de riesgo de demencia, pero quienes sólo tomaban sulfonilurea tenían un 12% más de riesgo de este tipo de enfermedades. Por eso, los autores creen que combinar una sulfonilurea con metformina o una TZD puede contrarrestar parte de estos malos efectos. Además, también observaron que los menores de 75 años se beneficiaban más del tratamiento con TZD que los pacientes mayores, lo que sugiere que es importante empezar a prevenir cuanto antes. También estos medicamentos parecían proteger más a los pacientes obesos o con sobrepeso.
Entre las limitaciones de este estudio, los autores reconocen que no contaban con información importante como la función renal o los factores genéticos y que la mayoría de los participantes del estudio eran hombres de raza blanca. Al ser un estudio observacional no se pudieron sacar conclusiones definitivas sobre causa y efecto. Sin embargo, animan a que en las futuras investigaciones sobre los medicamentos para la diabetes utilizados en demencia se prioricen las TZD, dado a sus buenos resultados.