Dormir todas las noches entre siete y nueve horas es una recomendación general de salud tan importante como practicar ejercicio de manera regular y tener una buena alimentación. Sin embargo, es un objetivo que muchas veces nos cuesta alcanzar, ya sea por problemas de estrés, de insomnio o, simplemente, porque no le damos mucha importancia. Ahora bien, los problemas de la falta de sueño son cada vez más evidentes y ahora un estudio los ha relacionado con un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas.
Este estudio, publicado este martes en la revista PLOS Medicine, concluye que "sus hallazgos sugieren una asociación entre la breve duración del sueño y la multimorbilidad". Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la multimorbilidad es una condición en la que una misma persona padece dos o más enfermedades crónicas. La relación entre el total de horas que pasamos dormidos y la salud ha sido el tema de muchas investigaciones recientes y algunas las han llegado a relacionar con la aparición de demencias en la tercera edad, según este artículo de EL ESPAÑOL.
Los autores del estudio publicado esta semana —de la Paris Cité University y la University College of London— han precisado que son cinco o menos horas por noche el tiempo de sueño que dispara el riesgo de enfermedades crónicas a partir de los 50 años de edad. Para realizar este estudio, los investigadores recabaron datos de 7.864 participantes en otro estudio que hizo un seguimiento de la salud de los empleados de las oficinas de Londres del servicio civil británico.
Sueño y salud
Entre los años 1985 y 2016, este estudio obtuvo datos de las horas de sueño totales que los participantes afirmaban dormir de media y las enfermedades crónicas que padecían. Los datos fueron comparados a los 50, a los 60 y a los 70 años de edad. De los casi 8.000 participantes, casi el 7% admitía dormir cinco horas o menos cada noche, el 32,6% dormía seis horas, hasta el 45,6% lo hacían durante siete horas, casi un 14% alcanzaron las ocho horas de sueño y, por último, un 1% conseguía dormir durante nueve o más horas al día.
Comparado con siete horas de sueño al día, los que dormían cinco horas o menos tenían un mayor riesgo de multimorbilidad asociado. Lo mismo sucedió con los que tenían un sueño corto a los 60 y a los 70 años de edad. Eso sí, quienes dormían nueve o más horas a los 60 años y a los 70 también tenían un mayor riesgo de multimorbilidad, pero no aquellos que reunían todas esas horas de descanso a los 50 años. De los 7.217 participantes que no tenían enfermedades crónicas a los 50 años, 4.446 desarrollaron la primera, 2.297 pasaron a una multimorbilidad y 787 murieron.
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Los que dormían cinco o menos horas al día a los 50 tenían un 30% más riesgo de desarrollar su primera enfermedad crónica que los que dormían siete horas. También de evolucionar a una multimorbilidad si ya padecían su primera enfermedad crónica. De todas formas, no se encontraron asociaciones entre la duración del sueño y la mortalidad entre aquellos que tenían una enfermedad crónica existente. Es decir, se observó una asociación entre el sueño breve y el riesgo de enfermedades crónicas y multimorbilidad, pero no con una progresión a la muerte.
El director del Centro del Sueño de Surrey ha explicado a la BBC que "este trabajo recuerda que dormir poco no es bueno para los humanos. En general no es saludable, aunque existen personas para las que puede estar bien". Y reflexiona: "La gran pregunta es por qué algunas personas duermen menos. ¿Qué está causando esto y qué podemos hacer para evitarlo? El sueño es, en cierta medida, un factor del estilo de vida que es modificable". De hecho, el sueño puede mejorarse a través de algunos hábitos de higiene e, incluso, psicoterapia.