En el mundo de los cómics, una vez derrotado un villano, hace acto de aparición otro nuevo, más fuerte y más malvado. En ocasiones ocasiones se trata de viejos enemigos que regresan más fuertes, o alianzas forjadas para derrotar a los héroes. Algo similar parece prometer esa temporada invernal de infecciones respiratorias: el virus respiratorio sincitial o VRS está causando estragos en los hospitales pediátricos, la gripe ya ha alcanzado el umbral epidémico y las nuevas variantes del SARS-CoV-2 acechan en el horizonte. Algunas voces comienzan a hablar de 'tripledemia'.
"Estamos viendo un incremento general de los cuadros de varios virus respiratorios simultáneos: VRS, gripe y otros, muchos de ellos de forma simultánea", apunta Pedro Jesús Alcalá Minagorre, presidente de la Sociedad Española de Pediatría Interna Hospitalaria.
"La presión en urgencias hospitalarias es muy importante. Pero también han comenzado las bronquiolitis graves que requieren cuidados intensivos. Y estamos en noviembre, todavía lejos de lo que solía ser el cénit de las oleadas epidémicas", advierte. "Estamos preocupados por la evolución de los próximos meses y su implicación para la hospitalización pediátrica y cómo pueden repercutir en niños con enfermedades crónicas de base".
El VRS –que ya había aparecido el verano de 2021 y la última primavera, épocas en que no es probable que lo haga– está poniendo contra las cuerdas a los servicios de pediatría, que suelen tener pocas camas, casi desde que comenzó el curso escolar, advirtió el propio Minagorre ya hace un mes en EL ESPAÑOL. Y la situación no parece haber cambiado, por lo que el pediatra señala que hay que estar preparados para todos los escenarios.
La gripe, en cambio, había hecho acto de presencia una vez finalizó la primera ola de ómicron, allá por marzo, y mantuvo un perfil bajo desde entonces. El invierno austral ya dio avisos de que este virus no había pasado por alto la temporada. Además, este año llegaba antes, dando el aviso de lo que podía pasar en Europa.
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Y, efectivamente, el virus ha llegado antes de lo esperado. El Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ya ha constatado que Reino Unido ya está sumergido en plena temporada de gripe, pero no es el único país: Alemania, Kazajistán, Portugal y España reportan una positividad –el porcentaje de casos positivos sobre el total de personas testadas– por encima del umbral epidémico, situado en el 10%.
La cuestión es que la gripe solía hacer aparición en la época navideña, con el pico produciéndose entre enero y febrero. La superación del umbral en octubre no hace presagiar nada bueno. Así lo entiende el epidemiólogo Joan Caylá. "Si nos acordamos de una temporada normal de gripe, los hospitales se saturaban. Si coincide además con la Covid, podría ser un desastre".
La pandemia no ha acabado
La opinión pública ha dejado atrás la Covid después de casi tres años. Las palabras del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dando por terminada la pandemia se antojan precipitadas. Al menos en Europa, donde los casos volvieron a crecer a partir de mediados de septiembre, alcanzando un pico justo un mes después.
Sin embargo, "cada día tenemos entre 10 y 20 muertos por Covid, es increíble" e inasumible en otras épocas, opina Caylá. En España, el crecimiento sostenido de los casos en el último mes y medio parece haberse frenado, dejando la incidencia en 220 casos por 100.000 habitantes. Las hospitalizaciones toman un respiro sobre las 3.300, mientras las UCI ya rozan los 200 casos (la mitad de ellos con Covid incidental, es decir, que la causa del ingreso no es la infección). El epidemiólogo avisa de que esta situación es probable que cambie con la llegada del frío –"estas últimas semanas todavía ha hecho buen tiempo"– y el comienzo de la vida en los interiores.
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A nivel europeo, países como Alemania y Austria, que vivieron una situación crítica durante octubre, con hospitales colapsados y el regreso de la mascarilla en el aire, parecen haber domado esta nueva ola, si bien las consecuencias siguen vigentes, con un aumento de muertes que no ha doblado la curva: en la Unión Europea se han registrado a finales de octubre 1,15 defunciones por millón de habitantes, el doble que a principios del mismo mes.
El continente está pendiente del impacto que supondrán las nuevas variantes. Aunque en España las que parece que acabarán imponiéndose no llegan al 1% de los casos, en Francia BQ.1.1 ya es la dominante, protagonizando más del 50% de las nuevas infecciones.
Aunque se teme por el grado de escape inmunitario (tanto de vacunas como de infecciones previas) que tiene esta nueva encarnación del SARS-CoV-2, los datos franceses son optimistas, con un techo de hospitalizaciones más bajo que en las últimas oleadas.
¿Cuál será el efecto de las tres epidemias combinadas? Caylá ve más que probable que coincidan en el tiempo y advierte que no hay que ver solo los hospitales sino también la situación de la atención primaria y los servicios de salud pública, "que están quemados", lo que puede fomentar el uso de las urgencias hospitalarias, generando un cuello de botella.
Algo similar apunta el profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública Joan Carles March, que cree que el efecto de esta "triplemia" dependerá de su combinación. "Sabemos cosas de lo que parece que viene, pero no cómo va a ser la unión de las tres epidemias. Es evidente que esta mezcla hay que tenerla en cuenta".
Para March será muy importante poder distinguir Covid de gripe, "aunque ambas generan mortalidad". Diagnóstico precoz y fomento de la vacunación serán los dos aspectos a potenciar según los expertos consultados por EL ESPAÑOL. Y de verdad que hace falta potenciarlos: según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, la vacunación de la Covid todavía no ha alcanzado a la mitad de la población mayor de 80 años.
Alcalá Minagorre insiste en la importancia de las medidas preventivas para evitar las exposiciones de riesgo a los más pequeños. "También se deben instar a que las autoridades y direcciones de salud desarrollen planes de contingencia para estos meses epidémicos, y tomen conciencia de las necesidades especiales que tiene la población pediátrica".
En el aire queda la cuestión de las mascarillas. "Podría ser que volviera en algunos interiores", sostiene Joan Carles March. "La situación actual no hace necesario aumentar su uso pero sí creo que, si hay un incremento del número de contagios y de otras infecciones respiratorias, mientras no aumenten los porcentajes de vacunación –de Covid y gripe– se tendrá que trabajar de forma importante otras medidas".
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