Fallos en la comunicación, en la gestión de los sistemas de salud, la vacunación, la prevención, el tratamiento y evidencia de desigualdades pandémicas. Estos son los puntos que analiza un informe que ha publicado Nature sobre los errores que se han cometido —y se siguen cometiendo— por parte de los gobiernos y autoridades sanitarias respecto a la gestión de la Covid-19. El documento presenta un compendio de recomendaciones para lograr que el SARS CoV-2 deje de ser considerado "una amenaza para la salud pública".
"Este estudio es un gran esfuerzo multidisciplinario y una llamada a la acción para sentar una base sólida que haga frente a los brotes de enfermedades infecciosas a gran escala", detalla Jeffrey Lazarus al teléfono. Epidemiólogo del Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona, ha sido el encargado de dirigir y coordinar la investigación, que ha contado con la participación de 386 expertos de 112 países, entre los que destaca la presencia española, con nombres como José Luis Jiménez, catedrático de Química y Ciencias Medioambientales en la Universidad de Colorado; y José María Martín-Moreno, consejero de la OMS para Europa.
A ellos se suman epidemiólogos, expertos en salud pública, médicos de enfermedades infecciosas, cardiólogos e, incluso, abogados y filósofos. "Hemos contado con personas de numerosas especialidades porque este trabajo trata de cómo se organiza la sociedad en general, de cómo funcionamos", prosigue el experto, que destaca orgulloso el carácter "único" del estudio. "Yo no conozco ninguno semejante que trate sobre la pandemia".
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Tras más de un año de trabajo, el equipo ha conseguido llegar a un consenso con todas las observaciones sobre la gestión de la pandemia y las recomendaciones que quieren hacer llegar a todos los agentes implicados en ella. El resultado son 41 declaraciones y 57 directrices, que presentan distintos grados acuerdo y desacuerdo entre las partes.
El decálogo de recomendaciones
Diez cuentan con el apoyo unánime de los expertos. Éstas se podrían considerar como el decálogo para frenar la pandemia. En resumidas cuentas, piden colaboración entre todos los sectores y actores de la sociedad, elaboración de mejores mensajes de salud pública, adoptar un enfoque vacunas plus, que añada a este método de prevención otras medidas eficaces; frenar las desigualdades sociales y de salud entre países y comunidades, atender a los cambios de comportamiento de la población respecto a la pandemia, desarrollo de vacunas que brinden protección duradera contra múltiples variantes del SARS-CoV-2, combatir la información falsa con mensajes claros y libres de jerga científica innecesaria, coordinación multiministerial, dotar de tecnología a países de bajos y medianos ingresos para desarrollar vacunas, pruebas y tratamientos asequibles y promover el desarrollo de nuevas terapias para todas las etapas de la Covid-19.
"Con este estudio demostramos la valía que tiene colaborar entre expertos de varias especialidades y países, que es exactamente lo que ha faltado en muchos lugares, sea la OMS, Estados Unidos o España" explica el epidemiólogo, que ilustra sus palabras con el caso español. "Fernando Simón, al que ahora conocemos todos, es epidemiólogo, pero no era el más capacitado comunicar según qué decisiones. Por ejemplo, en Dinamarca, fue el ministro de Educación el que salió a explicar por qué no abrían las escuelas y el de Interior para hablar sobre el porqué no podía la gente cambiar de municipio".
Además de una falta de implicación y/o colaboración entre las distintas partes del Gobierno, Lazarus también echó en falta que llegara información clara y consensuada a toda la población y pone como ejemplo las campañas que realiza la Agencia Tributaria para llegar a todas las casas. "Yo de ellos siempre tengo cartas en el buzón, pero de la pandemia no me ha llegado nada. Ni a mis vecinos ni a nadie que conozca y con cosas como ésta perdemos oportunidades".
El epidemiólogo expone los fallos de nuestro país porque es donde le ha tocado vivir la pandemia, pero, como afirma el propio trabajo, estos son errores que se han dado en muchos países. No en todos, pero sí en una mayoría. Así, el documento refleja con dureza el alto número de muertes que ha dejado la pandemia y que se podrían haber evitado. Según las cifras oficiales, se han producido alrededor de 6,5 millones en todo el planeta. No obstante, un artículo científico elaborado por el Institute for Health Metrics and Evaluation, una entidad creada por la Fundación Bill y Melinda Gates, denuncia que el número real podría triplicar dicha cifra: casi 18 millones de muertes.
Una fase delicada
Por otra parte, los investigadores recuerdan que el virus sigue acumulando mutaciones que pueden mejorar su capacidad para evadir la inmunidad previa, además del problema la Covid prolongada, una cuestión que, en una conversación anterior con EL ESPAÑOL, Lazarus observó muy preocupante. "Hay mucha gente que ya no tiene miedo al virus, pero este problema le puede tocar a cualquiera".
La propia OMS advertía el pasado mes de octubre que la Covid persistente está "devastando la vida y el sustento de decenas de millones de personas en todo el mundo". Actualmente, no hay casi evidencia científica sobre cuál es la mejor manera de tratar este trastorno, que afecta a uno de cada ocho individuos.
Anuncios como éste no hacen más que confirmar una de las quejas del estudio: "El SARS-CoV-2 sigue circulando entre nosotros, aunque algunos gobiernos han pasado página". Las palabras parecen caer como un jarro de agua fría sobre anuncios como el de Estados Unidos, cuyo presidente, Joe Biden, dio por "terminada" la pandemia el pasado septiembre.
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"Todos los que hemos participado pedimos a las autoridades que nos lean y nos hagan caso", clama Lazarus, que avisa: "Estamos entrando en una fase delicada, en un momento muy inseguro y no sabemos qué va a pasar dentro de un mes".
De la situación de incertidumbre en España hablaba hace poco el epidemiólogo Joan Caylá. "Cada día tenemos entre 10 y 20 muertos por Covid", denunciaba en EL ESPAÑOL. Aunque admitía que el número de hospitalizaciones parece haber dado un respiro, advertía que todavía ha hecho buen tiempo y que la llegada del frío puede cambiar las tornas a peor.
Medidas "para todos"
Quique Bassat, otro de los coautores del estudio e investigador en ISGlobal en materia de malaria, infecciones víricas y bacterianas, hace precisamente hincapié en la necesidad de hacer algo pronto para frenar a la Covid. "Estas medidas se pueden implementar en meses, no en años", expone.
En el paquete de recomendaciones, hay algunas tan básicas como dar unas correctas pautas a la población sobre cómo ventilar una sala, algo que parece obvio, pero en lo que, de nuevo, se falló: "Yo veía las noticias de escuelas en las que los estudiantes estaban con el abrigo en clase porque estaban con las ventanas abiertas todo el rato. ¡Pero si sólo tenían que ventilar una fracción de cada hora!", ilustra Lazarus, que con esa pequeña anécdota da cuenta de la falta de información que ha tenido la población.
El epidemiólogo se despide de su charla con la esperanza de que el mensaje cale en quien tiene que calar: "Aquí tenemos para todos", resume un poco entre risas. Se pone más serio cuando vuelve a incidir en que esto es un problema que no podemos ignorar. "Quien dice que no hay que preocuparse no se está basando en la evidencia", sentencia. De hecho, ya hay voces que han bautizado al panorama que nos dejan las nuevas variantes del SARS-CoV-2 en conjunto con la gripe y el virus respiratorio sincitial como la 'tripledemia'. "Hay que prepararse para lo que está por venir y con nuestro documento hemos demostrado que hay muchas cosas que podremos hacer bien", termina Lazarus.