La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha denunciado la presencia de sustancias no deseables y prohibidas en varias máscaras de pestañas. Concretamente, han localizado níquel y formaldehído, dos agentes peligrosos por su relación con alergias y el cáncer, respectivamente. "En el laboratorio rastreamos la presencia de 30 sustancias que pueden ser nocivas, desde metales pesados (plomo, cadmio, níquel, etc.), hasta impurezas derivadas del petróleo. Lamentablemente comprobamos que algunas de ellas están presentes".
Tras el análisis de 14 máscaras de pestañas de color negro con efecto volumen, la organización ha detectado estas sustancias en tres de ellas. El níquel, concretamente, se ha localizado "en cantidades excesivas" en el producto Maxfactor Divine Lashes (8 partes por millón) y Deliplus Maxi Volumen (6ppm), comercializada por Mercadona.
El níquel es una impureza que suele derivar de los pigmentos de origen mineral que utilizan las máscaras de pestañas y puede producir problemas de sensibilización y alergias. A pesar de ello, como denuncia la OCU, el Reglamento de Cosméticos de la Unión Europea permite su presencia como trazas, si no se han añadido de forma deliberada, si no hay medios técnicos para eliminarlas o si los fabricantes no tienen indicios de que su producto ocasione daños.
Lo mismo ocurre con el formaldehído, una sustancia que puede darse cuando se juntan varios ingredientes y que se considera un carcinógeno bajo vigilancia. Según explicaba la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), el uso de formaldehído en productos cosméticos está prohibido desde junio de 2019 puesto que se encuentra recogido en el Anexo II del Reglamento 1223/2009, del Parlamento Europeo y del Consejo.
"El formaldehído, posible cancerígeno que además puede inducir problemas de sensibilización en la piel, está prohibido en cosméticos, por lo que no debería estar presente en estos productos. Aun así, basándonos en las últimas opiniones científicas establecemos un límite admisible de 10 ppm (partes por millón)", publica la OCU. En su caso, ha sido hallada en la máscara Chanel Le Volume en 12 ppm, en una cantidad "elevada" según la OCU.
Denuncia a la Aemps
Por todo ello, la OCU ha solicitado una intervención de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), para que introduzca una legislación que regule, al menos, unas cantidades máximas permitidas de estas sustancias.
"Se trata de una normativa laxa que atiende los intereses de las empresas cosméticas por encima de la seguridad de los ciudadanos", denuncia el organismo en el comunicado emitido.
En el mismo análisis, asimismo, se ha observado que la mitad de las máscaras analizadas se comercializan sin precintar, lo que supone un peligro para el consumidor, ya que se trata de un producto que se aplica cerca del ojo y que necesita una preservación máxima de su higiene.