El fin del mito de la vejez y el insomnio: a qué edad se duerme peor y cuándo empieza a mejorar
Los peores hábitos de sueño y descanso coincidirían con los años más productivos de la vida y mejorarían a partir de la mediana edad.
27 diciembre, 2022 01:15Conciliar el sueño tiende a volverse más difícil a medida que nos hacemos mayores, por motivos complejos que la ciencia todavía está tratando de desentrañar. Sin embargo, en lo que a necesidades de descanso se refiere, la tercera edad no es ni mucho menos la más conflictiva. Según un estudio publicado por investigadores de las Universidades de East Anglia (Reino Unido) y Lyon (Francia), las personas tendemos a dormir menos entre los 30 años y los 50, momento a partir del cual nuestros patrones de sueño vuelven a mejorar.
Según el artículo publicado en Nature Communications, la duración de las horas de sueño va declinando durante la juventud hasta tocar fondo de media a los 33 años, para mantenerse en mínimos hasta los 53, cuando vuelven a dilatarse. Estas son las conclusiones de un trabajo que ha involucrado a 730.187 participantes repartidos por 63 países, que han permitido estudiar tanto cómo los patrones de sueño se modifican en cada etapa de la vida, como las diferencias que se dan por país.
El método de recolección de datos fue uno de los aspectos más curiosos del estudio: el videojuego para móviles Sea Hero Quest, creado por Deutsche Telekom en asociación con la organización Alzheimer’s Research UK, como iniciativa ciudadana colaborativa para la investigación en neurociencias. Aunque funciona como un juego convencional, los datos que recoge permiten caracterizar los cambios en las habilidades de navegación de más de cuatro millones de personas en todo el mundo que contribuyen al proyecto global.
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Además de cumplir las tareas marcadas por el videojuego para evaluar las capacidades del jugador, los participantes deben responder a preguntas sobre sus características demográficas. También rellenan información útil desde el punto de vista de la investigación neurológica, como la referente a los patrones de sueño. Dirigidos por el profesor Hugo Spiers y el Dr. Antoine Coutrot, los investigadores determinaron que los jugadores dormían de media unas 7,01 horas cada noche.
Las mujeres, además, tendían a dormir 7,5 minutos más que los hombres de media. Los participantes más jóvenes en el estudio, cuya edad mínima era de 19 años, fueron los que más durmieron, pero empezaban a perder horas de sueño a partir de la veintena. Al entrar en la treintena, tendían a hacer meseta, hasta cumplir los 50 y volver a alargarse. En este caso, la cifra de 33 años como punto mínimo y de 53 años como frontera de repunte se mantuvo consistente para ambos sexos. Además, fue la misma independientemente del país y el nivel de educación de los jugadores.
Las razones, según los investigadores, tienen que ver con las exigencias laborales, así como las relacionadas con la crianza de niños pequeños. "Estudios previos han demostrado que existe una relación entre la edad y la duración del sueño, pero nuestro estudio ha sido el primero en identificar estas tres fases distintivas a lo largo de la vida", explica Spiers. "Hemos descubierto que, en todo el mundo, la gente duerme menos en la primera mitad de la edad adulta, aunque esta duración media del sueño por noche varía tanto entre regiones como entre países".
Así, las personas que declaraban dormir más horas eran las de países de Europa del Este como Albania, Eslovaquia, Rumanía y la república Checa, en la que sus afortunados ciudadanos duermen entre 20 y 40 minutos más de media. En el lado opuesto se encuentra el Sudeste Asiático, con países como Filipinas, Malasia e Indonesia. En general, apuntan los investigadores, se tiende a dormir menos en los países más cercanos al ecuador, en los que hay una mayor cantidad de horas de sol diarias a lo largo del año.
Finalmente, los investigadores determinaron que las habilidades de navegación que mide el videojuego no se vieron afectadas por la duración del sueño para la gran mayoría de los participantes, excepto en aquellos de más edad -entre los 54 y los 70- que requerían de una duración óptima de siete horas de sueño. Sin embargo, apuntan, entre estos participantes podrían darse factores de salud subyacentes que impactasen los resultados del estudio.