Tanto el colesterol como la glucosa elevados en sangre son conocidos factores de riesgo cardiovascular, entre muchos otros. Mantener sus niveles en un rango adecuado, sin excesos ni déficits, es uno de los principales objetivos de prevención a nivel de atención primaria. Sin embargo, no siempre es tarea fácil.
En muchas ocasiones se presentan factores genéticos no modificables por la dieta o el estilo de vida, como es el caso de la conocida hipercolesterolemia familiar, donde los niveles de colesterol total y colesterol LDL se disparan sin una causa aparente. Hasta el momento sólo se conocían genes responsables del 80% de los casos, pero un nuevo trabajo de origen español ha descubierto una nueva mutación: el gen SREBF2.
La enfermedad, conocida como 'hipercolesterolemia autosómica dominante' o ADH, es una enfermedad de origen genético. Se sabe que el gen LDLR es el causante en la mayoría de los pacientes, rondando el 80% de los casos, aunque hay otros genes conocidos como APOB y PCSK9, responsables de, aproximadamente, el 1%.
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En este nuevo estudio, a cargo de los investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico de Valencia, el objetivo era identificar nuevos genes potencialmente responsables de la ADH, lo cual ayudaría a detectar a muchos otros pacientes, pudiendo así adelantar la aplicación de tratamientos médicos adecuados y hábitos de vida saludables acordes a la enfermedad, disminuyendo así el riesgo cardiovascular a largo plazo.
Detectar en etapas tempranas
El estudio, dirigido por el Felipe Javier Chaves, responsable de la Unidad de Genómica y Diabetes de INCLIVA e investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) del Instituto de Salud Carlos III, se ha publicado recientemente en la revista Biomedicines.
Chaves y sus colegas estudiaron varios genes como potenciales candidatos en un grupo de 41 pacientes con ADH, los cuales no tenían ninguna mutación de otros genes conocidos como responsables de la enfermedad. Se eligieron estos potenciales genes en particular por su implicación en rutas metabólicas relacionadas con los lípidos, en general, y el colesterol, en particular.
Se logró identificar una mutación en el gen SREBF2 en un paciente, por lo que se estudió la misma mutación en su familia. Así, se comprobó que todos los familiares que poseían la misma mutación genética compartían también dos factores de riesgo cardiovascular conocidos, como es el colesterol elevado y los niveles de glucosa elevados, llegando a ser diagnosticados de diabetes aquellos parientes de mayor edad.
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Esta mutación se encuentra en la región promotora del gen, implicada en la regulación del mismo, por lo que se estudió si dicha mutación podía aumentar la expresión del gen o no.
Según sus hallazgos, la mutación del gen SREBF2 aumenta la transcripción del gen, es decir, incrementa su expresión en diversos grupos celulares, como las células del hígado, el intestino o los adipocitos o células grasas, aunque en diversas magnitudes.
No todos los grupos celulares aumentan su expresión genética de la misma manera, aunque la mutación sí producía, en mayor o menor medida, un aumento de los niveles de colesterol sanguíneo.
También eleva el azúcar
Ya en estudios previos se había sugerido la posibilidad de que las mutaciones de SREBF2 fuesen una causa de hipercolesterolemia o que, incluso, puedan influir en los niveles ya elevados de colesterol en pacientes con mutaciones del gen LDLR. Con esta investigación se ha demostrado que la mutación de SREBF2, por sí misma, es capaz de causar hipercolesterolemia familiar.
Además, la mutación detectada también da lugar a niveles más elevados de glucosa e insulina, lo que sugiere que también tiene un papel en la modulación del metabolismo de la glucosa. Algunos de los familiares del paciente que participó en el estudio ya eran diabéticos, pero otros se encontraban en niveles de prediabetes (niveles de azúcar elevados, sin llegar al rango de diabetes como diagnóstico) y ninguna de estas personas poseía ninguna alteración genética más que pudiese explicar su elevación de azúcar más allá del gen SREBF2.
Como conclusión, los autores sugieren que esta mutación es capaz de aumentar tanto los niveles de colesterol como de glucosa en seres humanos, pero serán necesarios más estudios para demostrar una relación causal entre esta mutación y la hipercolesterolemia familiar.