El 30 de enero de 2020, tras 7.818 casos (solo 82 fuera de China) de lo que se conocía por entonces como 'nuevo coronavirus', la Organización Mundial de la Salud declaró una emergencia de salud pública de importancia internacional. Este viernes, tres años después, puede dar carpetazo a la misma.
De declarar el fin de la pandemia, lo hará con algo menos de 300.000 contagios diarios y el país donde se originó la emergencia, China, sumido en el caos tras levantar gran parte de sus restricciones hace menos de un mes.
"Ahora no es el mejor momento para hacerlo", opina el epidemiólogo Joan Caylá. "Esperaría a que pase el periodo de gripe en el hemisferio norte y ver si la situación china impacta en los países pobres con los que tiene relaciones comerciales y cuya cobertura vacunal no es óptima". De hecho, "si entrásemos de nuevo en una situación epidemiológica complicada, habría que repetir la declaración y sería contraproducente", explica.
El Comité de Emergencia de Reglamentos Sanitarios Internacionales para la Covid-19 se reunió por primera vez el 22 de enero de 2020. Esta será su decimocuarta -y quién sabe si la última- ocasión en que lo haga. La declaración de emergencia sanitaria internacional se rige por un reglamento aprobado en 2005 y ha habido seis desde entonces: la gripe H1N1 de 2009, la poliomielitis en 2014, el ébola en África occidental en 2014, el virus Zika en 2015, el ébola en el Congo en 2018, la Covid en 2020 y la mpox (viruela del mono) de 2022.
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Sobre la mesa estará el buen comportamiento mostrado por el virus este invierno. Desde que se alcanzara un pico de algo más de 800.000 contagios a principios de diciembre, el número de infecciones diarias ha ido bajando hasta situarse en niveles de septiembre de 2020, el primer verano pandémico.
El número de hospitalizados lleva descendiendo desde comienzos del año en Francia, Reino Unido y Estados Unidos. Las muertes diarias en todo el mundo se mantenían por debajo de las 2.000 desde otoño, aunque han estado incrementándose en las últimas semanas.
La explosión de casos en China ha trastocado estos números. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China dijo el sábado que el 80% de la población del país, lo que equivale a unos 1.200 millones de personas, se han contagiado en esta ola. Y, aunque las cifras oficiales solo hablan de 72.000 muertes, muchos expertos creen que los números reales son mucho peores.
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En la parte positiva, la mayoría de los contagios en el gigante asiático han sido con las variantes BA.5.2 y BF.7, ya conocidas, y hasta el momento no hay ninguna variante nueva que haya que vigilar de forma estrecha.
"La situación de China es poco probable que nos afecte mucho porque tenemos una buena cobertura vacunal y vacunas efectivas, aunque nos falta todavía por vacunar a gente con la cuarta dosis", señala Caylá. De hecho, la ministra española de Sanidad, Carolina Darias, ha anunciado este jueves que la obligación de llevar mascarilla en el transporte público desaparecerá a partir del 7 de febrero.
"Pero piensa en los países pobres que mantienen relaciones comerciales con China, países de África, Asia y Latinoamérica". En el mundo hay unos 5.000 millones de personas que tienen la pauta completa primaria con alguna de las vacunas desarrolladas contra la Covid, lo que deja fuera a otros 3.000 millones. La situación es peor si atendemos a las dosis de refuerzo administradas, unos 2.500 millones.
Decisiones muy consensuadas
Más optimista que Caylá se muestra Manuel Franco, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, Sespas. "Estas decisiones [por las de la OMS] se toman de forma muy consensuada, meditada y con muchos datos encima de la mesa".
Por eso, de declarar el fin de la emergencia internacional, lo consideraría una "maravillosa noticia, y creo que la OMS ha jugado y va a jugar un papel muy importante en el futuro a nivel mundial. Confío, sin duda, en el buen hacer y las razones por las que se toma esa decisión".
El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se reunió el 14 de enero con el ministro Ma Xiaowei, que dirige la Comisión Nacional de Salud de China, y acogió positivamente los datos que le transmitieron, dando carta de confianza al país.
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Justo un día antes, el organismo internacional había actualizado sus recomendaciones para manejar la Covid-19. La mascarilla sigue siendo aconsejable "en determinadas situaciones, con independencia de la situación epidemiológica local".
También se recomienda el aislamiento por 10 días de pacientes con síntomas, eliminando los tres días posteriores de aislamiento tras el fin de los mismos, como aconsejaba hasta ese momento.
En el que caso de personas que den positivo y no tengan signos de la enfermedad, la OMS estima que con cinco días de aislamiento -en lugar de los 10 que aconsejaba- serán suficientes.
Hay que tener en cuenta que estas recomendaciones son generalizadas, van tanto para países con altas coberturas vacunales y buen sistema de atención sanitaria, como España, como a aquellos que no tienen tantas vacunas (incluyendo refuerzos) administradas.