La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias -SEMES- ha reclamado hoy en el Senado un Pacto de Estado por la Sanidad Pública. SEMES pide al Gobierno de España que incluya la aprobación inmediata de la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias, así como la puesta en marcha del diálogo social que permita alcanzar soluciones consensuadas para construir una Sanidad sostenible, igualitaria y justa.

El presidente de SEMES, el Dr. Tato Vázquez Lima, ha comparecido hoy en la Comisión de Sanidad del Senado junto al Dr. Jim Connolly, presidente de la European Society for Emergency Medicine (EUSEM). Han puesto en valor a los urgenciólogos españoles y a su labor dando respuesta inmediata a las situaciones de urgencia y emergencia, "ya sea de forma continuada o puntual, en casos de catástrofes y desastres naturales como el reciente terremoto que ha sacudido Turquía y Siria, o en situaciones de crisis sanitarias o bélicas, como la pandemia o la guerra de Ucrania".

El Dr. Vázquez Lima ha trasladado a la Cámara alta la situación actual de los servicios de Urgencias y Emergencias de España y el número ascendente de pacientes. También ha alertado del gran problema de relevo generacional que se prevé para estos servicios en los próximos años, derivado de la carencia de recursos humanos formados en la materia.

Finalmente, ha solicitado, en nombre de los casi 25.000 mujeres y hombres a los que representa, "medidas inminentes" al Gobierno de España y a la ministra de Sanidad, Carolina Darias. "Un Pacto de Estado por la Sanidad Pública con diálogo social, que contribuya a asegurar la calidad del Estado de Bienestar, con vocación de servicio y responsabilidad de Estado".

España se queda atrás

La situación española es una anomalía europea y mundial. A pesar de tener reconocida la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias en el ámbito militar desde 2016, sigue sin aprobarse para toda la ciudadanía.

"Estoy en España para mostrar el apoyo de todos los urgenciólogos de Europa a nuestros colegas españoles. La especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias, que existe desde hace más de 50 años en países como el Reino Unido, debe aprobarse ya en España. Es incomprensible que el Gobierno de España permita que el Sistema Sanitario español se quede a la cola de Europa", ha declarado Conolly.

"Lamento profundamente que, mientras que los urgenciólogos españoles son muy valorados a nivel internacional y se dedican a formar en esta especialidad en muchísimos países de todo el mundo, su propio Gobierno se niega a reconocerles su excelente labor y su identidad propia como pieza fundamental para el buen funcionamiento de la Sanidad", manifestó.

Encuentro con agentes políticos

El doctor Vázquez Lima está manteniendo una ronda de encuentros políticos, tanto a nivel nacional como autonómico, para dar a conocer la actual situación de los servicios de Urgencias y Emergencias.

El presidente de SEMES ha informado a los miembros de la Comisión de Sanidad del Senado de que el pasado mes de julio fue aprobado el Real Decreto que regula las especialidades en Ciencias de la Salud. Existe una propuesta sobre la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias que cuenta con el apoyo de la mayoría de las Comunidades Autónomas, y sigue pendiente de aprobación por la Comisión de Recursos Humanos de Sistema Nacional de Salud, dirigida por el Ministerio de Sanidad.

Vázquez Lima asegura confiar en "una rápida resolución". En las próximas semanas, "tal y como anunció hace un tiempo la misma ministra Carolina Darias", espera que "se apruebe la especialidad que permitirá que todos los españoles sean atendidos, cuando lo necesiten, por especialistas en medicina de urgencias y emergencias, formados con una formación reglada, homogénea y reconocida en toda Europa, tal y como se merecen nuestros ciudadanos".

Finalmente, ha advertido de "la necesidad de respetar la vocación de los jóvenes que desean ser médicos especialistas en Urgencias y Emergencias, junto a la obligación colectiva de evitar la fuga de talentos y al compromiso con el relevo generacional".