Narendra Kaushik quiere convertirse en el primer cirujano que realice un trasplante de útero a una mujer trans con éxito. El médico indio está convencido de que este tipo de intervenciones son el futuro, aunque tienen un pasado complicado. Existe un único caso registrado de esta operación: Lili Elbe —la mujer trans cuya vida quedó plasmada en la película La chica danesa— recibió este trasplante en 1930, pero por desgracia murió a consecuencia del mismo.
Casi un siglo de avances después, algunos científicos se sienten confiados de poder llegar a conseguir que una mujer trans llegue a quedar embarazada. En este caso, Kaushik considera que el donante debería ser una mujer fallecida o un hombre trans que desee cambiar su sexo y ofrezca los órganos que van a ser extirpados. Eso sí, los óvulos no se trasplantarían y la mujer trans debería quedar embarazada por reproducción asistida. ¿Cómo? Antes de la operación podría haber congelado esperma con el que inseminarse tomando un óvulo donado.
"Todas las mujeres transgénero quieren ser lo más cercano a una mujer posible y esto incluye ser madre", explicó Kaushik en unas declaraciones que recogió el Daily Mirror el pasado mes de mayo. "Esto es el futuro. No podemos predecir exactamente cuándo pasará, pero será muy pronto. Nuestro objetivo es conseguir que vivan su vida de la manera más normal posible como mujeres".
Realizados en España
Ahora bien, muchos médicos se mantienen escépticos y consideran que un trasplante de útero en mujeres trans supondría un riesgo altísimo de muerte del paciente. En la actualidad se han realizado unos pocos trasplantes de este órgano en mujeres cis —aquellas que se identifican con el género asignado al nacer— y se consideran operaciones extremadamente complejas. En España han tenido hasta la fecha dos trasplantes de útero entre mujeres cis, ambos en el Hospital Clínic de Barcelona.
El primero de ellos se produjo en el año 2020 y fue una donación en vivo entre hermanas. La receptora padecía el síndrome de Rokitansky un trastorno congénito que provoca que una de cada 5.000 mujeres en el mundo nazcan sin útero ni trompas de Falopio. La operación resultó un éxito y la paciente tuvo la menstruación dos meses después del posoperatorio. El segundo trasplante de útero en nuestro país se produjo el año pasado y, en este caso, la donación tuvo lugar de madre a hija, la intervención resultó exitosa y en ella se actualizaron algunos métodos quirúrgicos.
El Hospital Clínic de Barcelona explica que hasta el mes de julio de 2022 se han realizado aproximadamente 100 trasplantes de útero entre mujeres cis con una viabilidad del 80%. De todos ellos, han nacido un total de 30 niños hasta la fecha. "En general se espera unos seis meses después de la operación para hacer la transferencia de un embrión y las mujeres se suelen quedar embarazadas entre la cuarta y la quinta transferencia. Con este tipo de trasplantes existe un 40% de recién nacidos sanos viables, mientras que con la fecundación in vitro estándar, la tasa de recién nacidos viables por pareja que inicia el proceso no llega al 20%", recoge la página del hospital.
Complicaciones
Sin embargo, introducir con éxito un útero en el cuerpo de una mujer trans presenta muchas más complicaciones adicionales. La operación parece imposible por el momento, tal y como explica Paula García, médica de Urgencias en Lliria-Valencia. Aunque se ha especulado con la idea de que las mujeres trans podrían recibir un útero de un donante vivo, parece que lo más indicado es que sea de un paciente fallecido. ¿Por qué? Pues porque para salvar un mayor riesgo de infecciones y dotar a ese útero de una estructura que lo sujete —y que no existe de manera natural en el cuerpo de una mujer trans— se necesita trasplantar también la vagina y ciertos ligamentos que mantengan el órgano.
Eso sí, aunque se produzca este trasplante de vagina, el parto de las mujeres trans debería ser por cesárea y una vez tenido el hijo habría que extirpar el útero para evitar riesgos en el futuro. Es decir, se trata de un proceso quirúrgico muy intenso y complejo. Además, la médico de este canal explica que para llevar a término el embarazo se debería someter a estas mujeres trans a una dosis mucho más elevada de hormonas y estarían sometidas a mucha vigilancia por dos razones: algunos tratamientos hormonales aumentan el riesgo de trombosis, que ya es alto después de un trasplante, y además deberían tomar inmunosupresores para no rechazar el útero trasplantado y esto las hace mucho más susceptibles de padecer una infección.
Es decir, que a día de hoy realizar con seguridad un trasplante de útero en mujeres trans es todavía un objetivo lejano. Estas cirugías, además, suelen estar rodeadas de cierta polémica porque suponen un riesgo alto para la vida del paciente al no ser la maternidad una cuestión indispensable para la salud.