El consumo de alcohol en España es una práctica que está ampliamente extendida. Desde tomar unas cervezas al salir del trabajo hasta beber unas copas cuando se sale de fiesta. Sin embargo, también es conocido por todos que el cerebro se ve afectado conforme incrementamos su consumo. Aunque con un simple gesto como acudir a la farmacia el tomar bebidas alcohólicas de más parece tener los días contados.
Situemos al culpable de esta invención. Se encuentra a unos miles de kilómetros de nuestro país, en concreto, en la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos). Uno de los profesores de esta institución, Glenn-Milo Santos, reunió a 120 hombres que querían reducir las borracheras. Eso sí, no llegaban al extremo de tener dependencia del alcohol.
Durante 12 semanas, la mitad de los participantes tomaron un placebo, mientras que al resto de ellos se les administró una dosis de naltrexona, un medicamento presente en España desde hace una década, cada vez que tenían necesidad de consumir más alcohol de la cuenta.
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Los resultados de esta investigación, que se ha publicado en la revista American Journal of Psychiatry, revelan que este fármaco se podía convertir en la solución para evitar un consumo excesivo de alcohol. Y es que los que recibieron naltrexona bebieron menos que aquellos a los que se les suministró placebo. Estos últimos reconocieron también que habían experimentado más borracheras que quienes habían recibido este fármaco.
Qué es la naltrexona
El principal efecto de la naltrexona no es otro que bloquear las endorfinas y reducir la euforia de la intoxicación. Es por este motivo que, en realidad, ya se administra en Estados Unidos para tratar la dependencia severa del alcohol desde hace casi 30 años. Así es, la naltrexona se recetaba en este país tiempo atrás, aunque era a pacientes con trastornos alcohólicos que la tomen a diario para que se abstengan de beber por completo.
El reciente estudio se centraría en personas con un nivel de alcoholismo menor, todas ellas hombres gays y trans, grupos con alta prevalencia de atracones de alcohol. A las dosis de naltrexona se les sumaba un asesoramiento semanal por parte de los investigadores acerca de cómo reducir el consumo de alcohol.
El trabajo no sólo modifica el tipo de persona a la que va dirigido el fármaco sino también la forma de administrarlo. Los pacientes que ya reciben naltrexona la toman diariamente. Sin embargo, Glenn-Milo Santos basaría las dosis en función de la necesidad de los participantes: solo la tomarían cuando previeran que van a consumir. De esta forma, demostraban que era más efectiva que en los casos en los que se administraba en un momento determinado.
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El efecto en la reducción del consumo alcohólico perduró hasta seis meses después de las 12 semanas de tratamiento. La reacción adversa más frecuente fueron las náuseas, aunque en general eran leves y se resolvieron por sí solas a medida que los pacientes se adaptaban al fármaco.
"Es importante concienciar acerca de que existen medicamentos eficaces que pueden ayudar a las personas con su consumo de alcohol", ha destacado Santos sobre su propia investigación.
El médico de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) Lorenzo Leggio, que no ha participado en el estudio, ha señalado en declaraciones a The New York Times que el enfoque de este trabajo era muy importante porque los tratamientos para el alcohol solían estar dirigidos hacia personas con problemas de adicción grave. Dejando así de lado a quienes tienen trastornos leves o moderados, como es el caso de los participantes del estudio.
Se vende en España
A diferencia de muchas otras cuestiones, en esta ocasión Europa —y, por ende, España— le ha tomado la delantera a EEUU. Desde que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aprobase hace ya 10 años la naltrexona, este medicamento se ha prescrito en función de las necesidades del paciente. Esta fórmula puede ser más aceptada para determinados individuos ya que permite que sus niveles de dopamina se recuperen entre un consumo y otro.
El doctor Leggio asemejaba esta práctica a la de tratar a prediabéticos. Al llevar a cabo una intervención temprana, es posible tratar de manera más eficaz la prediabetes. "Si atacamos el problema de inmediato y en una fase temprana, no sólo se puede tratar el problema, sino prevenir el desarrollo de las formas más graves de la enfermedad".
Según las últimas cifras, las muertes relacionadas con el alcohol en EEUU han superado las 140.000 al año. Otra encuesta del gobierno estadounidense también reveló que los hombres bebían más que las mujeres. Más de cuatro copas seguidas en el caso de los varones por más de tres en el caso de ellas.