El cáncer de mama será el más diagnosticado a las mujeres otro año más en España: en concreto, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha calculado que este 2023 habrá un total de 35.001 casos nuevos. Sin embargo, los avances con respecto a su tratamiento han mejorado, su mortalidad ha descendido y ahora la supervivencia se encuentra en un 86%; además buena parte del aumento de los casos se debe a que se detecta cada vez más temprano.
La aparición del cáncer de mama tiene mucho que ver con la edad, con cierta genética heredada, el consumo de alcohol o la obesidad. Además, algunos casos se han llegado a relacionar con algunos medicamentos que muchas mujeres toman a diario: las píldoras anticonceptivas. En este sentido, la Sociedad Española de Contracepción (SEC) asegura que en el año 2022 hasta el 17% de las mujeres han empleado la píldora como método anticonceptivo, siendo el más popular por detrás del preservativo.
Las píldoras anticonceptivas combinadas contienen una variante sintética del estrógeno y de los progestágenos, en diferentes proporciones dependiendo de la fórmula. Estas soluciones orales para evitar el embarazo de estrógeno y progestágenos combinados se encuentran en la lista del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS). También aparecen la terapia de estrógenos para la postmenopausia y la terapia para la menopausia combinada de estrógeno y progestágenos.
Riesgos de la píldora
Todas estas sustancias cuentan con el primer grado del IARC, lo que significa que existe suficiente evidencia de que se trata de un carcinógeno para el ser humano. Entonces, ¿por qué se siguen recetando y comercializando? Se debe a que el aumento del riesgo de cáncer se considera bajo, se vuelve a reducir después de abandonar su consumo y, además, se ha relacionado con la reducción de otros tipos de cáncer. Además, la mayoría de los estudios que establecen esta relación son estudios observacionales.
"Un análisis de datos de más de 150.000 mujeres que participaron en 54 estudios epidemiológicos mostró que, en general, las mujeres que han usado alguna vez anticonceptivos orales tenían un ligero (7%) aumento en el riesgo relativo de cáncer de seno en comparación con las mujeres que no habían usado nunca anticonceptivos orales", explica el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés). Si se abandona el consumo de esta píldora, a los diez años no se observa más riesgo de cáncer.
De todas formas, la píldora anticonceptiva no sólo se ha relacionado con el cáncer de mama, sino también con un mayor riesgo de cáncer de cuello de útero. "Un estudio encontró un riesgo aumentado en un 10% por menos de cinco años de uso; un 60% de riesgo aumentado por cinco a nueve años de uso, y el doble de riesgo por diez o más años de uso", explica el NIH. Sin embargo, se ha explicado que puede deberse a una mayor exposición al virus del papiloma humano (VPH) en mujeres que al tomar la píldora, dejan de utilizar el preservativo. Es importante recordar que la píldora evita el embarazo, pero deja desprotegida a la mujer frente a las infecciones de transmisión sexual (ITS).
También hay beneficios
Ahora bien, otros estudios han relacionado la toma de la píldora anticonceptiva con un menor riesgo de desarrollar otros cánceres. Tal y como se explica en este artículo de EL ESPAÑOL, un estudio publicado en British Medical Journal (BMJ) afirma que los nuevos anticonceptivos orales son capaces de proteger frente al cáncer de ovario a las mujeres jóvenes, incluso años después de dejar de tomarlos. "Se estima que hasta el 21% de los cánceres de ovario se habrían prevenido mediante la anticoncepción hormonal combinada", recoge el artículo de EL ESPAÑOL.
El NIH también coincide y asegura que las mujeres que han tomado estas pastillas tienen entre un 30% y un 50% menos de riesgo de cáncer de ovario que las que no las han tomado: "Se ha encontrado que esta protección aumenta con el tiempo que duró el uso de anticonceptivos orales y que continúa hasta por 30 años después de que la mujer deja de usarlos". Además, este beneficio también se observó en las mujeres que portan los genes que predisponen a este tipo de cáncer.
El organismo norteamericano también recoge una reducción de los riesgo de padecer cánceres de endometrio y de colon y recto. En concreto, el riesgo de cáncer de endometrio se reduce en un 30% en las mujeres que toman anticonceptivos orales frente en las que no; el riesgo de cáncer de colon y recto, por su parte, era entre un 15% y un 20% menor en estas mujeres.