Más de 12 millones de personas en España se despiertan con la sensación de no haber tenido un sueño reparador o finalizan el día con mucho cansancio, mientras que más de 4 millones padecen algún tipo de trastorno del sueño crónico y grave según los datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). A los daños colaterales del insomnio ahora hay que sumarles uno más: los insomnes tienen un 69% más de probabilidades de sufrir un ataque al corazón en comparación con la gente que no tiene trastornos del sueño.
Este es el resultado de una gran revisión de estudios que se ha presentado en el Congreso Científico Anual del Colegio Americano de Cardiología. Según sus conclusiones, las personas que dormían cinco horas o menos de media durante una noche tenían mayor riesgo de infarto. "El insomnio es el trastorno del sueño más común, pero en muchos casos se trata de una elección al no priorizar el sueño tanto como deberíamos", valora Yomna E. Dean, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alejandría (Egipto).
Dean, uno de los autores del estudio, subraya que su trabajo "ha demostrado que las personas con insomnio son más propensas a sufrir un ataque cardíaco independientemente de la edad, sobre todo entre las mujeres insomnes". El equipo tiene la esperanza de que su trabajo ayude a llamar la atención sobre el efecto que los trastornos tienen sobre la salud cardiovascular en concreto.
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Más de un millón de pacientes
Para su análisis, los investigadores han realizado una revisión sistemática de 1.226 estudios con pacientes en Estados Unidos, Reino Unido, Noruega, Alemania, Taiwán y China que agruparon los datos de 1.184.256 adultos, 43% de ellos mujeres, con una edad media de 52 años y de los que el 13% sufría de insomnio. Se diagnosticó el trastorno cuando alguno de estos tres síntomas aparecía de forma crónica: dificultad para conciliar el sueño, dificultad para permanecer dormido o despertarse temprano y no poder volver a dormir. El 96% no tenían antecedentes de infartos.
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El análisis concluyó que hubo una diferencia estadísticamente significativa en la asociación entre el insomnio y tener un ataque al corazón. Para determinarlo, se controlaron otros factores que podían intervenir en la ecuación, como la edad, el sexo, las patologías y el tabaquismo.
Esta relación siguió siendo importante en todos los subgrupos de pacientes, incluidos los más jóvenes y los de mayor edad: "No es sorprendente que las personas con insomnio que también tenían niveles elevados de presión arterial, colesterol o diabetes tenían un riesgo aun mayor que los que no", ha valorado Dean.
Correcta higiene de sueño
Así, el investigador explica que "las personas con diabetes que también tienen insomnio tenían una doble probabilidad de tener un infarto". En cifras, las personas que dormían cinco horas o menos registraron 1,38 y 1,56 veces más probabilidades de sufrir un ataque en comparación con los que dormían seis, siete u ocho horas por la noche. No obstante, los que duermen nueve o más horas diarias también asumen riesgo.
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En un análisis separado, los investigadores buscaron determinar si los síntomas individuales de insomnio se asocian con un mayor riesgo de infarto de miocardio. Constataron que el peligro es un 13% mayor en comparación con las personas que no los sufren. En cambio, el sueño no reparador y la somnolencia diurna no se ha relacionado con los ataques cardíacos. Con todos estos datos en la mano, los investigadores insisten en que es importante que se priorice el sueño y se descansen de siete a ocho horas.
"Hay que practicar una buena higiene de sueño que empiece por estar en una habitación oscura, tranquila y caldeada sin exceso", dice Dean. Es importante guardar los dispositivos electrónicos y hacer algo que relaje antes de dormirse, como puede ser leer o escuchar música suave, entre otros hábitos saludables para mejorar la calidad del sueño. "Si ha intentando todas esas cosas y todavía no puede dormir o duerme menos de cinco horas, hable con su médico", recomienda.
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