Las alergias serán más severas y llegarán antes este año: los médicos dan la voz de alarma
Científicos estadounidenses han constadado el fenómeno en su país. En España, los expertos avisan de que viene "un año complicado".
16 marzo, 2023 02:51La primavera hará su entrada oficial en España este lunes 20 de marzo. Sin embargo, los meteorólogos advierten que lleva entre nosotros desde hace unas semanas atrás, como demuestra la floración prematura de algunas plantas silvestres en Cataluña -algunas hasta cinco meses antes de lo habitual-. Los expertos hablan de una primavera adelantada, consecuencia, en mayor parte, del cambio climático y, si bien los más frioleros lo estarán agradeciendo, el panorama no pinta nada halagüeño para los alérgicos.
Estados Unidos ha sido uno de los países en dar la alerta en este sentido. Según un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), la duración de la temporada de polen en el país se ha incrementado en 20 días desde 1990, así como su cantidad en el aire. Concretamente, hay un 21% más. "Estos cambios están fuertemente asociados al calentamiento global", sentencia la investigación.
El cambio climático es un problema que concierne al mundo entero. El incremento de la temperatura global, con sus más y sus menos, afecta a todo el mundo por igual, por lo que, en España, la situación para los alérgicos no se aleja mucho de lo que dibuja el estudio estadounidense.
"Esto es algo que ya estamos estudiando", advierte a EL ESPAÑOL Juan José Zapata, presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Así, avanza: "La tendencia que estamos viendo es que la primavera empieza antes y que cada vez es más larga, por lo tanto, la estación polínica también se adelanta y dura más tiempo, lo que hace que el paciente alérgico tenga más problemas".
"Un año complejo"
En cálculos de la sociedad, en torno a ocho millones de españoles sufren de alergia al polen. La primavera es la peor época para estos pacientes, pues es cuando se da una mayor concentración de estos granos microscópicos en el aire. Lo bueno es que las lluvias típicas de la estación tienen la capacidad de limpiar el ambiente, lo que suele dar un soplo de aire fresco -y nunca mejor dicho- a estos dolientes. El problema es que, según lo vivido en los últimos años, ni las precipitaciones serán ya su salvación: "El año 2022 fue un año tremendamente seco, con un desnivel hídrico del 24%", resalta Zapata, que, en base a lo vivido el periodo anterior, vaticina "un año complejo".
La lluvia, además, es un buen arma para disipar las partículas de contaminación del aire, que no sólo contribuyen a hacer al polen más agresivo, también irritan la cavidad mucosa de las personas y hacen que sea más vulnerable a cualquier agente externo. "Se vuelve más receptiva a la hora de ser agredida por cualquier elemento, como puede ser el polen", apunta el experto.
Por tanto, si la primavera de 2023 sigue el patrón de la pasada en lluvias, la situación será complicada para los alérgicos. Para su desgracia, todavía puede empeorar, pues Zapara apunta a un elemento clave que se ha dado este año, el pico tardío de gripe y que ha dejado también debilitada la mucosa de las personas: "Ahora estarán mucho más irritadas, por lo que la afectación al polen será mayor".
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Por todo ello, remacha: "Estamos ante un escenario cruel, desde el punto de vista alérgico y yo pienso que, en los próximos años, vamos a tener muchos más pacientes afectados". Sus palabras se ven respaldadas con predicciones de la OMS, que alertan de que, para 2050, la mitad de la población mundial padecerá algún trastorno alérgico.
"Epidemia del siglo XXI"
"Es una auténtica epidemia del siglo XXI", advierte el profesional de la SEAIC, que busca concienciar a la población del problema que supone un incremento tan drástico de esta enfermedad: "Nos estamos colocando en un escenario donde la enfermedad alérgica está cobrando un gran protagonismo. Ya es la sexta enfermedad crónica que se padece en el mundo occidental".
Las pautas para frenar este problema, que puede ser verdaderamente limitante para las personas que lo padecen, pasan por actuar sobre el cambio climático y la contaminación. Medidas públicas para frenar que estas partículas pululen por el aire puede marcar un gran punto de diferencia en la dispersión y en la agresividad del polen.
Mientras, desde el punto de vista del paciente, el profesional propone visitar la web de la SEAIC polenes.com, en la que se actualiza los niveles ambientales de pólenes en nuestro país, para saber cómo está el ambiente en cada lugar, en el caso de ser alérgico. Por ejemplo, a la fecha de cierre de este artículo, las cupresáceas y las urticáceas tienen niveles de alerta altos en puntos de Andalucía, Extremadura y el área del Mediterráneo.
"Para saber qué pólenes le afectan más, es indispensable que estas personas tengan un diagnóstico precoz", apunta el experto, que hace un llamamiento a todos aquellos que crean tener síntomas a realizarse las pruebas. "Todo el mundo tiene algo que hacer y decir en la mejora de las condiciones. Lo importante es empezar a concienciar de que este problema existe y de que hay que ponerle soluciones", sentencia Zapata.