Así se dispara el riesgo de sufrir alzhéimer en los futbolistas de élite por los cabezazos al balón
Un nuevo estudio publicado en 'The Lancet' alerta de que los futbolistas de élite tienen un mayor riesgo de tener enfermedades neurodegenerativas.
17 marzo, 2023 02:48Sergio Ramos, Cristiano Ronaldo o Carles Puyol. Estos tres futbolistas no sólo coinciden por haber tenido una dilatada y laureada experiencia en el conocido como deporte rey. También les une su gran capacidad para golpear el balón con la cabeza y que en no pocas ocasiones acaben dentro de la portería. Sin embargo, puede que en un futuro esta habilidad para el remate aéreo les haga tener algo más en común; en concreto, un mayor riesgo de desarrollar demencia.
Antes de que cualquier aficionado al fútbol entre en pánico, lo cierto es que ninguno de estos tres futbolistas se ha realizado un test genético para conocer el riesgo de padecer alzhéimer antes de sufrirlo, como sí hiciera, por ejemplo, el actor Chris Hemsworth. Tampoco han participado siquiera en el estudio más reciente que apoya la hipótesis de que fútbol y demencia pueden tener cierta relación.
Sí que lo han hecho un total de 6.007 futbolistas que jugaron, al menos un partido, en la Allsvenskan —es decir, la primera división de fútbol profesional en Suecia— entre los años 1924 y 2019.
[Este es el sencillo ejercicio que evita que perdamos la memoria con la edad según los investigadores]
En el estudio, que se ha publicado este jueves en la revista The Lancet Public Health, se realiza una comparativa entre el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas de estos futbolistas y 56.168 personas de la población de control. A su vez, también se ha analizado si existen diferencias cognitivas dentro del propio terreno de fútbol.
Cuál es la causa
El estudio no deja bien parado a los futbolistas de élite, ya que estos tienen 1,5 veces más probabilidades de desarrollar enfermedades neurodegenerativas que la población general. Pero, ¿la actividad deportiva no ayudaba a mejorar la memoria?
"El deporte es un factor preventivo para el deterioro cognitivo. En cambio, los golpeos con la cabeza son un factor de riesgo para desarrollar enfermedades neurodegenerativas", sentencia el doctor Jesús Porta, vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Es por este motivo por lo que el riesgo aumenta en función de la posición que se ocupe en el campo. Los porteros tienen una probabilidad significativamente menor de enfermedad neurodegenerativa que el resto de jugadores, según el estudio. "Los guardametas rara vez cabecean el balón, pero están expuestos a entornos y estilos de vida similares durante su carrera futbolística". Quien habla es el profesor del Instituto Karolinska en Suecia y uno de los autores del estudio Peter Ueda.
"La encefalopatía traumática crónica apenas se ve en los porteros, mientras que un mayor número de casos se repiten en defensas y atacantes", añade Porta. Este neurólogo rechaza por completo que haya que prohibir entonces los remates de cabeza en el fútbol. "Ahora bien, el futbolista debe saber que el riesgo existe".
El propio Porta ha colaborado con equipos del fútbol profesional español para determinar si un futbolista debía jugar o no tras una conmoción cerebral. Sin embargo, considera que por parte de los profesionales hay una negación al respecto: "Es muy difícil que participen en seminarios donde se trate la relación de conmociones cerebrales y fútbol".
Aun así, exige que se establezca un protocolo en el que se obligue a realizar de inmediato la sustitución de un jugador que haya sufrido una conmoción cerebral. "Lo ideal es que no se produzca de nuevo, puesto que la repetición temprana de una conmoción cerebral es un factor de riesgo aumentando".
Porta también cree que es necesario tener una mayor precaución en el caso de los menores de 12 años. Sabe de primera mano que los entrenadores españoles están evitando que los pequeños golpeen el balón con la cabeza. Aunque no se ha llegado todavía al nivel de Reino Unido, donde se ha prohibido que los menores de 12 años rematen de cabeza.
Otros deportes con mayor riesgo
La relación entre enfermedades neurodegenerativas y el deporte rey no es suficiente como para considerar que existe una evidencia absoluta, según el vicepresidente de la SEN. Los datos hasta la fecha sí que sugieren que el remate de cabeza es un factor de riesgo. Aunque los impactos en la cabeza se ven compensados, en cierta medida, por la actividad física, que se asocia a un menor riesgo de demencia, como señala otro de los autores, Björn Pasternak, investigador principal del Karolinska Institutet.
"Los futbolistas de élite tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas en etapas posteriores de su vida", sentencia, por su parte, Ueda. "Aunque el riesgo en nuestro estudio no ha sido tan elevado como en el que se realizó en Escocia".
Ueda hace referencia a un análisis en el que se comparaba el riesgo de desarrollar una enfermedad neurodegenerativa de más de 7.000 futbolistas frente a 23.000 escoceses. El trabajo, que se publicó en 2019, mostró que el riesgo de que los futbolistas desarrollen enfermedades neurodegenerativas es hasta cinco veces mayor que el de la población general.
La propia Asociación Inglesa de Fútbol encargó este estudio debido al importante número de exjugadores con enfermedades neurodegenerativas. Un claro ejemplo, en este sentido, fue el mítico futbolista Bobby Charlton, quien falleció por alzhéimer en 2020. Aunque no existe evidencia acerca de esta correlación, no fueron pocos los remates de cabeza que ejecutó y que tal vez le hicieran desarrollar un deterioro cognitivo.
Aunque el factor de riesgo en el fútbol, al menos con los estudios realizados hasta ahora, no es tan evidente como en otros deportes. Por ejemplo, los jugadores de rugby tienen una probabilidad 15 veces mayor que la población general de desarrollar demencia, según esta investigación publicada en la revista The BMJ.
En este sentido, Porta establece una clasificación de los deportes que más pueden desarrollar demencia: "El boxeo, el fútbol americano, el hockey, el rugby y el fútbol". No es de extrañar que el primer puesto lo ocupe un deporte de contacto como el boxeo. Sin embargo, también influye que esta práctica deportiva tenga como principal objetivo golpear al rival sin que este se lo espere.
"Un factor que a veces se olvida es que los golpeos imprevistos tienen más consecuencias". De hecho, casi todas las conmociones cerebrales que se producen en el fútbol son debido a este tipo de golpeo. "Cuando no esperas que llegue el balón, dejas el cuello en una posición más blanda".
Ahora bien, en los estudios realizados se han analizado en su mayoría a jugadores que no pertenecen al conocido como fútbol moderno. Corresponden a una época en la que los balones eran más duros. Pese a ello, Porta recomienda que los futbolistas se sometan a una valoración cognitiva al comienzo y al final de la temporada.
Además, deberán estar pendientes en un futuro en cuanto aparezca algún síntoma de deterioro cognitivo. "Tenemos que ser excesivamente cuidadosos", concluye Porta.