La escritora J.K. Rowling será recordada como una de las autoras que más ha fomentado la lectura entre jóvenes en las últimas décadas. Sin embargo, en su reciente papel como divulgadora científica no parece que haya sido tan perseverante como cuando siete editoriales rechazaron el manuscrito de Harry Potter antes de que se convirtiera en un best seller. Y es que Rowling ha difundido en su cuenta de Twitter un trabajo que, según algunos investigadores, no tiene evidencia científica.
"Recientemente se ha descubierto que aquellos que recibieron transfusiones de sangre del sexo opuesto tuvieron peores resultados, incluso muertes". La escritora británica ha utilizado estas palabras para responder al practicante de cuidados respiratorios del hospital KPC Health Greg Griffiths. Éste se había hecho eco de un artículo en el que se aseguraba que la designación de sexo en un certificado de nacimiento no ofrece ninguna utilidad clínica.
Rowling ha confesado en la propia publicación que durante la investigación para su próximo libro, Troubled Blood, se había topado con "este hecho", en referencia al estudio, publicado en la revista Blood Advances, en el que se indica que la transfusión de glóbulos rojos procedentes de mujeres donantes se ha asociado a un mayor riesgo de mortalidad.
Las críticas por parte de la comunidad científica y médica al tweet, que ya tiene un millón de reproducciones, no han tardado en hacerse llegar. Una de las más compartidas ha sido la del epidemiólogo de la Universidad de Wollongong Gideon Meyerowitz-Katz, quien achaca a Rowling que haya extraído una conclusión corta e inexacta del trabajo. "La respuesta larga es que parece que el sexo puede tener un impacto mínimo en el riesgo de muerte de los receptores, sobre todo en las personas que reciben sangre 'femenina'".
Esta opinión es compartida por la responsable del Servicio de Transfusión HM Hospitales, la doctora y hematóloga Sara Varea. "No creo que ninguna comunidad científica pueda asegurar que el riesgo de muerte esté asociado a las diferencias de sexo donante-receptor", explica Varea en declaraciones a EL ESPAÑOL.
Cómo influye el sexo
Otros divulgadores científicos también han advertido a la autora que la propia investigación que ella cita señala que "los hallazgos del estudio actual son contrarios a otros estudios que sugieren que las receptoras de sangre 'masculina' tienen un mayor riesgo de mortalidad intrahospitalaria y a estudios que no sugieren una asociación entre el sexo del donante y la supervivencia del paciente". También recuerdan que investigar el efecto del sexo del donante en los resultados del receptor no es una tarea sencilla.
Además, coinciden en que se trata de un estudio "pequeño", pues se centró en las transfusiones de sangre administradas a pacientes de dos centros de los Países Bajos que se encontraban ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Este último requisito tiene una gran influencia en los resultados del estudio, como han destacado el doctor Henry Wood, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Leeds, y la doctora Suzy Morton, consultora de hematología del Hospital Queen Elizabeth de Birmingham (Reino Unido), en una respuesta al estudio que publicaron precisamente en la revista Blood Advances. En ella aseguran que las pruebas no estaban lo suficientemente respaldadas y que los pacientes varones presentan una mayor mortalidad en la UCI que las mujeres. Una cuestión, señalan Wood y Morton, que no aparece en el análisis.
Por su parte, Varea apunta que aumentar el riesgo de muerte viene derivado de la comorbilidad del propio individuo que recibe la donación. "Los pacientes que precisan ser transfundidos parten de estados clínicos diferentes".
Los doctores también citan en su respuesta algunos estudios más amplios, con hasta 968.264 receptores, en los que no se mostrana ninguna asociación entre la supervivencia y el sexo del donante. "La ausencia de asociación entre la mortalidad y el sexo del donante se confirmó en un análisis de tres grandes cohortes de Escandinavia y Estados Unidos, con un total de 1.047.382 pacientes", añaden.
Ahora bien, que no haya evidencia de que el sexo influye en el riesgo de mortalidad del receptor no significa que la transfusión de sangre se realice siguiendo una serie de características, entre las que se encuentra el grupo sanguíneo.
En este sentido, el que fuera director de donaciones y trasplantes en el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) en Reino Unido, Mike Stredder, advirtió en 2019 que la donación de sangre de varones debía ser mayor. Stredder explicó que la sangre de los hombres puede contener menos anticuerpos contra los glóbulos rojos y blancos, lo que significa que es más adecuada para extraer plaquetas para tratar a pacientes con cáncer.
Según las cifras de la Federación Española de Donantes de Sangre en 2018, las donaciones de los hombres son ligeramente mayores, un 56% frente a un 44% de mujeres. Esta diferencia tal vez se debe a que los hombres pueden donar cuatro veces al año, mientras que las mujeres lo pueden hacer sólo tres.
Mujeres que no donan
Los períodos de embarazo y lactancia excluye al género femenino durante un período de tiempo. En este aspecto sí que existe consenso científico, como explica la responsable del Servicio de Transfusión HM Hospitales: "En Europa no se utiliza el plasma de donantes mujeres para la transfusión".
Con los embarazos, las donantes se pueden ver sensibilizadas por antígenos portados por sus bebes y crear diferentes anticuerpos. Estos anticuerpos que circulan en el plasma, en su mayoría han sido creados frente a otras células sanguíneas y podrían condicionar reacciones adversas de tipo inmune en el receptor.
"Una de estas reacciones ha sido, por ejemplo, la lesión pulmonar aguda relacionada con transfusiones (TRALI, por sus siglas en inglés)". Se trata de un síndrome clínico en el que varios estudios han demostrado que los anticuerpos anti-HNA y anti-HLA (anticuerpos dirigidos frente a los neutrófilos) pueden reaccionar contra los neutrófilos del receptor y causar daño pulmonar. "Se ha visto que el grupo de donantes que más estaban relacionados con este hecho eran mujeres que habían tenido varios embarazos. De ahí la modificación del protocolo", expone Varea.
Para evitar este tipo de situaciones, la doctora destaca que previo a la donación cada donante rellena un cuestionario médico. "De esta forma, se realiza un cribado de situacioens que puedan poner en riesgo tanto al donante como al paciente que lo recibe". Aumentando esta seguridad transfusional, se consigue seleccionar a los mejores candidatos para la donación. "Seamos responsables porque hoy somos donantes, pero mañana podemos ser receptores", concluye Varea.