La estudiante de Psiquiatría Rachel Morton comenzó a tener dolores en la boca en agosto de 2019, cuando estaba a punto de cumplir 18 años. Pensó que se debía al estrés propio de los exámenes, ya que coincidió con el inicio de sus estudios universitarios. Aunque la situación no cambió un año más tarde. Para entonces Morton tenía cubierto de llagas uno de los lados de su lengua, que se había deformado a consecuencia de las mismas.
La joven acudió al dentista en busca de una respuesta a esta extraña dolencia. Luchó también, como recoge el medio británico Daily Mail, para que un médico le pudiera ver. Tras varias consultas de manera telefónica, éste le recetó antibióticos y analgésicos. Otro de los médicos creyó que se trataba de una hemocromatosis, una enfermedad hereditaria en la que los niveles de hierro en el cuerpo se acumulan lentamente a lo largo de muchos años.
El diagnóstico que le ofrecían, ya que había pasado por varios médicos, no terminaba de convencerle. Hubo uno incluso, recuerda, que le dijo que no había nada más que pudieran hacer. Aunque Morton, por su parte, no estaba "demasiado preocupada", pues era propensa a tener llagas.
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También tenía los labios rojos e inflamados. El cansancio persistía y le había salido un sarpullido alrededor de la boca. Pero Morton seguía achacándolo al estrés propio de los exámenes. En su segundo año de carrera las úlceras eran tan dolorosas que apenas podía sacar la lengua de la boca. Además, comenzó a tener infecciones de oído, sinusitis y dolores de amígdalas.
Morton decidió cambiar de consulta en noviembre de 2020, pues no le convencían los diagnósticos que recibía. Sus sospechas no iban mal desencaminadas: tras ser derivada a una biopsia, le diagnosticaron cáncer de lengua una semana antes de Navidad.
La joven se sometió entonces a un procedimiento invasivo para reconstruir su lengua, dos ciclos de quimioterapia y 30 de radioterapia. A Morton le tuvieron que extirpar parte del tejido de una de sus piernas para poder reconstruir la parte de la lengua que le habían extirpado.
Morton tuvo que aprender a caminar y hablar después de someterse al tratamiento que le salvó la vida. Pese a ello, pudo continuar con sus estudios y en ningún momento se vio obligada a interrumpirlos. A los cuatro días de que le dieran el alta la joven volvió a clases —de forma online, eso sí—.
Afortunadamente, de aquella situación ha pasado ya casi un año. Y es que Morton fue declarada libre de cáncer en junio de 2021. Así, trata de concienciar a los más jóvenes acerca de los posibles síntomas del cáncer de lengua.