Los efectos secundarios de los fármacos anticonceptivos hacen que muchas mujeres sean reticentes a utilizarlos (porque, de momento, no hay para hombres). Sin embargo, investigadores liderados por Johnny T. Ottesen, de la Universidad de Roskilde, en Dinamarca, plantean la posibilidad de reducir la dosis de los contraceptivos hormonales hasta un 57% sin que pierdan la eficacia.
Aquí hay una cuestión previa: el grupo investigador, que incluye también científicos de Filipinas, Corea del Sur y Estados Unidos, no es médico sino matemático. Su propuesta se basa en una modelización del periodo menstrual y los niveles de hormonas de 23 mujeres de entre 20 y 34 años para concluir que es posible disminuir la cantidad de hormonas de estos tratamientos de forma segura.
El estudio, de hecho, se ha publicado en la revista PLOS Computational Biology. Los autores, animados por las nuevas presentaciones de los anticonceptivos hormonales (que ya tienen más de medio siglo de existencia) tales como implantes o inyectables, han planteado dar un paso más allá midiendo hasta dónde se puede reducir la administración de hormonas que produzcan la anovulación.
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El formato más popular de anticonceptivo hormonal es el de la famosa píldora anticonceptiva: un blíster con 21 pastillas que deben tomarse diariamente a la misma hora, con una semana de descanso. El equipo de Ottesen plantea, en cambio, darle la vuelta a este concepto y reducir la ingesta de medicamento a parte de la fase folicular.
Así, con un 92% de la dosis habitual en los fármacos basados estrógenos y un 43% de los basados en progesterona (es decir, reduciendo la cantidad un 57%), se conseguiría una misma eficacia. En los tratamientos que combinan ambos podría llegarse a reducir aún más la cantidad, señalan.
"Los resultados de este estudio tienen el potencial de hacer llegar la anticoncepción a más mujeres, en particular si tenemos en cuenta que dosis más bajas también reducen el riesgo de efectos adversos como el tromboembolismo venoso y el infarto de miocardio, asociados a altas dosis de anticonceptivos hormonales".
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Ezequiel Pérez Campos, jefe de Ginecología del Hospital de Requena (Valencia), explica que, desde el inicio de la anticoncepción hormonal en los años 60, "las dosis han sido decrecientes", especialmente con el estrógeno, "responsable de los efectos secundarios cardiovasculares del anticonceptivo hormonal combinado". Actualmente, "los anticonceptivos hormonales contienen la mínima dosis eficaz, sin incrementar los riesgos".
Siempre que se habla de la píldora anticonceptiva salen a colación sus efectos secundarios. Diversos estudios cifran el abandono del tratamiento hormonal a los 12 meses en torno al 50% de las usuarias. En más de la mitad de los casos, los efectos secundarios son la razón aducida para hacerlo.
Son numerosos los efectos secundarios descritos con el uso de anticonceptivos hormonales. Esto no debe alarmar: los medicamentos muy utilizados, como el ibuprofeno, la aspirina o el omeprazol, suelen tener listas largas de efectos adversos en sus prospectos, producto de su uso en una amplia franja de población. Pero no quiere decir que sean más peligrosos que otros fármacos.
El doctor Pérez Campos explica que habría que testar en ensayos clínicos esta propuesta para comprobar su viabilidad. "Los modelos matemáticos son orientativos pero no siempre se acomodan al comportamiento biológico en vivo".
No todos los ciclos menstruales son iguales
El sangrado intermenstrual, la sensibilidad en las mamas, el dolor de cabeza o la hinchazón abdominal son comunes, así como el aumento de la presión arterial. En porcentajes bajos se le ha asociado a efectos graves como trombos o infartos de miocardio, e incluso se le ha llegado a relacionar con el cáncer de mama, el de cuello uterino y el de hígado.
Por eso, los autores creen que los resultados de su modelización "pueden guiar a los clínicos a conducir experimentos sobre el régimen de tratamiento óptimo para causar la anovulación" reduciendo al máximo el número de efectos secundarios.
Los investigadores son conscientes de que el periodo menstrual no es similar en todas las mujeres. Incluso, no tiene por qué ser igual siempre en una misma mujer. Tampoco todas conocen con precisión su ciclo menstrual. Además, señalan que el ciclo menstrual es complejo e influido por numerosos factores, no todos tenidos en cuenta en esta modelización matemática.
Con todo, consideran que su trabajo abre la puerta a plantear regímenes de uso anticonceptivos distintos a los actuales. Es un campo de investigación en el que queda mucho por hacer a pesar del más de medio siglo transcurrido desde que la aparición de la píldora generó una revolución sexual sin precedentes en la historia de la humanidad.