EEUU anticipa el debate sobre la píldora en España: ¿realmente hace falta receta para comprarla?

Esta semana, un comité asesor de la agencia estadounidense de medicamentos (conocida como FDA) se posicionó unánimemente a favor de darle a la píldora anticonceptiva el estatus de no sujeta a prescripción médica.

Por 17 votos a favor y ninguno en contra, la posición de los expertos se mostraba claramente partidaria de eliminar la necesidad de prescripción para comprar Opill, nombre comercial del principio activo norgestrel. El laboratorio que lo produce, HRA Pharma, había pedido a la agencia cambiar el estatus del fármaco, ofreciendo datos para apoyar la solicitud.

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Hay dos tipos de anticonceptivos orales. El más común es el que combina gestágenos como el norgestrel con hormonas como el estradiol. La píldora combinada "fue la primera que se diseñó hace muchísimos años: se le añadió el estrógeno porque querían reproducir el ciclo menstrual femenino", explica José Gutiérrez Alés, presidente de la Fundación Española de Contracepción.

Sin embargo, "el estrógeno no tiene efecto anticonceptivo, solo el gestágeno". A efectos prácticos, el gestágeno no combinado tiene la misma eficacia. Y menos efectos adversos: el estrógeno es el responsable de los efectos secundarios más graves de la píldora anticonceptiva, como el tromboembolismo venoso.

Pese a todo, el tratamiento combinado sigue siendo el más prescrito en España, pese a que el que se basa únicamente en gestágenos sólo está contraindicado en pocas ocasiones. "Es más por una cuestión de no alterar demasiado la normalidad de la vida de una mujer", manteniendo la apariencia de ciclo menstrual.

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La píldora objeto de debate es la que contiene únicamente gestágenos, como Opill. Está previsto que la FDA se pronuncie este verano o a principios del otoño. Aunque las conclusiones de los comités asesores no son vinculantes, sería raro que se posicionara en contra, si bien, como recoge The Washington Post, personal de la agencia ha expresado sus dudas respecto a la información aportada por HRA Pharma para apoyar su solicitud. En resumen, echan en falta más datos sobre su uso en adolescentes.

El debate sobre la prescripción o no de la píldora anticonceptiva se ha avivado en los últimos años. Durante la pandemia, entre no poder salir de casa y la prioridad de los médicos a los enfermos de Covid, muchas mujeres no pudieron renovar sus recetas a tiempo.

Los resultados de una encuesta realizada a mil mujeres entre los 18 y los 45 años presentada en el Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios del año pasado revelaba que el 26% de las entrevistadas había dejado de tomar la píldora en alguna ocasión por no poder acudir al médico a por la receta. Además, un 23,7% tampoco pudo por haber perdido la prescripción o no llevarla encima en el momento de comprarla. De las encuestadas, el 86,6% estaba de acuerdo en poder adquirirla sin receta.

Solicitud a la AEMPS

Por eso, dos sociedades de médicos de familia (SEMG y Semergen) y una de farmacéuticos comunitarios han emitido un posicionamiento a favor de la libre dispensación de anticonceptivos orales que contengan únicamente gestágenos.

"La anticoncepción no es un problema de salud, por lo que no puede enfocarse como una enfermedad", apunta el posicionamiento. "Los exámenes pélvicos y mamarios, las pruebas de detección de cáncer de cuello uterino y las pruebas de detección de infecciones de transmisión sexual no son necesarias antes de iniciar la anticoncepción hormonal y no deben usarse como razones para negar su acceso".

Las tres sociedades reunieron a finales del año pasado con la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para transmitirle su postura y solicitar el cambio de estatus.

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Los anticonceptivos orales son prescritos en su mayoría por médicos de familia. Este cambio de estatus liberaría parte de su carga de trabajo, "aunque en realidad quitaría poco porque [la píldora con solo gestágenos] no es la que más se utiliza", afirma Lorenzo Armenteros, coordinador del Grupo de Salud de la Mujer de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

Por lo general, las mujeres eligen el anticonceptivo combinado para mantener el ciclo menstrual. En ocasiones en que están poco recomendados o contraindicados, como durante la lactancia o en mayores de 35 años, explica el médico de familia.

Además de la ventaja de "empoderar a la mujer en su toma de decisiones", permitiría utilizar esta clase de píldora como alternativa en caso de no disponer de receta para la combinada, "al mismo precio que el medicamento financiado", matiza Armenteros. Habría que tener en cuenta, eso sí, que "hay un periodo de adaptación. Siempre que se empieza un anticonceptivo distinto puede haber una serie de pequeños trastornos".

Según Free the pill, una coalición de distintas asociaciones y movimientos en favor de los anticonceptivos sin receta, solo medio centenar de países exigen prescripción para dispensarla, principalmente Europa y países de la órbita anglosajona (Estados Unidos, Canadá, Sudáfrica o Australia). En nuestro continente, sin embargo, hay unos cuantos disidentes. Entre otros, Grecia, Portugal y Reino Unido eximen de receta para su dispensación: este último país lo hizo en 2021.

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Pese a todo, no hay consenso médico para retirar la receta a la píldora de gestágenos. "Nosotros nos opusimos", comenta José Gutiérrez Alés en referencia a la Sociedad Española de Contracepción. "HRA Pharma montó un grupo de trabajo sobre el tema y nos desmarcamos de él. Nos oponemos porque hay que hacer un buen asesoramiento anticonceptivo", y eso le correspondería al médico. "Si la píldora le va a cambiar su patrón de sangrado actual, la mujer debería estar bien asesorada en este aspecto".

Este trabajo, para el ginecólogo, no le corresponde al farmacéutico. "¿Dónde lo haría? ¿En el mostrador, delante de todo el mundo, o en la rebotica, dejando al resto de personas desatendidas? ¿Todas las farmacias van a tener un sitio reservado para la privacidad de la mujer?"

Armenteros, por su parte, explica que, dentro del posicionamiento de médicos y farmacéuticos, se creó un protocolo específico para la atención a la anticoncepción oral. Los farmacéuticos comunitarios ya tienen elaborado uno sobre anticoncepción de emergencia (la llamada 'píldora del día después'). Que, por cierto, no necesita receta médica.

"La paciente sería informada de todo lo necesario para poderla adquirir, esa información sería explicada por el farmacéutico. Si hay algo alterado que este pudiera comprobar, ya derivaría al médico", explica el médico de familia.

La AEMPS todavía no ha dado respuesta a la solicitud de médicos y farmacéuticos. Es posible que el veredicto final de la FDA pueda animar, no solo a la agencia española sino a muchas otras, a mover ficha.